Revista Educación

Vértigo

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Ahora, que lo miro con más detenimiento puedo asegurarlo: el universo da vértigo. Da vertigo, por ejemplo, porque el abismo que hay entre nosotros y el resto del… ¿mundo? es tan profundo que aún no se ha llegado a conocer del todo. Asusta un poco pensar que los fotones de luz que se liberaron del Big Bang aún estén flotando a nuestro alrededor, y que podamos verlos a través de los espejos y los espectroscopios, o los rayos gamma, o los microondas, como viajando en el tiempo muchos millones de años…

A las 5.30 de la mañana, cada día, cuando enciendo la radio, escucho una y otra vez comentarios poco esperanzadores de lo que nos pasa, de nuestras miserias humanas teñidas de gráficas económicas, de billetes, de corruptelas, incluso de robos a gran escala perpetrados por aquellos que colocamos, aquí y allá, a la cabeza de nuestras decisiones y ahora resultan ser no más que ladronzuelos viles y aprovechados. Y como a esa hora el Sol no ha asomado aún, suelo usar las noticias de contrapunto, al mirar al cielo y ver algún asterismo conocido, o simplemente montones de estrellas, que nos parecen pequeñas -otra vez el antropocentrismo egoísta- pero que en realidad son mucho mayores que nosotros.

Nuestros problemas son pequeños frente a una inmensidad tan abrumadora – les juro que cuando los astrofísicos empiezan a hablar de parsec, años luz, espectros y demás primos, se me encoge el corazón- y a la vez nos afectan tanto a nuestras relaciones sociales, a nuestra cultura, a nuestra manera de vivir la vida, que nos parecen enormes y la paradoja es brutal.

Qué pequeño es todo aquí dentro (dentro en nuestras cabecitas minúsculas, en nuestras islas minúsculas, en nuestros continentes minúsculos, en nuestro planeta chiquitito, en nuestra galaxia…), y qué importantes y grandes creemos que somos.

Abran la ventana, miren al cielo, es una cura de humildad.

 

Gracias a Samuel Pais por el vídeo.


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