Vértigo

Durante los días 18 y 19 de octubre de 2014, hemos visto, oído y leído el desarrollo de la Asamblea ciudadana,  Si se puede de Podemos. En esas intensas horas se han debatido  los puntos programáticos principales, para que esta formación encuentre el camino para llegar a la Moncloa.
Teresa Rodríguez eurodiputada de Podemos, ha defendido, junto a Pablo Echenique y Lola Sánchez un modelo de organización, para el partido, distinto al del equipo fundador liderado por Pablo Iglesias.
De todas formas,  Teresa Rodríguez ha afirmado que les daría vértigo seguir adelante sin Pablo Iglesias. Pero también ha dejado claro que que si el modelo que ella defiende no sale adelante ella no se retirará y por supuesto querrá seguir estando en los órganos colectivos de dirección.
Otro punto importante que se ha debatido es la reestructuración de la deuda y 'no es que no haya que pagarla' sino lo que hay que hacer es una 'profunda auditoria', para saber si es legítimo que dicha deuda la paguen los ciudadanos o parte la tenga que pagar el sistema bancario que ha hecho que la deuda privada se convierta en pública.
En estos dos días de asamblea -en apenas 24 horas- han pasado de tener  130.000 ciudadanos interesados en votar los borradores  a contar con más de 150.000 inscritos.
Este hecho es muy importante para Podemos, pues todos los inscritos tienen hasta el próximo día 27 de octubre de 2014 para votar los diferentes borradores, pues del 28 de octubre al 5 de noviembre, se podrán presentar candidaturas, para proclamarlas el 8 de noviembre; del 10 al 14 de noviembre votación de los candidatos y el 15 de ese mismo mes presentación de los resultados y cierre de la asamblea Si se puede. Un verdadero vértigo.
Recordemos que se votarán cinco resoluciones, que en realidad son los mimbres del programa electoral; son corrupción, educación, sanidad, economía y vivienda y donde la más importante es sobre la deuda que antes he descrito. Y tres documentos: ético, político y organizativo. Insisto de vértigo.
No me extraña que una formación que se bautizó por primera vez en las pasadas elecciones europeas, pueda y debe tener  en sus pasos para la Moncloa, verdadero vértigo.