En algunos países europeos, aunque nos sorprenda, la costumbre de usar vestidos folclóricos (léase nacionales o tradicionales) como etiqueta de gala es más habitual de lo que nos parece, tal y como hemos podido comprobar en el último bautizo que se ha celebrado en la corte sueca.
Siguiendo esa costumbre hemos hecho un recorrido por algunos de ellos donde, al igual que en Suecia, también es habitual vestirlos en eventos formales e informales, aunque a algunos nos pueda parecer algo así como llevar un disfraz.
Noruega, Dinamarca, Mónaco, Escocia, Austria y el estado libre de Baviera, son los lugares que hemos elegido.
Suecia
Como ya explicamos en el post que le dedicamos a este país escandinavo, durante la Fiesta Nacional (Sveriges Nationaldag), que se celebra el día 6 de junio, es toda una tradición que las damas de la Familia Real vistan el Folkdrält, un vestido muy identificado con la identidad nacional del país. Vestido que también es habitual vérselo lucir a algunas damas suecas para asistir a eventos de etiqueta, como recepciones al cuerpo diplomático, tales como la que se celebra en el palacio danés de Christiansborg, con motivo del Año Nuevo.
Llegada de la embajadora de Suecia vistiendo el traje nacionalSiguiendo esa costumbre, la princesa Sofía de Suecia nos sorprendió acudiendo al bautizo de su segundo hijo, el príncipe Gabriel, luciendo un vestido folclórico típico de la provincia de Dalarna, que se corresponde con el ducado que se le ha otorgado al pequeño príncipe. Por parte de los entendidos, la decisión se ha calificado como de muy acertada ya que es todo un guiño a ese lugar de Suecia.
Entre las singularidades de Dalarna destaca, especialmente, el haber conservado determinados rasgos propios y diferenciales a través de una rica cultura popular, tales como la música, la pintura y las artesanías, entre las que están los bordados que la princesa lució entre los adornos del vestido en cuestión.
Vestido tradicional de la región de Dalarna como prenda de gala. Foto: Blog Royal MatchNoruega
Noruega es otro país donde la costumbre de vestir con trajes típicos (bunads) forma parte de la etiqueta habitual del país. Destaca especialmente verlos el día de la Fiesta Nacional (Syttende mai, Nasjonaldegen o Grunnlovsdagen), que se celebra el día 17 de mayo, en la que se conmemora la firma de la Constitución de 1814. Una fiesta en la que, a diferencia de lo que hacen otros países, desfilan los niños en lugar de los militares.
En Oslo, los miembros de la Familia Real suelen acudir a presidir el desfile ataviados con sus correspondientes bunads, como la mayoría de los participantes en la fiesta. Incluso hay artículos de prensa que se preguntan sobre cómo será el modelo elegido por la princesa heredera, quien suele ser muy proclive a su uso.
Los príncipes herederos de Noruega durante la fiesta Nacional. Foto: NTB scanpixExisten cientos de modelos de bunads, con colores y estilos diferentes para identificar la región de la que procede cada vestido. Para saber más: Norske Bunader
Otro momento en el que se pueden ver a las damas de la corte noruega vestir un bunad es para el posado de las fotografías oficiales de Navidad, para felicitar las fiestas a los noruegos.
Posado junto al árbol de Navidad. Foto: Blog Royal MatchTal y como hemos comentado que ocurre en Suecia, también en Noruega se suelen ver damas vestidas con bunads acudiendo a recepciones diplomáticas u otros eventos de gala.
Embajadores noruegos a la llegada a la recepción de Año Nuevo en Copenhagen. Foto:GettyimagesDinamarca
A diferencia de Suecia y Noruega, y a pesar de que Dinamarca también es muy devota de sus tradiciones escandinavas, no es habitual llevar vestidos folclóricos en eventos de gala u oficiales. Aunque hay dos excepciones.
La primera es en las Islas Feroe, donde el 29 de julio se celebra su Fiesta Nacional (Ólavsøka). La festividad coincide con la ceremonia de apertura del parlamento feroés (Løgting), al que todos los ministros y parlamentarios acuden con sus vestidos folclóricos tradicionales.
Ceremonia de apertura del parlamentoLa segunda es Groenlandia, en donde vestir el traje tradicional sigue siendo toda una tradición en la etiqueta de la isla, tanto en eventos públicos (fiesta nacional), como privados (bodas o fiestas familiares). Para saber más: Greenlandtoday: National Clothing.
Por ello no es de extrañar que los miembros de la Familia Real danesa suelan vestir con esa indumentaria durante sus visitas oficiales a ese territorio autónomo danés. Un gesto de respeto hacia la cultura inuit.
Los actuales príncipes herederos de visita oficial a Groenlandia, con el vestido tradicional.También te puede interesar: Vestido tradicional islandés
Mónaco
En el Principado de Mónaco, a pesar de que al país se le identifique exclusivamente con el lujo, la sofisticación y el glamour, existe un gran respeto hacia sus tradiciones culturales y folclóricas. Uno de esos elementos patrimoniales es su vestido tradicional, y no es extraño vérselo vestir a alguna de las damas de la Casa Principesca en algún momento de sus vidas.
Miembros de la familia principesca luciendo el vestido tradicionalVale la pena aclarar que, a pesar de ser un país soberano, el principado de Mónaco se encuentra ubicado geográficamente dentro de la región francesa de la Provenza. De ahí que muchas de sus costumbres guarden cierto paralelismo con las de ese lugar de Francia, tal y como ocurre con el vestido tradicional del país.
En la Provenza francesa existen tres tipos de vestidos folclóricos: el arlesiano (de Arlés), el del condado venesino (de Avignon) y el nizardo (de Niza). Este último vestido se diferencia especialmente de los otros dos por su falda de rayas rojas y blancas, que resaltan bajo el corsé, los mitones, el delantal y el chal negro.
A diferencia de lo que ocurre en los países escandinavos, en Mónaco el vestido se suele llevar de manera informal, especialmente en el evento “campestre” por excelencia del calendario del principado, como es la fiesta del “pique-nique national” que se celebra el primero de septiembre.
La princesa Charlene vistiendo un vestido tradicional de diseño
“U Cavagnëtu”, que significa “Día de campo”, es una fiesta tradicional monegasca con la que se marca el final del verano. Se celebró por primera vez el 14 de junio de 1931, a propuesta del presidente del Comité National des Traditions Monégasques, con el objetivo de reunir en un mismo evento las tradiciones y la gastronómica propias del principado, que los monegascos celebran junto a los miembros de la familia principesca.
Tiene lugar en el Parc Princesse Antoinette de Mónaco, e incluye una celebración religiosa, bailes tradicionales y una merienda en la que se incluyen especialidades locales como la socca, la tourte, la pissaladière o la fougasse.
Escocia
De todos es conocido que Escocia es tierra de kilts y de tartanes, que los escoceses suelen vestir tanto cuando acuden tanto a eventos informales, como formales. Todo un elemento de identidad nacional del país.
Ver a los royals británicos –reina Elizabeth, duque de Edimburgo, el duque de Rothesay…- lucir tartanes escoceses es de lo más habitual cuando visitan esas tierra, especialmente durante las vacaciones estivales en el castillo de Balmoral, o cuando asisten a presenciar los Juegos de las Tierras Altas. Pero ¿de dónde viene esa tradición?
La reina Elizabeth y el duque de Edimburgo en una antigua foto de familia durante sus vacaciones en el palacio de BalmoralSegún se desprende de la bibliografía consultada, esta tradición real se inició en 1822, con la visita del rey George IV a Escocia, primera visita de un monarca reinante a ese país en dos siglos. Walter Scott, quien se encargó de organizar la visita, indicó al monarca la conveniencia de vestir un kilt, prenda que había estado prohibida unos años antes, y así ganarse el respeto de los escoceses.
No es de extrañar que en un país tan respetuoso por todas las tradiciones de las diferentes naciones que lo integran, los miembros de la familia real sean los primeros en sumarse a ello. Para saber más: Tartan and the Royal Family.
Boda escocesa. Foto: Hole in the donut cultural travel Pareja de novios vestidos con tartanes escoceses. Foto: The Celtic CroftPara saber más: A propósito de Escocia, hoy hablamos de Kilts.
Austria y Baviera
Y para acabar, no podemos dejar de incluir en este repaso los dirndl (para damas) y los tracht (para caballeros), que no solo se ven en el día a día de algunos pueblos y ciudades del sur de Alemania, Austria o Liechtenstein, sino que están perfectamente integrados en la etiqueta de gala de esos países, como puede ser la que se viste para acudir al elegante Festival de Música de Salzburgo, o en eventos privados como bodas o bautizos.
No obstante, vale puntualizar que este tipo de trajes, aunque tiene influencias de los trajes regionales, no deben considerarse como tales, ya que los diferentes diseños no vienen determinados por ser de una u otra región, sino por su propio diseño.
Aunque oficialmente ya no existen emperadores en Austria, ni príncipes en Baviera, hay que reconocer que en el siglo XIX tuvieron mucho que ver en la introducción de este tipo de vestidos entre las clases altas y la aristocracia de esos países. Especialmente destacado el papel del kaiser Franz Joseph I, a quien se le atribuye la modernización del traje masculino, en concreto los pantalones de cuero, conocidos como Lederhosen.
Una de las sorpresas que te llevas paseando por lugares como Viena, Salzburgo o Múnich es la cantidad de tiendas especializadas en la ventas de esos vestidos folclóricos, así como los extremadamente altos precios de los mismos.