Vestirse por los pies

En cuanto me regalaron estos zapatitos sabía que no podía tardar mucho en estrenarlos, normalmente cuando compro algo, lo dejo en el "vestidor" y lo voy lavando a medida que puedo para estrenarlo, porque no sé vosotras pero yo SÍ LAVO LA ROPA ANTES DE USARLA, hay mucha gente a la que le gusta estrenar la ropa con el olor de la tienda (que oye, si es el olor de la tienda genial, pero como sea el "tufo" de la que se lo ha probado antes que tú... vete a saber quien se lo ha probado, por cuantos "cuerpos" ha pasado esa bonita camisa)... en fin, que soy maniática y no estreno algo hasta que no está lavado :)

Lo bueno de estrenar ZAPATOS es que no hay que esperar a lavarlos, los puedes estrenar en el mismo instante que los compras ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡y eso es maravilloso!!!!!!!!!!!! Como comprenderéis no pude esperar a ponérmelos y además coincidió con un día espectacular, de los de terracita y tapa, con 20º y un solecito que iluminaba los rostros más tristes...
Y hablando de zapatos, siempre me he preguntado si mi obsesión por ellos se debe al hecho de usar una talla grande. Me explico. Desde que soy una "adicta a las compras" (con unos 13-14 años aproximadamente) siempre he tenido una talla grande, aunque llevara la 42 ya me costaba encontrar ropa que me gustara para salir con mis amigas, así que como prácticamente todo lo que había en las tiendas me iba pequeño, me centraba en buscar zapatos bonitos y diferentes. Bonitos en aquella época, porque ahora los veo y me horrorizo... pero en su momento lo eran.
Tampoco era tarea fácil ya que desde los 11 años gasto el 41de pie, y las que tengais ese número o un 36,  sabéis lo que pasa: "uy, es que de ese número solo me traen un par, y claro, ya se ha vendido". Llevan más de 15 años (madre del amor hermoso que vieja mayor me acabo de sentir contando los años que llevo igual...) dándome la misma explicación, digo yo que ya podrían traerles dos pares, que las niñas cada vez tienen el pie más grande... ¡¡¡¡OIGAN!!!! (Y ya ni hablamos de los 35, 42, 43...).
En fin, que como siempre me voy por los cerros de Úbeda, que no sé si por "no caber en la ropa" me convertí en una adicta a los zapatos, o aunque hubiese sido una figurina y hubiese cabido en todas las ropas del mundo mundial, habría sido igualmente una "shoeaholic" ... ¿qué creéis vosotras? 
¿Alguna experta en adicciones confesables?

En definitiva... los zapatos de hoy son una auténtica locura, las miradas van directas a ellos, en la tienda donde trabajo causaron furor... me venían a preguntar alguna cosita y se quedaban embobadas mirando los zapatos jejejejejeje y por la calle más de lo mismo, llaman mucho la atención y tienen un tacón muy bajito que los hacen aptos para aguantar todo el día de pie. 

¿Queréis ver cómo los combiné?
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