Tras diez meses de competición se cerró el telón y por desgracia nuestras ilusiones de ver a Fernando Alonso victorioso se esfumaron en una carrera agónica como nunca antes había visto. Sebastián Vettel se hizo con el título de pilotos tras una carrera impecable en detrimento de su compañero de equipo Mark Webber. Ahora lo único que nos queda será esperar la promesa de una nueva temporada apasionante.
La última carrera de la temporada ha sido un desastre para los intereses ferraristas. Sabíamos que en la salida iba ser complicado defender la posición con el piloto de la escudería McLaren Jenson Button y así fue, el piloto inglés hizo lo propio. No obstante, entraba dentro de lo previsto dado que la cuarta posición le valía al asturiano. Sin embargo, el coche de seguridad trastocó todos los planes de Ferrari. Tanto Petrov como Rosberg hicieron sus respectivas paradas en boxes, mientras que la cabeza de carrera se mantuvo en pista.
Una vez reanuda la carrera, unas vueltas más tardes el equipo Red Bull no dudó en usar a Webber como cebo haciéndole entrar antes de lo previsto a boxes. Ferrari preocupada por la degradación de sus neumáticos y queriendo preservar la posición optó hacer entrar a Fernando olvidándose que tanto Petrov como Rosberg quedarían por delante de Alonso una vez hubiera pasado por boxes.
El resultado final fue nefasto, el dos veces campeón del mundo nada pudo hacer para pasar al Renault, ya que su Ferrari no tenía suficiente velocidad punta por su configuración para una buena clasificación. A partir de aquí no hubo más carrera, hemos presenciado como una decisión estratégica le ha costado el tercer título mundial a Fernando Alonso. Muchas veces hemos podido ver como Alonso ha sido capaz de hacer lo imposible, sin embargo en esta ocasión no le han parado de crecer los enanos. Para colmo una vez más, la ayuda de su compañero ha sido nula y no hay que olvidar que el asturiano ha quedado 100 puntos por encima del brasileño, lo cual es para analizar objetivamente.
Al margen del resultado final, la verdad es que ha sido una temporada apasionante donde hemos tenido emoción por todos los lados. Polémicas, sanciones, decisiones absurdas de la FIA, lluvia…todo nos vale para dar pimienta a una temporada en la que hasta la última carrera no había nada decidido. Todo esto y más lo hemos podido ver este año a través de La Sexta encabezados por Antonio Lobato.
En muchas ocasiones se ha puesto en tela de juicio la imparcialidad de Lobato, pero yo me pregunto ¿no pasa lo mismo con los comentaristas del fútbol o del tenis? Francamente, puede que en ocasiones pueda ser demasiado pedante, pero hay que reconocerle que durante estos años que lleva ha hecho siempre retrasmisiones amenas y divertidas y cuya devoción por Alonso queda todavía muy lejos del fanatismo de muchos periodistas de importantes diarios deportivos.
En este año con la ausencia de Pedro Martinez de la Rosa, Marc Gené ha ocupado su puesto como comentarista y lo ha hecho de forma sobresaliente, con comentarios tan amenos como didácticos. Al igual que el resto del equipo de La Sexta, salvo una excepción, la del fichaje estrella Carlos Sainz que sin darnos cuenta se fue sin hacer ruido una vez comprobamos que lo suyo no es el micrófono.
De esta temporada me quedo con bastantes cosas. Por un lado hemos visto como el matrimonio “Ferrari-Alonso” nos va a dar muchas alegrías, por otro nos quedamos tristes por la oportunidad perdida. Mencionar también la decepción de la vuelta de Schumacher del cuál se esperaba más y por último suspender un año más a la FIA por sus ganas de destruir este deporte con sus polémicas y cambios de reglamento año sí, año también.
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