Alonso y Vettel se saludan en el podio de Buddh - AP.
Sabe Fernando Alonso que más allá de en los entrenamientos, en la calificación y en la propia carrera, hay otro lugar donde se puede restar décimas con los rivales: rodeado de micrófonos y ante los medios de comunicación. Horas antes del GP de India, tras quedar encuadrado quinto y en la tercera fila en la salida, el piloto de Ferrari dio en el blanco: “Este Red Bull terminará primero primero o segundo independientemente de quién lo conduzca”. Y que mostró optimista: “Creo al 100% que vamos a ganar el título”. Regaló dos frases para advertir en público que el dominador del Mundial no es Sebastian Vettel, sino el responsable del RB8, Adrian Newey. El alemán, que no pierde los nervios como antes ni dentro ni fuera de la pista, fue a lo suyo y venció con facilidad en el circuito de Buddh por cuarta carrera consecutiva y amplió a 13 puntos su ventaja en el liderato con Alonso, contento con la velocidad punta del F2012 y por haber podio batir a los McLaren y a Mark Webber, tercero, gracias al DRS a falta de 12 giros para el final.Bastante antes, en concreto en la 32ª vuelta, Vettel contestaba indirectamente a las declaraciones de Alonso restándole méritos. Sereno, el piloto de Reb Bull se dirigió a su equipo por radio: “Si queréis puedo estar un rato más”. Los punteros del Mundial, menos Hamilton, que lo haría poco después habían hecho la primera y única parada en boxes. Estaba tan cómodo Vettel que no se preocupaba por el desgaste de sus neumáticos y por perder algo de tiempo. Por entonces Alonso tenía entre ceja y ceja a Webber, a quien no tenía lo suficientemente cerca para adelantarle con el DRS, como haría cuando al australiano le falló el KERS. El asturiano se había merendado en al salida a Lewis Hamilton –cuarto al final– y se fue a por Jenson Button –quinto–, al que superó en la cuarta vuelta, mientras su compañero Felipe Massa, que hizo de tripas corazón para contener a Kimi Raikkonen y celebrar su renovación con el sexto puesto.
“La segunda posición es un regalo que nos permite mantenernos vivos en el campeonato. No nos rendiremos nunca. Faltan tres carreras (Abu Dabi, Estados Unidos y Brasil), nuestro momento llegará”, dijo Alonso. Mientras, Vettel se mostraba muy orgulloso y cauteloso: “Este circuito me encanta, es fantástico subir al primer escalón del podio otra vez. Todo ha salido según lo habíamos planificado. La victoria supone otro buen paso, pero aún queda mucho camino por recorrer. Tengo el Mundial en una mano, pero Fernando lo tiene en la otra”.