VETUSTA MORLA. Foto: Carolina Sánchez / Pequeño Salto Mortal
Siguiendo con su dinámica de dar pequeños saltos mortales, Vetusta Morla completa la cuadratura de su propio círculo con 'MSDL - Canciones dentro de canciones', el último disco en el que reimaginan, reinterpretan y regraban su anterior entrega, 'Mismo sitio, distinto lugar'.
Haciendo bueno aquello de que no hay quinto malo, se apoyan en el cuarto para darle una vuelta y encontrar todo un nuevo disco que no tiene necesariamente nada que ver con el anterior más allá de lo obvio. Con el vocalista Pucho (Juan Pedro Martín, Madrid, 1979) conversamos.
- Hola buenas, ¿qué tal las cosas en estos tiempos inciertos por el mundo de Vetusta Morla?
Hola, pues bien. En lo que a mis respecta bien de salud que es lo único importante en estos días. Por lo demás, intentando estar en el presente lo más posible y sobre todo “ser” uno mismo mucho más que nunca.
- Leía hace poco una biografía sobre Sabina y hay una frase que dice que viene al pelo para vosotros ahora mismo: "Los discos no se terminan, solo se dejan". ¿Este sentimiento os ha llevado a enredaros en este proyecto?
No. Este proyecto se ha cristalizado finalmente por varios motivos. En verano de 2018 fuimos invitados a formar parte de la programación de Veranos de la Villa y realizamos un concierto sorpresa para unas 200 personas. Después de tocar un mes antes delante de 38.000 personas en la Caja Mágica el contraste era brutal, y decidimos contrastar la propuesta igualmente tocando las canciones de nuestro último disco, 'Mismo Sitio, Distinto Lugar', de una manera mucho más íntima, rearreglando todos los temas para ese formato más reducido. Al final fue un éxito, pero el trabajo que nos llevó preparar ese concierto en tiempo récord nos picó el gusanillo para continuar el proceso de transformación de las canciones y plasmarlo en un disco.
Desde el principio de nuestra historia, siempre hemos jugado y transformado las canciones de nuestros discos e incluso de nuestras primeras maquetas, pero nunca lo habíamos recogido en un disco como tal, así que vimos que era el momento de hacerlo.
- Alguien me dijo una vez, no recuerdo quien ahora mismo, que lo ideal será grabar los discos al terminar la gira de presentación y no antes, para así tener tiempo de conocer más las canciones tocándolas cada noche. ¿Esto es un poco eso, verdad? Vosotros habéis rizado el rizo grabando el disco antes y después.
Si y no. Si, porque 'MSDL – Canciones dentro de canciones' se ha grabado después de la larga gira de presentación de 'Mismo Sitio, Distinto Lugar'; y no, porque las versiones de las canciones que se venían tocando en esa gira no son las mismas que se han grabado en el disco que estrenamos ahora. No son una evolución de las canciones de la gira, sino otras versiones.
A nosotros siempre nos gusta dejar un bis o un “extended” después de todas las giras a modo de regalo de despedida. Hicimos la colaboración con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia después de “Mapas”, o el “15151” después de “La Deriva”, o incluso la banda sonora del videojuego “Los Ríos de Alice” era una reinterpretación o descontextualización de muchas de las canciones de nuestro repertorio hasta la fecha. “MSDL – Canciones Dentro de Canciones” vendría a ser nuestro bis de “Mismo Sitio, Distinto Lugar”.
- Veo también en esta idea una reivindicación en general de la canción como CANCIÓN. Como ente vivo y siempre inacabado...
Para nosotros, de siempre, la canción es el eje fundamental de todo nuestro trabajo, es lo que da sentido a la banda, a los álbumes, al sonido y obviamente a nuestro público también. Es por esto que no podremos nunca dejar de verlas como seres vivos que mutan y se transforman a lo largo de los años como la vida en general.
- También pasa, ya sabéis, que la primera versión se suele quedar grabada a fuego en la memoria del oyente. De manera que ahora proponéis un juego que es también un poco desafío... tiene un poco de todo eso.Desde Vetusta Morla siempre hemos invitado o desafiado al receptor a descontextualizar las canciones y sobre todo las letras, y mucho más con nuestro anterior disco, que ya desde su propio título jugaba con la separación entre el sitio y el lugar. Con este disco, se hace más evidente esa idea y hemos conseguido convertir la conceptualización de esa idea en canciones.
- ¿Estáis preparados para la típica reaccción de 'pues me gustaba más la original'?
Esa reacción es inevitable, pero nos daría mucha rabia que el público se quedase sólo en eso. Preferiría que se viese como: “mira que bien, que hay dos caras de una misma moneda”.
- ¿Cuál es la sensación de volver a dar una nueva vuelta a canciones ya publicadas y centenares de veces tocadas?
Pues para nosotros es un sensación de diversión porque nos lo tomamos como un juego en el que la norma es no hacer la misma canción que ya existía, así que investigas, buscas y pruebas como un científico en un laboratorio con sus probetas para conseguir llegar a otro resultado desconocido y diferente del que ya conocías de memoria.
- ¿La idea es superar a la primera versión? Quiero decir, ¿quizás que quedéis vosotros mismos más satisfechos? O la idea es olvidarse de aquella primera versión y trabajar las canciones como si nunca antes hubieran sido grabadas.
Nunca nos hemos tomado este disco para competir con nuestro propio trabajo ni porque estuviésemos insatisfechos con el disco anterior. Simplemente es un juego creativo en el que lo importante, como se dice, no es ganar sino participar. Esto no es una competición ni de discos ni de canciones.
- ¿Recomendáis la escucha comparada de ambas versiones o para nada?
Cada cuál es libre de hacer sus escuchas como desee. De hecho ¡a mí nunca se me había ocurrido esa manera de escucharlo hasta que he leído esta pregunta! (¡Jaja!)
- El caso concreto de 'Te lo digo a ti' es llamativo pues, aunque la melodía esté ahí, ahora la canción está menos revolucionada y despojada de distorsión. ¿Os puede llegar a gustar lo mismo ahora que antes o eso es como escoger un hijo favorito?
Hombre, los gustos de cada uno cambian y seguro que hay cosas que hemos hecho en el pasado que ahora no las sentimos de la misma manera pero de ahí a elegir entre el ahora y el antes yo no puedo hacerlo. Cada cosa es fruto de su tiempo y su momento.
- ¿Y para los directos cuando los haya? Ahora podéis escoger dos versiones grabadas de una misma canción.
Claro. Dependerá de lo que se busque en cada repertorio, como siempre.
- ¿Os véis dentro de unos años deconstruyendo vuestras propias canciones al nivel extremo de un Bob Dylan para dejarlas irreconocibles o eso es ya un poco excesivo?
¡Nunca digas de esta agua no beberé! (¡Jejeje!)
- Para una banda con una agenda como la vuestra, ¿cómo se lleva esto de estar sin poder tocar tanto tiempo ya y lo que nos queda?
Pues llevábamos mucha gira seguida ya, así que el confinamiento nos ha pillado un poco en época de retirada a descansar y a desconectar, así que no lo estamos llevando tan mal.
- ¿Os animaríais a hacer algo currado por streaming o a tocar por ejemplo en un autocine?
Haremos algo cuando la salud de todos los que participemos en cualquier evento esté absolutamente protegida y cuando las autoridades sanitarias lo permitan. Nos gusta reflexionar y pensar todos nuestros movimientos y la urgencia nunca ha sido nuestro fuerte.
- No querría dejar pasar la ocasión de preguntaros por 'Los abrazos prohibidos'. ¿Cómo surgió y cómo fue reuniar a tanta gente? Me gustó especialmente que todo lo que recaude vaya a ir al CSIC, todo un gesto en estos tiempos en los que hay sectores que pretenden denigrar a la ciencia. Es una declaración por vuestra parte, desde luego.
Muchas gracias. La verdad es que lo veíamos algo necesario con la que está cayendo. La idea llegó a través de Guille, nuestro guitarrista. El escritor Benjamín Prado le habló del poema colectivo “El Vals de los Salvavidas” que había elaborado como homenaje a las sanitarias y sanitarios junto a otros autores. Un poema coral que entre Benjamín y Guille se les ocurrió musicar.
Dada la pluralidad de autores de ese poema, Guille propuso abrirlo también a la diversidad en lo vocal, de ahí que la convocatoria para los que quisieron sumarse fue tan bien recibida. Es nuestra manera de interpretar esta pandemia: o pensamos en todos o no saldremos ninguno.