Y yo que pensaba que esta edición daría de qué hablar, me enfundé en un carísimo (y prestado) Hervé Leger, me calcé unos Jimmy Choo (cosecha propia) y me las ingenié para meter a presión todos mis trastos en un cluch precioso pero poco práctico; y va y resulta que la gran noche organizada por " La Biblia" de la moda fue bastante regularcilla, por ser generosa.
El concepto es el mismo de todos los años: tiendas de lujo abiertas de noche, gente guapa, moda en la calle, promociones, prensa, copas, canapés, photocalls...el resultado, el mismo de todos los años, de dudoso éxito.
Había mucha gente, pero menos que ediciones anteriores, aún así la suficiente para agobiarse y no poder entrar casi en ningún sitio (olvidémonos de las copas, los canapés o hablar en un tono normal). Pocas o ningunas ganas de comprar por parte del personal, tiendas revueltas como si del primer día de rebajas se tratara y postureo, mucho postureo.
Debo confesar que duré escasamente dos horas antes de huír a una de las fiestas que se organizaba en una discoteca próxima, de la que también me fui al poco rato.
Aunque como siempre lo mejor de la noche, fueron las invitadas.
Os he hecho mi top 5 particular de las grandes "Iiiuggg" de la noche.
El puesto nº5 es para una habitual en los rankings de este tipo. La siempre típica-tópica Agatha Ruiz de la Prada, que recientemente nos ha obsequiado en la MBFW con exactamente más de lo mismo. Ya solo con ver el tocado de lejos, supe de quien se trataba.
El 4º puesto es para la pelota de la fiesta, Cósima Ramirez, que iba hecha un primor con su falda de la ganadora del puesto 5.
El 3º es para mi ganadora indiscutible del año pasado. A ver, Laura Hayden, por mucho Chanel que sea, no deja de ser un ¡pichi vaquero! que está bien cuando tienes cinco años, pero con tus veintitantos, pues ya no. El bolso era mataor, por cierto y el maquillaje, de tanatorio.
El segundo puesto es para otra habitual, Raquel Sánchez Silva que llevaba un total look de Gucci. De Raquel ya sabemos todos que es una horterilla, pero jolin, debería haber aprendido/escarmentado/despedido a su estilista que evidentemente ¡le odia!
Y el puesto nº1 es para la mayor Cruella de Vil de España, Elena Benarroch, la "diseñadora" más cara y famosa de prendas con pieles de animales. Que llegaba así de estupenda con su porte y apariencia de villana de cuento de hadas. Lo raro es que su abanico no estuviera hecho con una cría de foca.
Y bueno, mis ganadores estaban bastante cantados, la verdad es que se lo pusieron bastante fácil.
Ella, la modelo Sheila Márquez, por su rollete roquero y esa locura de minifalda hecha con cota de malla y sus botazas Jimmy Choo.
Y él, el actor y modelo Jose Lamuño, por guapo (ultra guapo), por pelazo, barba perfecta y un look muy casual compuesto por básicos que si bien no es muy de mi estilo, lo llevó perfecto.
Y la mención honorífica se la ganó por goleada la siempre escandalosa Vinila Von Bismark, con su vestido Gucci de encaje, su braga-faja y los tatuajes de los que tan orgullosa se siente al aire. La verdad es que dio mucho juego y a mí ella como casi siempre, no me defraudó.
Y colorín colorado... hasta el año que viene. Eso sí, pienso volver pero la próxima vez me llevaré un bolso grande y una botella de Moët dentro, que si bien es de mal gusto beber a morro el champagne, de peor gusto es tirarse de los pelos por un sorbito de cava barato en una copa de plástico.
Besitos que hacen ruidito al andar...