Vhäldemar nace a finales de los 90 en Bizkaia, cuando el guitarrista Pedro J. Monge decide crear una banda de Heavy Metal junto al cantante y guitarrista Carlos Escudero.
Actuación
Personalmente nos soy muy fan del Heavy o Power Metal, es un tipo de música que no me suele entrar, pero eso sí, cuando un grupo me entra lo hace con fuerza y me convierto en un acérrimo seguidor. Eso fue lo que me ocurrió la primera vez que escuché a Vhäldemar, me quedé prendado de su trabajo, todos sus temas son puros himnos, la calidad de los músicos es brutal, el vocalista tiene un registro espectacular, el diseño, la producción…todo estaba realmente bien trabajado. Vhäldemar es un grupo que deslumbra desde la primera escucha y que cuanto más te pones sus temas más matices captas y más enganchado quedas.
Bueno, pues vamos con la reseña se su actuación en el Resurrection Fest: Eran las 8 de la tarde, justo terminada el brutal concierto que había dado Testament, mientras la banda se hacía la típica foto de rigor con los asistentes, algunos salíamos corriendo al Ritual Stage para coger un buen sitio en las primeras filas. Creo que debí de dar un buen sprint porque al llegar al pie del escenario había poco público, pero poco a poco nos empezamos juntar miles de metaleros dispuestos a darlo todo…y justo en hora comenzaron a sonar los primeros acordes del tema “Metalizer“.
Joder que calidad, se notan los más de 20 años de experiencia, los cientos de directos y las tablas que han ido adquiriendo Vhäldemar. El sonido, tras unos primeros ajustes, era realmente bueno y la gente empezaba a animarse.
Creo recordar (perdí los apuntes) que el segundo tema fue “1366 (Old King’s Visions Part V)“. Hablando caro y sin tecnicismos, es un puto temazo!!! Rápido, variado, con riffs elaboradísimos y pegadizos y partes vocales realmente impresionantes. Era impresionante ver como todos los asistentes, con mayor o menos acierto, acompañábamos al grupo haciendo los coros, muy épico.
Carlos Escudero, el vocalista además de tener un registro espectacular es un showman, no paró de moverse en los 45 minutos que duró el concierto. Se notaba una gran complicidad con los otros miembros del grupo. Hablaba con el público, corría, se lanzó y se mezcló entre la gente incluso le pegó un soberano lametazo en la cara a Pedro J. Monge.
En resumen, un concierto de 10, si te enteras que tocan por tu zona, no pierdas la oportunidad verlos, no te vas a arrepentir.
Vhäldemar en el Resurrection Fest 2019