Aupados por los cánticos de su público, los galos salieron a por todas desde el incio. Sin embargo, sus acciones se vieron marcadas por el alocamiento y los errores de manos, que convirtieron el duelo en un correcalles en los primeros minutos. Pese a ello, la seguridad pateadora de López les mantenía por delante en el marcador (6-5) y pudieron respirar cuando cayó lesionada la estrella visitante a los veinte minutos.
Los escoceses, aunque nunca se rindieron, se vieron afectados y llegaron al descanso en desventaja (13-11). Asumida ya la ausencia de su guía espritual, salieron espoleados en la segunda mitad y se aprovecharon de un despiste francés para ensayar por medio de Swinson a los tres minutos (13-16). Sin embargo, una acción de mala fortuna (se le cayó el oval a Russell cuando iba a intentar la transformación) invirtió la dinámica de los equipos. Entonces fueron los franceses los que se vinieron arriba (empataron tres minutos después) y tomaron la inicitava para lo que quedaba de tarde.
En medio de un choque bronco, en el que abundaron los piques entre los jugadores, Francia recuperó por momentos su espíritu de antaño y buscó la línea de marca con denuedo. Tanto, que a veces renunció a fáciles tiros a palos para intentar sumar más ensayos. No lo consiguió por milímetros y, a falta de diez minutos, ya decidieron ir a lo seguro. López convirtió por duplicado dos golpes de castigo cometidos por sus rivales y ahí acabó todo (22-16). Publicado por Mascherato viola en 11:26
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