Vía Verde del Noroeste, ubicada en Murcia nos permite apreciar un circuito que cambia constantemente su entorno

Las Vías Verdes son una forma de descubrir un territorio, disfrutar el aire libre y divertirte dando algunas pedaleadas. En particular, si no has escuchado hablar de la Vía Verde del Noroeste, notaras agradablemente que se halla apenas al otro extremo en la Península, específicamente en Murcia.

Esta Vía Verde, en un inicio, se había planificado como una sencilla vía de ferrocarril que buscaría el poder vincular a la capital regional con la capital serrana Caravaca de la Cruz. Así, en aquel entonces (por el año de 1931) comenzó a operar el tren del Noroeste; sin embargo, sus ambiciones nunca pudieron concretarse, y con varias proyecciones fallidas, el servicio fue dado de baja para el año de 1971 (aun con servicio para un tramo, hasta que al fin dejo de operar).

Así, de parte del Gobierno de Murcia (junto a los ayuntamientos en la comarca) se dieron a la tarea de preparar un itinerario para transformas esta ex vía ferroviaria en una Vía Verde; pero, este esfuerzo (encargado a algunos técnicos expertos) implicaba el tomar en cuenta que por el paso del tiempo ya se habían perdido algunos tramos del trazado original que fueron reemplazados por carreteras, autovías, sembradíos y sectores urbanizados.

Al final, para 1998 sólo se habían rehabilitado 40km de la Vía Verde (que se encontraban entre los Baños de Mula y Caravaca de la Cruz); lo que podría generar cierta sensación de una experiencia incompleta. Aunque, gracias al Ministerio del Medio Ambiente, para el 2011, se dio por culminada el trazado completo de esta Vía Verde, lo que permite trasladarse de Murcia y hasta Caravaca sin ningún tipo de interrupción (con algunos ligeros inconvenientes con la señalización). Mientras que, para mantener su vigencia y atractivo, desde el mes de noviembre del año en curso se han dado a la tarea de dar mantenimiento al circuito original (en la vía que cruzaba por Mulas) para ser más accesible y actualizado.

Que puedes apreciar al cruzar por la Vía Verde del Noroeste

Denominación: Vía Verde del Noroeste. Tamaño del trazado: 78 kilómetros de longitud. El circuito corre de la Universidad de Murcia y hasta la Caravaca de la Cruz. Nivel de dificulta: Sencilla con cierta atención a la señalización.

El trazado, de vía Verde del Noroeste, da inicio en Campus de la Universidad de Espinardo, cruzando desde el principio por el único túnel que se presenta en este tramo (esperando del otro lado, la Ribera de Molina); el circuito discurre tranquilo y sin complicaciones de Molina de Segura y hasta el Río Segura, hasta tener que girar y llegar hasta Alguazas.

Si bien el circuito puede ganar algo de altura, esta es imperceptible. Algunas de las zonas apreciadas son áridas y con cierto aspecto de territorio lunar (colinas llenas de grises y arcilla, salpicado con los tonos contrastantes de naranjos y limoneros). Mientras que, con la temporada invernal, los frutos colgando en las ramas son un toque realmente llamativo.

La mutación se puede apreciar al llegar a Río Mula con un intenso verde que contrasta de un modo muy marcado por las laderas enyesadas (nominadas como bandlands, ya que en ellas no puede crecer nada). Mientras en el Itinerario, en la Mula, hay una sección que conecta con la "Senda del Agua" (parque regional en Sierra Espuña -uno de los más relevantes en Murcia y su región).

Entre tanto, los puntos que puede requerir de cierto grado de habilidad son las secciones montañosas (ya que debido a que ha perdió el trazado original, la alternativa puede hacer un largo rodeo que busca evitar la carretera C-415); y si bien el rodeo es algo tedioso, logra llegar al Santuario del Niño de Mula y de ahí tomar una de las secciones más bellas y tranquilas de esta Vía Verde (con puentes y túneles).

También es posible apreciar una mutación del entorno, cuando pasas a los bosques con pino carrasco. En tanto, es recomendable hacerse de una buena dotación de agua, antes de partir de Mulas, debido a que la vía circula a casi un kilómetro alejado de la ciudad. Bullas también es un punto para visita, y tal vez puedes hacerte algo de tiempo para apreciar el Museo del vino con sus bodegas (y este es otro de los puntos que han perdido el trazado original, por lo cual deberás de toma una ruta tranquila, antes de volver a la vía que ha sido recuperada).

El último tramo, es una senda llena de viñedos, pinares y agradables huertas, mientras corren las vegas de los ríos Argos y Quípar. Y aquí es otro de los puntos montañoso a los que tendrás que hacer frente; entre tanto, otra visita obligada es el pueblo que se halla cerca del cerro (inclusive subir hasta la Iglesia es algo complicado, pero como recompensa obtienes un paisaje increíble).

Finalmente, en la entrada natural por el valle del Río Argos, es cuando identificas que has llegado a la Caravaca (en dónde en lo más alto se encuentra levantado el Santuario de la Vera Cruz). Y tal vez, lo único lamentable, es que desde este punto y hasta la zona céntrica de la ciudad, no existen carriles exclusivos para circular tranquilamente con la bicicleta.

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