marzo 7, 2014
España, Madrid
Busco experiencias que me hagan sentir libre. Viajar es una de ellas, patinar se ha convertido en otra y la combinación de las dos es indescriptible. Ayer surgió un plan bastante improvisado (aunque llevaba tiempo rumiándolo): hacer sobre ruedas la ruta de la Vía Verde del Tajuña.
El camino empieza a unos 300 m. del metro de Arganda del Rey (línea 9). De ahí sale una pista asfaltada roja que discurre durante 49 kilómetros hasta Ambite. La primera parte es una subida suave pero constante de 10 kilómetros. Si el día está despejado y miramos hacia atrás, vemos Arganda, al fondo Madrid y detrás las montañas nevadas. Con la lengua por fuera después de la cuestecita llegamos a la cementera y allí, tras recuperar el aliento, comienza lo divertido: la bajada a Morata de Tajuña. Rodeados de olivares, sorteando aceitunas por el carril bici y con vistas a la vega discurren los siguientes 5 kilómetros hasta el primer pueblo. En Morata de Tajuña cambiamos el asfalto rojo por las calles del pueblo (maldito pavimento para los patines). No os despistéis y volved a la vía verde rápidamente ya que un desvío puede ser fatal (existe riesgo de que la ruta acabe en el bar del pueblo, así que recordad: una cerveza hidrata, con dos empiezan a pesar las piernas, tres ¿¡tres!? Incautos, ¿habéis pensado que, al menos, hay que volver a Arganda?).
Después de las cervecillas en Morata, conseguimos continuar con la ruta
Nosotros conseguimos retomar el camino hasta el kilómetro 21. Allí, en un área de descanso, decidimos emprender la vuelta (21 kilómetros se hacen bien, pero tuvimos cabeza y cansancio suficientes como para tener en cuenta que había que doblarlos para regresar a Arganda). Costó un poco la subida hacia la cementera, pero desde allí hasta Arganda son 10 kilómetros de bajada con unas vistas impresionantes que se hacen, si quieres, sin darte impulso una sola vez. Creedme: lo disfruté.
Expresa perfectamente la sensación de la subida desde Morata a la cementera
La cementera o un paisaje de otro mundo
Atardece (y nos anochece) de vuelta a Arganda
Una gozada…
Si sois unos valientes (o temerarios) que sepáis que la ruta continúa por Perales, Tielmes, Carabaña (aquí se bifurca y se puede optar por el ramal hacia Estremera), sigue por Orusco y termina en Ambite. Ante todo, tened en cuenta la vuelta. En total, serían 98 kilómetros, aunque siempre se puede coger un autobús de línea (si os habéis traído zapatos) o llamar a algún amigo caritativo con coche para que se apiade de vosotros. También está la versión contaminante de repartirse en dos coches, dejar uno en Arganda, otro en Ambite e ir luego a por el coche… en coche.
Aunque es una ruta bastante deportiva, también hay opciones turísticas en el camino: el museo del tren de la Poveda, las viviendas cuevas cerca de Tielmes, las huellas de la batalla del Jarama (IV jornadas conmemorativas el 14, 15 y 16 de marzo) y, por supuesto, los paisajes que te encuentras en el camino.
No os olvidéis del agua.
El recorrido es genial para hacerlo en bici o, como es mi caso, en patines. Go!
Información de interés:
- Cuidado con las radiales (las carga del diablo) y es probable acabar pagando 3€ de peajes. A3… id hacia la luz (R3 es el final del túnel, mal).
- Si vais en transporte público hay que bajarse en el metro de Arganda del Rey (línea 9).
- Para los que quieran ida pero no vuelta, echad un ojo a los horarios de los buses 322 y 326. De Argabus.
- Plano e info de la ruta por Metro de Madrid
- Insisto: agua, agua y agua (para 15 kilómetros sin fuentes).
Fresca, antes de empezar la maratón
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