Y ya el último día nos levantamos con penita, los días que pasamos allí fueron geniales, me gustó muchísimo tanto la capital como los pueblos de alrededor, disfruté mucho de cada una de las visitas que hicimos y conocí a gente maravillosa que espero volver a ver, seguramente vuelva pronto a La Rioja que aún me quedaron muchos sitios por conocer.
Pero todo lo que comienza tiene un final y teníamos que coger el tren para Zaragoza sobre las 10 que allí nos esperaba el AVE hasta Sevilla y luego una hora más de coche hasta Huelva. Así que tras la larga jornada de vías y carretera a eso de las 8 y pico de la tarde llegué a Huelva, cansada, pero con una sonrisa en la cara y la maleta llena de recuerdos.