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Viajar a ver baobabs africanos: el árbol milenario

Publicado el 11 diciembre 2014 por Inshalatravel @inshalablog
Viajar a ver baobabs a Gambia. Inshala Travel. Foto: Cris TerreExiste una creencia africana que dice: “si duermes a la sombra de un baobab regresarás algún día a África”. He de reconocer que aún no he dormido junto a un baobab, pero el día que lo haga quizás ya no quiera volver más… ¡a mi país!. Hagamos el hatillo y a viajar a ver baobabs…   Sin embargo, es un árbol que no sirve para casi nada, su madera es de mala calidad y sus raices poco profundas, además es un árbol que no ofrece una sombra apetecible como las majestuosas acacias de la sabana africana. Es un árbol hueco, inseguro y “raro”. ¡Tururú!   La corteza es usada para hacer cuerdas, el fruto se usa como sustituto de la quinina para prevenir la fiebre y la disenteria (fuente Wikipedia). La Pulpa de baobab (Buoy) es comestible, rica en vitaminas y se utiliza para hacer bebidas refrescantes. Con sus hojas se hace sopa Su corteza se utiliza para hacer pegamentos y cuerdas mientras que su fruto disecado es una preciosa pieza decorativa. Yo tengo en mi casa un Mankala con semillas de baobab.   Y es extrañamente bello, misterioso, embaucador, incluso para el Principito de Saint Exupery.   Puedes encontrar baobabs en Madagascar, en el África subsahariana -en Senegal lo veneran e incluso aparece en sus billetes-, en Namibia, Zimbadbue, Sudáfrica, país que estableció “la Orden del Baobab” para premiar a sus ciudadanos excepcionales, Malawi, Bostwana y Tanzania entre otros. Fuera de áfrica sólo se puede encontrar en Australia. El baobab puede llegar a vivir más de 3.000 años y en ocasiones alcanzan los 30 metros de altura y diez metros de diámetro. Y lo más importante, pueden almacenar hasta 120.000 litros de agua, lo que les hace una pieza esencial en África subsahariana y desértica donde vive. En muchos países africanos es venerado como árbol sagrado para muchas tribus como los dogones.   Viajar a ver baobabs a Senegal. Inshala Travel. Foto: Mig Sin embargo lo que más me gusta del baobab aparte de su singular belleza es su extraña forma y la cantidad de leyendas que existen relacionadas con los baobabs. Como si se tratará de una telenovela aparecen los celos de los dioses creadores del mundo que, al contemplar la majestuosa belleza de este árbol milenario, sintieron celos de ellos y decidieron darles la vuelta para que mostrasen sus raices en lugar de sus ramas. Otra versión más magnanima con los dioses prefiere referirse a la vanidad de los baobabs al crecer y crecer sin parar hasta llegar a la altura de los dioses que, indignados y llenos de razón, no podían permitir aquella actitud y decidieron castigar a los baobabs a vivir boca abajo. Así de simpáticos y de puros eran esos “dioses”.   Viajar a ver baobabs a Gambia. Inshala Travel. Foto: Cris TerreFieles al estilo africano en el que lo difícil se convierte en fácil y lo fácil en muy difícil también se cuenta que en algún lugar de África hay un baobab tan enorme que alberga en su interior una estación de autobuses, ¡toma ya!. Y si una persona bebe agua en la que se han mojado semillas de baobab, quedará protegido del ataque de los cocodrilos, pero si osa arrancarle una flor al baobab, morirá devorado por un león.   Peter Matthiessen, naturalista y escritor estadounidense dejó escrito: “El baobab es el árbol en que nació el hombre” y en Zimbabwe dicen que los baobabs son los brazos petrificados de guerreros gigantes fallecidos en el fragor de la batalla, y que sus ramas son sus dedos, que se agitan en el aire queriendo coger un arma que les permita volver a la lucha. Esta leyenda explica por qué en algunos poblados las mujeres van a parir bajo este árbol, con el fin de que sus bebés crezcan sanos y fuertes o por qué bañan a los recién nacidos en un barreño con agua en el que introducen un trozo de corteza de baobab (Fuente: “A la sombra del baobab” de Xavier Moret).   ¿Te has atrevido a dormir a la sombra de un baobab? #QuieroViajar #África Click To Tweet   Por mi parte este es mi punto de vista sobre los baobabs: ¿os acordáis del juego “el escondite inglés”?, ¿si? pues los baobabs lo juegan permanentemente, durante siglos. Así es, esa es mi versión. En este juego, un niño se gira para dar la espalda al los demás y cuenta hasta 10 mientras que los jugadores avanzan hacia él. Cuando termina de contar se da la vuelta para sorprender a los jugadores que no ha conseguido quedarse petrificados en posiciones a veces inverosímiles. Si te pillan moviendote, vuelves a empezar. Eso les ocurre a los baobabs, que se quedaron petrificados en posiciones singulares para que el niño que se gira y cuenta (¡dichosos dioses!) nos les haga volver al inicio del juego.   Viajar a ver baobabs a Gambia. Inshala Travel. Foto: Cris TerreSi queréis disfrutar de más leyendas os dejo un par de enlaces interesantes: ruthaciaafrica y el delicioso texto de Focusonwomen   Quizás no sabéis que es posible tener un baobab en tu casa, plantadito en una maceta como nos explican el la web de facilísimo ¿Te animas a tener un baobab en tu casa? puedes pedirlo a los Reyes Magos de Oriente… -si señores, sí existen y no son los padres!         Estoy enamorado de este árbol tan diferente, me encanta el imaginario (o no) africano que existe a su alrededor.   ¿Nos cuentas tu versión sobre el origen de los baobabs? ¿hacemos un concurso? ¿Qué os parece?   Mig   Follow @@inshalablog   GD Star Ratingloading...

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