Viajar con bebé en coche garantizando la seguridad del bebé y el bienestar general de todos los pasajeros es tarea fácil teniendo en cuenta una serie de directrices.
Un viaje largo en coche resulta cansado para cualquiera, más aún si se trata de un bebé. El trayecto debe ser seguro y cómodo para toda la familia, así que es recomendable seguir unos consejos útiles que se suman a la preparación del niño. El objetivo es conseguir una actitud positiva.
1. Su seguridad, el elemento clave
No cabe escatimar en cuestiones de seguridad. Recuerda que la normativa insta a que los niños viajen en la silla infantil apropiada para su altura y su peso hasta que midan 1,35 m, lo que se produce alrededor de los 12 años. En cuanto a las sillas, actualmente conviene dos normas: la ECE R44/04 y la nueva ECE R219 o i-Size, que se diferencian por los criterios de clasificación.
La silla que adquieras debe estar debidamente homologada y tener el sello que demuestre que se adhiere a una de las dos. Muchos padres se decantan por la i-Size porque contempla el estándar ISO para la sujeción de las sillas al coche isofix, en lugar del cinturón de seguridad. Una silla isofix reducirá el recorrido que la cabeza realiza hacia adelante en un impacto frontal, a lo que se añadirán las ventajas de viajar a contramarcha.
En cualquier caso, puedes echar un vistazo a estas sillas de coche con descuentoy comprobar si algún modelo se adapta a tu coche, a tu bebé y a tus necesidades.
2. Aprovecha el espacio
Si viajas en coche y tienes un maletero espacioso, aprovecha para llevar todo lo que necesitas. La silla de paseo será indispensable en el lugar de destino si el bebé aún no anda o si, aun haciéndolo, se sigue cansando con facilidad. Será fundamental llevarlo con el plástico para la lluvia o la capota/sombrilla dependiendo del tiempo.
Otros elementos que son útiles son la cuna de viajes y la trona portátil. La primera evitará las malas noches porque el niño extrañe, garantizará la comodidad de su hogar y se podrá usar también como parque de juegos. La segunda evitará la molestia de tener al niño de brazos en brazos en el bar o restaurante, si este no cuenta con tronas o si todas están ocupadas.
3. No olvides el entretenimiento
Los juguetes, los juegos o las canciones son las mejores armas contra el temido aburrimiento, pues si el niño se cansa se pondrá insistente. Y eso puede generar estrés en el/la conductor/a, que debe estar plenamente concentrando en la carretera.
Es mejor que los juguetes y otros artículos no vayan sueltos en la parte trasera, porque en caso de colisión se convertirán en proyectiles. Lo ideal es que, al menos mientras no está dormido, algún adulto se coloque en el asiento trasero junto a él/ella, siempre que sea posible.
4. Viaja de noche
Los niños tienen más facilidad que los adultos para dormir en el coche, así que si viajas de noche es posible que vayan durmiendo y se puedan evitar los berrinches propios del cansancio y el aburrimiento. Pero claro, eso implica buscar un equilibrio entre su horario y el de los adultos, pues sería contraproducente que los padres estuvieran muy cansados a la mañana siguiente y los niños llenos de energía.
Para que se duerman, uno de los aspectos clave es garantizar su comodidad. Procura vestirlos con prendas holgadas y que no les generen frío ni calor según la época del año, además de mantener la temperatura del coche entre los 21 y los 23 grados.
5. Haz las paradas necesarias
Las paradas son necesarias en cualquier caso, pero más aún si se viaja con bebés. Estas deben producirse cada dos horas e implican la salida del coche para estirar las piernas y poder airearse. Por eso es de utilidad que busques una zona libre apartada de la carretera y con sombras, como un merendero.
Retira al bebé de su silla para que pueda moverse. Si ya anda, da unos breves paseos con él/ella que le sirvan de refrigerio. Si aún no camina, lo ideal es que lleves en el coche una manta viaje para colocarla en el suelo y que el bebé pueda sentarse o gatear. También puedes aprovechar para jugar o cambiarle el pañal.
6. Lleva agua y snacks
Las paradas son el momento ideal para alimentar al bebé, pero el agua y los snacks no deben faltar en ningún momento. Lleva biberones suficientes con agua y otros líquidos, así como potitos que se puedan consumir en frío y otros alimentos apropiados para su edad.
Si aún estás amamantando, debes darle el pecho con el coche detenido, así que aprovecha para descansar según la demanda. Si tienes problemas de grietas o de otro tipo, es recomendable que lleves contigo el sacaleches, que está considerado un dispositivo médico y no ocupa apenas espacio.
7. Evita que se maree
El viaje puede hacerse muy cuesta arriba si los temidos mareos hacen acto de presencia. Se pueden evitar, y una de las claves es hacer comidas ligeras en pequeñas cantidades antes de comenzar el viaje, pues con el estómago vacío hay menos posibilidades de sufrir mareos.
Coloca al bebé en la parte central del asiento de atrás y, si es propenso a sufrir mareos, opta por entretenimiento que no sea mirar el dispositivo móvil. Además, es útil que ventiles y que mantengáis una conducción suave en todo momento, más aún si se trata de zonas con muchas curvas.
Si observas náuseas, malestar, sudoración excesiva, bostezos frecuentes o te dice que quiere vomitar, procura que el aire le llegue a la cara. Si los síntomas persisten, habrá que parar para que se refresque.
Ante todo, paciencia. Viajar en el coche con el bebé puede ser muy fácil o muy difícil dependiendo de cada/a niño/a, pero sé flexible, no te agobies y toma nota. La próxima vez quizás se puedan evitar ciertas situaciones desagradables.
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