Viajar en avión y bebés, dos conceptos que cuando aparecen unidos ilusionan y aterran a partes iguales, ¿verdad? Viajar en avión con un bebé puede ser una experiencia inolvidable, pero ¡no queremos que lo sea en el mal sentido!
Las miradas curiosas de los demás pasajeros, las risas nerviosas de nuestros peques, el miedo a qué lo pasen mal o a que se pasen todo el viaje llorando… Cada momento de un viaje con bebés en avión es una mezcla de emociones, sorpresas y temores.
Viajar con un niño pequeño en avión puede sonar como toda una épica hazaña de equilibrio y logística. Pero, no os preocupéis. Hoy voy a compartir con vosotros todo lo que es necesario conocer y tener en cuenta antes de subir a bordo con un bebé.
¿Qué pasa si viajo con un bebé en avión? ¿A partir de qué edad pueden viajar en avión los bebés? ¿Qué documentación necesitan? ¿Cómo evitar que le molesten los oídos a un bebé en el avión? La respuesta a todas estas preguntas y muchas más, en el post de hoy.
Agárrense de sus asientos, abróchense los cinturones de seguridad y prepárense para despegar hacia el emocionante mundo de viajar en avión con un bebé. ¡Puede ser el mejor viaje de vuestra vida!
¿A qué edad puede viajar en avión un bebé?
Antes de despegar es importante tener en cuenta algunas consideraciones para garantizar la seguridad y comodidad de tu bebé.
Según AENA, un bebé puede volar en avión una vez hayan pasado 48 horas tras su nacimiento. Para hacer vuelos cortos habrá que esperar a que pasen 7 días del nacimiento y 21 días para vuelos de larga duración.
¿Significa esto que un bebé recién nacido puede viajar en avión prácticamente desde que sale del hospital? Si bien es posible volar con un bebé desde su nacimiento, debemos recordar que algunas compañías aéreas establecen requisitos específicos en cuanto a la edad mínima del bebé para volar. De modo que, antes de hacer tu reserva de vuelo, asegúrate de revisar detenidamente las políticas y requisitos de la aerolínea en la que planeas volar. Así evitarás encontrarte con obstáculos inesperados en tu aventura aérea.
También deberíamos tener en cuenta de que, aunque la normativa lo permita, no podemos olvidar que los bebés recién nacidos tienen un sistema inmunológico delicado e inmaduro y que viajar en avión puede aumentar la exposición a enfermedades infecciosas. Además, los bebés prematuros o con condiciones cardíacas o pulmonares pueden experimentar algunas dificultades debido a los cambios de oxígeno en la cabina. Por ello, es recomendable consultar con su pediatra antes de volar.
Bebé viajar en avión – 48 horas tras nacimiento
Viajes cortos – 7 días del nacimiento
Viajes largos – 21 días del nacimiento
Consulta políticas y requisitos de cada aerolínea
¿Qué documentación necesita un bebé para viajar en avión?
De nuevo, es recomendable consultar las políticas y requisitos de cada aerolínea, aunque, como norma general, esta es la documentación que necesita un bebé para viajar en avión, en función del destino del vuelo:
Vuelos nacionales
Un bebé puede viajar en avión sin documentación ni DNI, en compañía de alguno de sus padres o tutores legales, aunque la compañía podría solicitarte el Libro de Familia.
Vuelos a países Schengen
El bebé necesitará DNI o pasaporte en vigor.
Vuelos internacionales (a países no Schengen)
El bebé necesitará DNI o pasaporte en vigor y Visado (si lo requiere el país de destino)
Consejo: Aunque no sea obligatorio, en vuelos nacionales y siempre que sea posible, es recomendable llevar el Libro de Familia
¿Puede viajar en avión un solo adulto con dos bebés?
Como norma general, para viajar se consideran bebés todos los niños con edades comprendidas entre los 0 y los 23 meses. En la mayoría de las aerolíneas un adulto podrá viajar acompañado de, como máximo:
- 1 adulto + 1 bebé
- 1 adulto + 1 bebé + 1 niño menor de 5 años
- 1 adulto + 2 niños menores de 5 años
De modo que si tienes gemelos o mellizos, o dos hijos que se lleven poco tiempo y que aún no hayan cumplido los dos años, lo tienes un poco complicado para viajar en avión solo con ellos.
Aunque, como excepción, la normativa actual sobre seguridad en vuelo establece que si un pasajero adulto desea viajar con dos bebés, deberá llevar consigo una silla de coche homologada en la cual viajará uno de los bebés. Esta silla se colocará en el asiento contiguo al del pasajero adulto. El otro bebé podrá viajar en brazos del pasajero adulto utilizando un cinturón adicional proporcionado por la tripulación, tal como se ha venido haciendo hasta ahora. Es importante destacar que la tarifa aplicada al bebé que ocupe el asiento en la silla será equivalente a la tarifa de un niño entre 2 y 11 años cumplidos.
¿Dónde se tiene que sentar un bebé en el avión?
Como norma general, los bebés no pagan billete para viajar en avión, solo deben abonar las tasas aeroportuarias y la tasa que fije cada compañía. Esto, aunque representa un ahorro económico a la hora de viajar en avión con bebés, también significa que el bebé no tendrá derecho a asiento dentro del avión, por lo que deberá viajar sentado sobre su madre, padre o cuidador.
En estos casos, los tripulantes de la cabina de pasajeros entregaran un cinturón especial de seguridad para el bebé, que se engancha al cinturón del adulto sobre el que viaja, para el momento del despegue y aterrizaje. También entregará un chaleco salvavidas especial para el bebé.
¿Se puede reservar asiento en avión para el bebé?
Si no quieres realizar todo el viaje con tu bebé en brazos, debes saber que también existe la posibilidad de reservar y pagar un asiento en el avión para tu bebé, aunque es muy posible que la compañía os obligue a llevar una silla de retención homologada para colocar en el asiento reservado al bebé.
Es importante tener en cuenta que al estar pagando un asiento para el bebé, éste tendrán derecho al mismo régimen de equipaje que un pasajero adulto.
Es recomendable consultar con la aerolínea en cuestión antes de reservar un asiento para un bebé, para obtener información precisa sobre cómo proceder en este caso. La aerolínea podrá proporcionaros orientación específica y aclarar cualquier duda que podáis tener.
A partir de los 24 meses, todos los niños que quieran viajar en avión, tendrán que comprar un billete y tendrán un asiento reservado para ellos.
¿Se puede solicitar una cuna para bebé en el avión?
Sí, generalmente es posible solicitar una cuna para bebé en un avión, pero hay ciertas consideraciones y limitaciones que debes tener en cuenta.
La disponibilidad de cunas para bebés en los vuelos depende de la aerolínea y del tipo de avión en el que viajes. En algunos aviones de larga distancia, especialmente en vuelos internacionales, las aerolíneas pueden proporcionar cunas especiales para bebés que se ajustan a los asientos. Estas cunas suelen ser pequeñas camas plegables que se instalan en la pared del compartimento de pasajeros. Sin embargo, no todos los aviones tienen esta opción, por lo que es importante verificarlo con la aerolínea antes de tu vuelo.
Es importante tener en cuenta que las cunas para bebés en avión suelen ser muy pequeñitas y tienen ciertas restricciones de peso y tamaño. Por lo general, las cunas están diseñadas para bebés de menos de 24 meses de edad y con un peso máximo de alrededor de 10-13 kg. Además, las aerolíneas suelen asignar las cunas por orden de solicitud, por lo que es recomendable solicitarla con anticipación al hacer la reserva del vuelo.
Te recomendaría contactar directamente con la aerolínea con la que quieres viajar para obtener información específica sobre la disponibilidad de cunas para bebés en tu vuelo y para hacer la solicitud correspondiente. El personal de la aerolínea podrá proporcionarte detalles sobre los requisitos, limitaciones y procedimientos para asegurarte de que tu bebé tenga una cuna durante el vuelo.
¿Qué asiento del avión es mejor para un bebé?
Cuando viajas con un bebé en avión, hay algunas consideraciones a tener en cuenta al elegir el mejor asiento:
- Asiento de pasillo: Muchos padres prefieren los asientos de pasillo porque ofrecen un fácil acceso para moverse y atender las necesidades del bebé, como cambiar pañales o dar paseos por el pasillo. Además, los asientos de pasillo también pueden brindar una sensación de espacio adicional. Aunque estos asientos también tienen algunos inconvenientes, como el hecho que pueden ser más peligrosos durante el servicio de comidas y bebidas, ya que en estos asientos existe más riesgo de quemaduras o accidentes cuando pasa el carrito de las comidas.
- Asiento en la parte delantera del avión: Los asientos en la parte delantera del avión tienden a tener menos ruido de los motores y la cabina, lo que podría ayudar a que el bebé se sienta más cómodo y reducir la posibilidad de que se despierte o se altere.
- Asiento cerca del área de servicio: Elegir un asiento cerca del área de servicio, como la cocina o los baños, puede ser beneficioso si necesitas acceder rápidamente a agua caliente para preparar la comida del bebé o si deseas un acceso conveniente a los baños para cambiar pañales.
- Asiento con espacio adicional: Algunos aviones ofrecen asientos con espacio adicional, como las salidas de emergencia o las primeras filas de la cabina, que pueden proporcionar más espacio para colocar una cuna o una bolsa con suministros para el bebé. Hay que tener en cuenta que los asientos en las salidas de emergencia, por motivos de seguridad, no pueden ser ocupadas por niños.
Es importante tener en cuenta que cada familia tiene diferentes necesidades y preferencias, por lo que lo que funciona para algunos puede no ser lo mejor para otros. Así que lo mejor es ir probando hasta encontrar la opción que mejor os vaya a vosotros.
Embarque prioritario para bebés
La mayoría de las compañías aéreas ofrecen embarque prioritario para familias con niños, aunque las edades cubiertas pueden variar según la compañía. ¡No olvides consultarlo antes de viajar!
Por tanto, si viajas con un bebé o niño, no es necesario que esperes en la cola de embarque regular. Basta con que estés atento a la llamada para embarcar y puedas pasar al frente de la cola.
Sin embargo, en algunos aeropuertos o compañías aéreas, es posible que no realicen esta llamada específica. En ese caso, puedes aprovechar la oportunidad y colocarte en la fila delante de la cola de embarque prioritario o cuando comiencen a embarcar a los pasajeros de clase Business. Por lo general, al ver que tienes un bebé o niño contigo, te permitirán pasar de inmediato.
Recuerda siempre ser cortés y respetuoso con el personal de la aerolínea y otros pasajeros. El embarque prioritario para familias con niños está diseñado para hacer más conveniente y eficiente el proceso de embarque, por lo que es apropiado aprovecharlo si está disponible.
¿Tiene derecho un bebé a llevar equipaje en el avión?
En general, los bebés, al no pagar billete no tienen derecho a llevar equipaje, aunque tienen derecho a llevar ciertos artículos en el avión, aunque las políticas pueden variar según la aerolínea y el tipo de billete que se haya adquirido.
La mayoría de las aerolíneas permiten que los bebés lleven en cabina una bolsa de pañales o una bolsa para artículos esenciales, como alimentos para bebés, medicamentos, ropa de cambio y otros artículos necesarios durante el vuelo. Estos artículos suelen estar exentos de las restricciones de tamaño y peso habituales aplicadas al equipaje de mano. Sin embargo, siempre es recomendable verificar las políticas de equipaje específicas de la aerolínea con la que viajarás, ya que pueden haber variaciones.
¿Se puede llevar comida y bebida para bebé en avión?
Sí, es posible llevar tanto alimentos como bebidas para el bebé en el avión sin restricciones específicas.
En la mayoría de los casos, los líquidos deben cumplir con las regulaciones de seguridad estándar, como viajar en una bolsa transparente tipo ZIP y no superar los 100 ml por envase, con un límite total de 1 litro. Sin embargo, esto no se aplica a líquidos como leche o agua para el bebé. Puedes llevar brick de leche o zumo, agua embotellada, leche caliente en un termo, entre otros, sin limitaciones.
Es recomendable llevar los líquidos necesarios en el equipaje de mano, ya que es probable que debas sacarlos durante el control de seguridad para demostrar que son productos permitidos.
En cuanto a la comida, es aconsejable llevar opciones fáciles de manejar y que no generen demasiada suciedad. Evita aquellos que puedan resultar peligrosos o que tengan mayor riesgo de atragantamiento, ¡no queremos sustos a 30000 pies de altura! Y recuerda, nunca está de más llevar más comida de la necesaria, ya que nunca se sabe si puede haber retrasos en el vuelo.
¿Se pude calentar la comida de bebé en avión?
Los aviones actuales disponen de hornos similares a microondas para calentar los menús de los pasajeros y de la tripulación. Estos hornos también se pueden utilizar para calentar los biberones. En principio, puedes solicitar que te calienten los biberones, los potitos o la comida del bebé, cuando lo necesites, e incluso puedes indicar la temperatura aproximada que necesitas.
Sin embargo, te recomendaría llevar leche caliente en un termo o agua caliente si usas leche en polvo, y mezclarlo con agua o leche a temperatura ambiente cuando sea hora de darle el biberón. De esta manera, no tendrás que esperar a que la tripulación de cabina te lo caliente. A veces, pueden estar ocupados con otras tareas y podría haber demoras. Además, al llevar tu propia leche caliente, también te aseguras de tenerla disponible durante las escalas, en caso de que las haya, y por si no pueden calentar el biberón a bordo.
Es importante recordar que cada aerolínea puede tener sus propias políticas y procedimientos en relación con la preparación de alimentos y la asistencia para calentar biberones. Te aconsejo que te pongas en contacto con la aerolínea antes del vuelo para obtener información precisa sobre las opciones disponibles y cualquier requisito específico que debas seguir.
Recuerda que siempre es recomendable estar preparado para llevar todo lo necesario para atender las necesidades de tu bebé durante el vuelo, solo de este modo garantizaréis un viaje cómodo y tranquilo para todos.
Bebé y jetlag
Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte a minimizar el impacto del jet lag en tu bebé:
- Ajusta gradualmente el horario antes de viajar: Si es posible, unos días antes de tu viaje, trata de ajustar lentamente los horarios de sueño y alimentación de tu bebé acercándolos al horario del destino al que viajarás. Esto ayudará a que su cuerpo se adapte gradualmente al nuevo horario.
- Mantén la rutina de sueño y alimentación: Durante el viaje, trata de mantener las rutinas de sueño y alimentación habituales de tu bebé según el horario local del lugar al que te diriges. Esto ayudará a que se ajuste más fácilmente al nuevo horario.
- Exposición a la luz solar: Una exposición adecuada a la luz solar puede ayudar a regular el ritmo circadiano de tu bebé. Trata de exponerlo a la luz natural durante las horas del día en el destino para ayudar a que su cuerpo se adapte al nuevo horario.
- Mantén a tu bebé hidratado: Durante el viaje, es importante asegurarse de que tu bebé esté bien hidratado. Proporciona líquidos adicionales, como leche materna o fórmula, para mantenerlo hidratado durante el vuelo y una vez que llegues a tu destino.
- Sé flexible y ten paciencia: Ten en cuenta que puede llevar algún tiempo que tu bebé se ajuste al nuevo horario. Sé paciente y flexible con los horarios de sueño y alimentación durante los primeros días después de llegar a tu destino.
Recuerda que cada bebé es único y puede reaccionar de manera diferente al jet lag. Si tienes inquietudes o preguntas específicas, es recomendable consultar con el pediatra de tu bebé para obtener orientación personalizada antes de viajar.
Algunas recomendaciones y consejos para viajar con bebé en avión
Recuerda que cada bebé es único, así que adapta estas recomendaciones y consejos a vuestras necesidades. Aún así, creo que son consejos que os pueden resultar muy útiles:
Antes del vuelo
- Planifica con anticipación: Reserva los boletos con suficiente tiempo para asegurarte de obtener asientos cerca de la zona de cambios de pañales y espacio adicional para colocar los objetos del bebé.
- Prepara una bolsa de mano bien equipada: Lleva pañales, toallitas húmedas, ropa extra, chupetes, biberones, fórmula o leche materna, juguetes pequeños y cualquier otro elemento esencial para el cuidado del bebé.
- Verifica las regulaciones de la aerolínea: Infórmate sobre las políticas de la aerolínea en relación con los asientos para bebés, las restricciones de equipaje y las políticas de seguridad específicas para los bebés.
- Documentos importantes: Asegúrate de llevar contigo la documentación necesaria del bebé, como pasaporte, acta de nacimiento y cualquier otro documento requerido por las autoridades de inmigración.
En el aeropuerto
- Llega con tiempo suficiente: Llegar con anticipación te permitirá realizar el check-in, pasar por el control de seguridad y tener tiempo para prepararte antes del vuelo.
- Utiliza el carril familiar: Muchos aeropuertos tienen carriles especiales para familias con niños pequeños. Aprovecha estos espacios para agilizar el proceso de seguridad.
- Aprovecha los servicios de asistencia: Si necesitas ayuda para llevar el equipaje o moverte por el aeropuerto, no dudes en solicitar asistencia al personal del aeropuerto.
- Cambia el pañal antes de embarcar: De este modo, quizá os ahorréis el tener que hacerlo durante el vuelo.
- Mantén la calma: Los aeropuertos pueden ser abrumadores, pero recuerda mantener la calma y transmitir esa tranquilidad a tu bebé. Tu actitud positiva ayudará a que el proceso sea más fácil para ambos.
Durante el vuelo
- Alimenta al bebé durante el despegue y el aterrizaje: La succión puede ayudar a aliviar la presión en los oídos del bebé durante los cambios de altitud.
- Lleva ropa cómoda para el bebé: Elige ropa suave y cómoda que sea fácil de poner y quitar para cambiar pañales durante el vuelo.
- Mantén a tu bebé entretenido: Lleva juguetes pequeños y familiares que le resulten reconfortantes. Los libros de cuentos o los juguetes silenciosos pueden ser especialmente útiles.
- Aprovecha las pausas: Durante el vuelo, aprovecha cualquier oportunidad para levantarte, caminar y estirar las piernas. Esto también ayudará a calmar al bebé si está inquieto.
Y sobre todo: calma y paciencia. Y si llora, que llore…
Todos los que hemos viajado en avión con bebés hemos experimentado esas miradas de «oh no, me tocó sentarme al lado de un bebé». Los niños se aburren al estar sentados durante horas. Pueden tener hambre, sentirse incómodos, tener frío o cualquier otra necesidad, y lloran, sí, lloran y es normal. Esa es su única forma de comunicar sus necesidades.
Es importante recordar que los niños no son ciudadanos de segunda clase y tienen el mismo derecho que cualquier adulto a viajar en avión. Si alguien no lo entiende, es su problema.
Así que si estáis planeando vuestras próximas vacaciones y os gustaría coger un vuelo, os recomiendo que no os desaniméis por tener un bebé pequeño. Con la información y la organización adecuadas, viajar en avión con un bebé no tiene por qué ser una experiencia terrible. De hecho, la experiencia de viajar en familia valdrá la pena.
No tengáis miedo de viajar con un bebé en avión
Viajar con un bebé en avión puede parecer un desafío. Pero también puede ser una experiencia maravillosa, aunque os tengáis que enfrentar a miradas de duda o susurros de incomodidad.
En cada llanto, en cada risa y en cada abrazo reconfortante, estaréis construyendo lazos indestructibles con vuestro bebé. A través de los altibajos de un vuelo, estaréis demostrando vuestro compromiso inquebrantable como padres dispuestos a hacer todo lo posible por brindarle a su hijo una vida llena de experiencias y descubrimientos.
Cada vez que superen un obstáculo, desde el tedioso proceso de embarque hasta las miradas de incomprensión, estén orgullosos de sí mismos. Están demostrando al mundo que los bebés no son una molestia, sino viajeros valientes que merecen ser vistos y amados.
Así que sigan adelante, con valentía y amor en cada paso del camino. Los momentos de incomodidad y las pequeñas dificultades quedarán en el olvido cuando miren atrás y se den cuenta de lo lejos que han llegado. El mundo les espera, y su bebé está listo para descubrirlo junto a vosotros.
Viajar con un bebé en avión no es solo un viaje físico, sino también un viaje emocional. Es una oportunidad para fortalecer los lazos familiares, para enseñarles a sus hijos la belleza de explorar el mundo y para demostrarles que no hay límites cuando se trata de amor y aventura.
Así que, queridos padres valientes, tomen la mano de su pequeñín, respiren hondo y den ese primer paso hacia el primer viaje en avión con un bebé. Disfruten de cada momento, celebren los pequeños logros y nunca duden del amor y la determinación que los lleva a volar juntos. ¡Que tengáis un viaje maravilloso y lleno de amor con vuestro precioso bebé!