Miércoles 7 de abril de 2010
Hasta este día y pese a estar alojados en Bruselas, no habíamos visto nada de la capital (solo la Basílica de Koekelberg, que estaba cerca del albergue). El martes después de cenar, planificamos qué íbamos a ver y en qué orden. También decidimos que para lo que íbamos a visitar no merecía la pena comprar la Brussels Card.
Después de volver a ver la Basílica de Koekelberg, cogimos el metro (gratis) y nos dirigimos a ver el Atomium. No entramos, era caro y habíamos leído en varios sitios, entre otros el libro de visitas del albergue, que no merecía la pena entrar (recomiendo que echéis una ojeada a estos Guestbooks, no tienen desperdicio y te enteras de bastantes cosas).
Tras ver el Atomium, volvimos a coger el metro para ir hacia los edificios de la UE, coincidiendo con la presidencia económica española del Consejo. Había alguna escultura interesante por allí. Cuando vimos los edificios, caminamos hasta el Parque del Cincuentenario.
Después, cogimos nuevamente el metro para ir a la parte alta de la ciudad. Vimos el Palacio Real y paramos a ver el Museo de Instrumentos Musicales (sin duda, el mejor museo que vimos en Bélgica). El museo está dentro de un edificio Art Nouveau, los almacenes Old England. Pasamos más tiempo del previsto en el museo y era la hora de comer.
Fuimos hacia el Palacio de Justicia, donde hay un ascensor gratuito que comunica la parte alta de la ciudad con el barrio des Marolles. Teníamos pensado ver el mercadillo de esta zona, pero llegamos cuando estaban recogiendo. Vimos algunos muros pintados con viñetas de cómic y, después de comer, seguimos con la ruta.
Atravesamos andando la ciudad, viendo la catedral, para llegar al Museo del Cómic. El museo no estaba mal, pero había cómics de los que no habíamos oido hablar en la vida. Este museo estaba también dentro de un edificio Art Nouveau. Muy recomendable la tienda.
Después de ver el museo, agotados de 5 días de caminatas, fuimos al centro de Bruselas. Encontramos la estatua de Jeanneke Pis (la versión en niña del Manneken Pis y, a mi juicio, más bonita). Frente a la estatua está el Delirium Café, con el record Guiness al mayor número de cervezas diferentes, más de 2000 cervezas de todo el mundo. Tomamos la cerveza de allí, la Delirium Tremens (rubia, bastante buena).
Para acabar el día, fuimos a ver la Grand Place y el Manneken Pis. Luego cenamos lo típico, mejillones con patatas fritas (en Cantabria hacen mejor los mejillones en casi cualquier sitio que allí). Mal cenados, fuimos en metro hasta el albergue, donde caímos derrotados en la cama. Hablamos de volver al día siguiente a la zona del Manneken Pis para comprar chocolate para llevar a España y nos quedamos fritos cual patata belga, jejeje.