Sarcófago romano
En el pueblo de Beylerbeyi, entre las montañas de la cordillera de Pentadaktylos, se encuentran unas imponentes ruinas llamadas Bellapais. Era una abadía gótica edificada en el siglo XIII por el rey Hugo III, aunque los primeros edificios ya habían aparecido de manos de la orden de los agustinos, que habían huido de Jerusalén tras la toma de la ciudad por Saladino.
Tras un espléndido crecimiento, finalmente sería destruida por los turcos, que destruyeron una gran parte de las iglesias pertenecientes a los latinos cuando tomaron posesión de la isla. En algunos casos, y este es uno de ellos, fueron alegremente ayudados por los griegos ortodoxos, que detestaban a los francos más que a los turcos, ya que habían sido fuertemente reprimidos y explotados por los señores feudales.
Acceso a la iglesia
Esta abadía ocupaba uno de los lugares más pintorescos y románticos de toda la isla. Sus edificios se encontraban alrededor del claustro. En pie se encuentra la iglesia, que pasaría a convertirse en ortodoxa, como puede observarse por el iconostasio en su interior.
Iconostasio
Puerta del refectorio
También con acceso desde el claustro podemos encontrar un amplio salón cubierto de una preciosa bóveda de crucería que probablemente era el refectorio de los monjes. Hoy día se aprovecha para actos culturales.
Sobre el dintel de su puerta de acceso aparecen tres escudos; uno representa la cruz de Jerusalem, otro las armas de los Lusignan, y el tercero un león rampante, que es el mismo símbolo que utilizaba Hugo III en sus denarios.
Bóveda del refectorio
Sin embargo, lo más atractivo del conjunto es su claustro. El hecho de encontrarse en ruinas le da ese ambiente del que tanto gustaban los románticos del siglo XIX y al que un turista actual raramente será impasible; y que junto con su vista panorámica hacia la costa Norte, cuando no está nublado y llueve como un demonio, hacen que merezca la pena el desplazamiento.