Puerto de Kyrenia
Fuente de Hasan Kavizade Huseyin Efendi
"El pueblo es en sí mismo un lugar pequeño y sucio casi exclusivamente habitado por musulmanes y cuya guarnición tiene muy mala reputación".Esto decía Louis Palma di Cesnola en 1878 sobre la actual Kyrenia, que puedo asegurar que ha cambiado mucho y para mejor. El lugar aparece razonablemente limpio y ordenado, y su población amable. Por supuesto las antiguas casas con patios llenos de naranjos, almendros e higueras de que hablaban otros viajeros (Samuel White Baker, Cyprus as I saw It in 1879) , han desaparecido bajo el inevitable crecimiento de la ciudad, pero la zona más próxima al puerto mantiene su aroma medieval; francamente mejorado por el procedente de los restaurantes de su paseo marítimo, llenos de vida y de caza-clientes.Aunque hay restos de algunas tumbas neolíticas y el asentamiento permanente fue fundado por los micénicos durante el episodio de la guerra de Troya, su prosperidad no llegaría hasta la época helenística, cuando se convirtió en uno de los frecuentes puertosde cabotaje para los barcos que comerciaban entre las islas griegas y la costa de Siria. Los romanos fortificaron el puerto y los bizantinos lo reforzaron, aunque con poca fortuna, ya que Ricardo Corazón de León lo conquistó sin muchas complicaciones. Ricardo decidió vender Chipre a los Caballeros Templarios por 100.000 besantes de oro. Estos le pagaron un adelanto de 40.000, pero cuando comenzaban a instalarse en la isla, se encendieron toda una serie de motines de la población autóctona. Conscientes de la "patata caliente" que les había endosado el rey inglés, los caballeros intentaron devolver la compra; pero Ricardo no entendía de ventas con garantía. Finalmente, Guy de Lusignan, rey de Jerusalén sin reino (se la había conquistado Saladino), compró la "ganga" sangrando a impuestos a los pobladores de Trípoli. En aquella época el nombre de la ciudad era Cerinea, y su relativa importancia comercial se trocó en estratégica por encontrarse frente a una costa ocupada por los otomanos y tradicionalmente ligada a la piratería.En 1671 la ciudad fue tomada por los ejércitos otomanos, y la ciudad declinó, ya que la guarnición turca se divertía aterrorizando a la población, por lo que gran parte emigró a parajes más tranquilos.Cuando en 1878 el sultán turco Abdul Hamid II cedió la isla a los británicos tras su derrota en la guerra ruso-turca, Kyrenia se modernizó; y tras la Segunda Guerra Mundial, la ciudad se convirtió en el destino turístico favorito de los herbitenses (gentilicio de Nicosia procedente de la antigua ciudad de Herbita, supuestamente cercana) gracias a la carretera que habían abierto los ingleses.A pesar de los altibajos de finales del siglo XX, Kyrenia sigue siendo una ciudad turística, aunque ahora mayormente de turco-chipriotas.Su nombre moderno en turco es Girne, y la parte más interesante es, sin duda, el puerto y sus aledaños. Tanto el puerto como la ciudad estaban rodeados de una muralla de la que solo quedan algunas torres.
Castillo en la bocana del puerto
Acceso al área Lusignan
De fundación bizantina, el castillo sufrió varias ampliaciones para mejorar su carácter defensivo, convirtiéndose en la mejor fortificación costera de los cruzados que ha sobrevivido en Chipre.La planta original consistía en un gran patio rodeado de murallas y torres defensivas, hasta que los venecianos construyeron tres poderosos bastiones y rellenaron con tierra la separación entre los muros interno y externo para mejorar su resistencia frente a los cañones.Curiosamente, los otomanos tomaron el castillo sin despeinarse.Posteriormente ha sido prisión, escuela de policía y, actualmente, museo.
Plano del puerto y el castillo
La fortaleza resulta bastante interesante en sí misma y permite hacer unas estupendas fotos del puerto medieval; pero el añadido del museo la convierte en una visita ineludible.En el pequeño plano que adjunto, las líneas más oscuras corresponden a las ampliaciones venecianas.
Patio del castillo
Iglesia de San Jorge
La Iglesia de San Jorge, construida en época bizantina con planta de cruz griega, había sido edificada extramuros del castillo Lusignan, pero las ampliaciones venecianas la terminaron embutiendo entre sus muros. Es probable que gracias a ello se librara de la destrucción de edificios religiosos que llevaron a cabo los otomanos en Kyrenia.
Pecio de Kyrenia
Ruta del pecio de Kyrenia
Lo más interesante del museo de Kyrenia es, sin duda, la exposición de los restos de un pecio (barco naufragado) del siglo III a.C.Gracias a las vasijas que llevaba, se sabe que la última ruta que realizó este barco de época helenística fue entre las islas de Samos, Kos y Rodas; para venir a naufragar frente a la costa Norte de Chipre, probablemente debido a una tormenta, en su camino hacia la costa siria.
El barco transportaba vino, almendras y piedras de molino (probablemente un encargo de algún productor sirio) que le servían de lastre.
Por el ajuar que se ha encontrado, parece que la tripulación solo constaba de cuatro personas, y que comían lo que pescaban por el camino.
Algo que influiría en su hundimiento fue su edad. Parece ser que la nave ya tenía unos 80 años cuando realizaba esta última ruta, y había sufrido varias reparaciones por problemas de estanqueidad.
Algo muy curioso, es que el barco se había construido "al revés", de fuera a adentro, primero el cascaron y luego el esqueleto; y que probablemente había sido elaborado en Siria, ya que sus tablones eran de pino de Alepo.