Viaje a cuba. Crónica de una ida y una vuelta (I)

¡Ya estoy de regreso!

En ninguno de mis viajes anteriores a la isla había estado tan ansioso por regresar a dominicana como lo he estado en este ultimo viaje. Y no por causa de la familia, ni de los santiagueros, ni de las carencias materiales, sino debido a que al regreso choqué con la incompetencia, el absurdo y la falta mas elemental de respeto de aquellos que debían garantizar el regreso, el cual se demoró dos días, en lugar de la hora y 5 minutos planificada.

Por lo que debido a lo extenso (e intenso) de lo vivido, me gustaría relatarlo en más de una publicación.

Comenzaré por contarles que en esta ocasión viajé con mi esposa dominicana, la cual estaba muy interesada en conocer a cuba y a la familia. Ya antes de salir le aseguré que a su regreso amaría mucho mas a su país ¡Y así fue!

La llegada a cuba fue acorde con el plan de vuelo y sin contratiempos.

Al llegar recibimos la noticia de que hacia mas de 15 días que no llegaba agua a los barrios de santiago debido a la extrema sequía que azota la región. Inmediatamente nos movilizamos para resolver dicho liquido, pagando por debajo a quienes tienen prohibido cobrar por suministrar este servicio. Yo siempre he dicho en mis viajes que no voy a santiago ni a comer ni a dormir, pero esta vez tuve que añadir que tampoco iba  a bañarme (jajaja)

Dos días después de llegar a santiago se pudo al fin “resolver” el tema del agua y comenzar el sacrificio de animales y festividades en homenaje al cumpleaños de la vieja.

Caldero con carnes y viandas para el almuerzo

Cerdo a la pua con el estilo tradicional santiaguero

Cerdo a la pua con otro estilo de asado

Cake para la vieja

Mi esposa (dominicana) quedó hondamente impresionada por la calidez del santiaguero, por el sabor de las frutas del caney, por el superior sabor del chivo cubano, el dulzor del boniato (batata), la calidad superior de la cerveza cristal y bucanero (su favorita) y le gustó mucho el paisaje de santiago.

La llevé a conocer el Moncada y recibió un tours en el monumento a maceo, quedando fascinada con la vida y gestas del titán de bronce.  Sufrió a causa del calor y de que no le gustaba el agua embotellada al sentirla salobre, así como tampoco le gustaba el agua hervida. Al final lo resolví comprándole maltas, que reconoció como mucho mas sabrosa que las que mas le gustaban en dominicana. Entre eso, las frutas y las cervezas bucaneros que se tomó, se mantuvo hidratada.

En general le dio una puntuación de nueve sobre diez a su estadía en santiago de cuba, a pesar de observar la abismal diferencia económica entre el modo de vida del santiaguero y el dominicano. También entendió las razones de por que siguen “comiendo tierra” pero permanecen fieles al sistema y notó por si misma la diferencia entre los que ahora “aguantan” y los que cuando maceo peleaban. Fue tratada a cuerpo de reina y así le recuerda.

En cuanto a mi, tengo el siguiente punto de vista:

Mi impresión general es que el capitalismo avanza y no hay marcha atrás. Se nota un renacer del fervor patriótico debido a que ven como victoria el acercamiento con USA, lo cual les da fuerza para seguir soñando con gestas pasadas y fantasías ideológicas.

El trasporte esta pésimo, debido a que no hay mas donaciones de equipos chinos y los que existían  ya están rotos.

Se mantiene estable el suministro de productos a la población, aunque con una calidad muy inferior a la que ya estoy acostumbrado a ver. Los precios en las shopping siguen siendo prohibitivos para el común de la población y se nota un mayor deterioro en los valores de la nueva generación.

Ha aumentado la diferencia entre los que manejan recursos y los que dependen del subsidio del gobierno. Prácticamente se les ha dado carta abierta a los pudientes para que inviertan y vivan según sus posibilidades, mientras que liborio se las ve cada día mas negra.

Como anécdota le cuento que supe de la queja de un vecino de la cuadra debido a que el estado le dejaba solo el 10% de sus ventas y de este 10% debía pagar nuevos impuestos ¡Un absurdo a lo criollo!

Algo que me llamo la atención esta vez es la manera en que las personas están convencidas de que existen los recursos, justo porque ellos no los necesitan. Me explico:

Una vez llegados a santiago comenzamos a averiguar como hacer una llamada internacional. Todos aseguraban que eso era muy fácil y que tan solo había que comprar una tarjeta en CUC (jejeje) que según ellos abundaban hasta en casas particulares de la misma cuadra .

A la hora de comprarla ¡Nadie tenia!. Recorrimos la ciudad, de banco en banco, de información en información y no pudimos conseguir ninguna.

La realidad del caso es que al final lo fácil era llamar ¡A Venezuela!. Aquí me acordé del chiste que cuenta que de infierno a infierno la llamada es local (jejeje). Lo duro era llamar a dominicana, que por cierto es a mas de 2 CUC el minuto.

Igual sucedió con el tema de los huevos, que todos me aseguraba que era muy fácil comprarlos hasta que fuimos a buscar algunos.

En fin, la estadía en santiago fue como la había previsto, no me sorprendió la actitud de las personas, ni el dinamismo de la sociedad. Dormía apenas una o dos horas al día y la pasamos a lo grande junto a la familia, disfrutando y tomando cerveza y ron habana club.

El imprevisto surgió al regreso, que de estar planificado en una hora y 5 minutos demoró dos días, lo cual le permitió a la dominicana conocer otra cara de la moneda cubana, que de otro modo no habría podido conocer, haciendo valido el refrán de que “no hay mal que por bien no venga” y “Todo lo que pasa conviene”.

Sobre esta parte les contaré en otra publicación

Gracias

Raudelis