Revista Viajes

Viaje a egipto 2021 durmiendo en el desierto del sahara, día 14

Por Trotaburgos @trotaburgos

Hoy no tenemos prisa, así que aprovechamos a dormir un poco más. Hemos quedado con Igor a las 9:30 para desayunar. Nos ponen lo mismo de ayer.

Después de desayunar con tranquilidad nos acercamos al centro de Siwa. Igor tiene que comprar los billetes de bus, pues se marcha esta tarde al Cairo.

Hoy cambiamos la ruta sin querer, por ir hablando, y encontramos a un grupo de hombres con sacos de dátiles. Al saludarlos nos invitan a acercarnos y nos dan a probar. Que ricos están y que distintos a los que compramos en España. Estos están recién cogidos y no son tan dulces.

Nos cuentan que la época de recolección es ahora, entre septiembre y octubre. Se almacenan durante 5 meses antes de ser comercializados. Durante ese tiempo van cogiendo más dulzor. Nos regalan una bolsa de ellos. Que gente más maja.

Al pasar por la Oficina de Turismo, vemos que hoy está abierta. Entramos, una chico muy majo nos explica todo lo que ya hicimos ayer, pues no hay mucho más que visitar. Antes de marcharnos nos pide hacernos una foto. Ha estado sacándonos fotos como a escondidas, jeje.

Nos acercamos a la estación de autobuses que está al lado y la taquilla cerrada. Igor apunta el teléfono y manda un WhatsApp. Hace bastante calor, así que, lo primero comprar agua. A estas horas la bebida no esta fría y es que por las noches apagan las cámaras. Decidimos volver a subir al pueblo antiguo de Shali.

Hemos estado tranquilamente recorriendo las ruinas y metiéndonos por todos los recovecos. Es un sitio muy peculiar, tuvo que ser muy chulo en su día. Están consolidando algunas partes para que no vaya a más la ruina del lugar.

Son las 12 del mediodía y aún no sabemos si vamos a ir al desierto o no. La historia es que Igor lógicamente lo tiene que hacer hoy, a nosotros nos da igual hoy o mañana. Senusi sigue buscando gente, pero no nos confirma todavía.

Mohamed, el chico que nos llevo ayer tampoco parece que encuentre gente para hoy, mañana tiene 2 chicos franceses. Hay muy poco turista, así que...

Al bajar de Shali pasamos por una panadería y hacemos unas fotos de cómo meten la masa al horno y lo rápido que se hincha. Son unos 30 segundos y ya está para comer.

Los chicos me invitan a entrar, me dan una bola de masa y me dicen que lo haga yo. Con las manos en la masa estiro la bola y no me queda nada mal.

Nos echamos todos unas risas, ha sido un momento divertido, y claramente, me piden foto con ellos. Nos regalan unos panes recién salidos del horno.

Nos acercamos a un Museo de una Casa Tradicional de Siwa, pero está cerrado.

Le escribe el de la estación a Igor y le dice que está allí, así que vamos. Aprovechamos también nosotros a comprar los billetes nuestros para pasado mañana al Cairo. Hay autobús todo los días a las 19:30 horas. Cuesta 230 Le y tarda unas 11 horas. Otra cosa hecha.

Son las 13:30, nos vamos a Abdu Restaurant a comer. Le escribo a Senusi y me pregunta que donde estamos y poco después viene.

Nos dice que en principio no hay nadie más, que nos va a buscar al hotel a las 16:00 horas y que no nos preocupemos por el precio.

VIAJE A EGIPTO 2021 DURMIENDO EN EL DESIERTO DEL SAHARA, DÍA 14

Pedimos para comer, yo Shakshuka de carne (cazuela de barro con verduras y carne con un huevo escalfado) y Beatriz espaguetis a la boloñesa. Buenísimo, contundente y baratísimo. Pagamos 60 Le por los dos. La bebida la compramos en el super. Este lugar siempre está a tope.

En Siwa hay muchos gatos por todas partes. En el restaurante en cuanto te sirven, les tienes a tu lado maullando.

Comentar que nos llama mucho la atención ver a niños conduciendo motocarros, motos e incluso coches, también guían los carros tirados por burros. Hablamos de niños incluso menores de 10 años. Y van a toda pastilla por todas partes. Llevan a sus madres y hermanas atrás, en las cajas de los motocarros. Porque lógicamente aquí las mujeres no conducen y casi ni se las ve, pues casi no salen a la calle. Los niños trabajan en todas partes, conduciendo, en los restaurantes, tiendas, construcción...

Más tarde Senusi nos dice que no tienen problemas con la policía ahora, que a partir del mes que viene ya no pueden conducir, porque es cuando empieza el curso y se acaban las vacaciones. Nos cuesta creer que luego no lo hagan. Y en el tema mujeres nos dice que las mujeres cuando salen de casa tienen que taparse enteras. Aquí a muchas no se las ve ni los ojos, es un lugar de cultura más estricta para las mujeres. En Siwa vemos que no visten de negro, muchas llevan como un chal largo en tonos grises y azules. Es un mundo de hombres.

De camino al hotel vemos como recolectan en una palmera los dátiles. Es parecido a como se cogen las aceitunas, ponen una manta grande en el suelo y hacen que caigan los racimos encima. Un señor subido en la palmera y 3 niños abajo moviendo la manta. Esta pesa bastante y Beatriz les hecha una mano a moverla.

A las 15:00 horas llegamos al hotel y preparamos lo que nos vamos a llevar al desierto si es que finalmente vamos hoy. Nos sentamos junto a la piscina a esperar. Damos una vuelta por el resto del hotel, que aun no hemos visto nada, pues no hemos parado. Están ampliando por varias partes y la verdad es que es un lugar muy agradable. Me llama mucho la atención una ventana que en su interior cruza una escalera, perdona!!!! Ver para creer.

A las 4 me escribe Senusi que ya esta en el hotel, vamos a la entrada. Nos dice que no hay nadie más y que nos vamos. Aquí los todoterrenos son muy grandes, de 7 plazas. Pasamos por los lugares que visitamos ayer como el Oráculo de Amón Ra o las Fuentes de Cleopatra. En media hora entramos en el desierto. Senusi para, se baja y con un manómetro baja la presión de todas las ruedas para tener mejor tracción con la arena.

GRAN MAR DE ARENA

El Gran Mar de Arena es una región de aproximadamente 72.000 km², siendo una región arenosa. Ubicado en el Norte de África, se extiende desde el oeste de Egipto y el este de Libia. El 74% su superficie está cubierta por dunas de arena. Este mar de arena era bien conocido por los tuareg y los comerciantes que viajaban con caravanas a través del Sahara.

Empieza la diversión, a toda pastilla subiendo y bajando dunas. Algunas son muy grandes y empinadas, da la sensación que vamos a volcar en cualquier momento.

Conduce muy bien y eso se nota en cada movimiento. Se lo conoce al dedillo y nos hace vivir una buena experiencia.
Nos para arriba de una de ellas para que hagamos fotos. Es un sitio increíble. No se que tienen los desiertos, que tienen una magia especial.

Estamos en el gran Desierto del Sahara, todo a nuestro alrededor es arena. Se detiene arriba de una duna para que hagamos unas fotos y pisemos la arena.

Nos montamos y otra vez como en la montaña rusa, va cogiendo las aristas, volantazo y para abajo. Pasamos junto a un pequeño oasis, alguna palmera, algo de vegetación y agua. Paramos poco después en una pequeña laguna. Nos dice que en invierno a veces montan un pequeño campamento con tiendas allí. En verano hace demasiado calor.

Otra vez al coche y nos adentramos más en el desierto. Pasamos por una zona de fósiles. Hay como pequeñas rocas planas en el suelo. Cogemos una piedras negras muy chulas de origen volcánico. Hay conchas marinas y vemos también unos fósiles de plantas que tienen forma de volcán. Super chulas.

Las rocas son coral fosilizado, es muy curioso. Hay que pensar que el Sáhara en otro momentos era un gran mar, por algo se le conoce como el Gran Mar de Arena. De hecho como comentábamos el otro día, estamos por debajo del nivel del mar. Nos recuerda un poco al Desierto Blanco, donde estuvimos hace 5 años.

No queda mucho para el atardecer, así que de nuevo al coche, unas cuantas dunas arriba y abajo, Senusi coge un palo en marcha y paramos junto a una duna. Subimos andando hasta la arista para hacer fotos y ver el atardecer.

Mientras Senusi extiende una manta y hace una pequeña fogata con el tronquito que acaba de cocer. Empieza a sacar de todo, cacahuetes, dátiles, agua, zumo y prepara unos tés.

Que momentazo allí los cuatro en medio de la nada y con el sol ya escondido pintando de colores rojizos el horizonte. No se puede pedir más.

Senusi es genial, a parte de muy buena persona, tiene mucho sentido del humor. Nos cuenta que estuvo en mayo la cantante katy Perry y él fue su conductor. Nos enseña una foto con ella en el mismo lugar donde estamos ahora nosotros.

Como la cobertura móvil esta justa, se levanta haciendo muchas onomatopeyas, sube un poco a la duna, le carga la foto de Instagram y vuelve. Y así varias veces enseñándonos a varios famosos de fama mundial a los que ha tenido el placer de llevarlos en un safari por el desierto, como el que ha hecho con nosotros.

Le vacilamos con que es una persona famosa y le pedimos hacernos una foto con él, jajaja.

Son las 18:30 pasadas e Igor tiene un bus que coger, así que nos despedimos de él y Senusi le lleva y nosotros nos quedamos allí de relax esperando a que vuelva. Han sido 2 días muy buenos con el brasileño, gran tipo y seguro que seguiremos teniendo buen contacto con él.

Nos quedamos solos, el silencio es absoluto. Nos tumbamos y van apareciendo estrellas a medida que la noche va llegando. No hay contaminación lumínica y eso hace que el cielo sea una pasada.

A las 19:30 horas vemos unas luces acercándose, hasta que llegan a nosotros. Senusi en un periquete desmonta el campamento y nos lleva donde vamos a pasar la noche.

Es un campamento consistente en unas jaimas, una cocina, un baño y lavabo y asientos en el suelo de mantas y cojines. Velas en varios puntos para marcar el lugar y poco más.

Nos aposentamos en uno de los asientos y Senusi enciende un fuego de campamento. Hay otros 2 turistas, una pareja de alemanes. Senusi nos prepara la cena mientras hacemos unas fotos del cielo.

La cena consiste en un plato arroz con pollo a la brasa para cada uno y varios platos, tahina, ensalada, un guiso de patatas con verduras y tomate y patatas fritas. Son muy exagerados con la comida y evidentemente no podemos con todo.

Nos trae un té y al poco vemos como empieza a asomar por encima de una duna la luna. Esta roja, parece el sol de la noche. Otro momento mágico.

Senusi una vez que ha recogido todo nos dice que se marcha. Quedamos con él que nos viene a buscar mañana a las 8:30 horas. Estamos un buen rato tumbados bajo las estrellas, que lujazo de momento.

Nos vamos a una de las jaimas a descansar, tenemos para elegir, pues solo hay una ocupada. Dentro tenemos unos sacos para taparnos. Empieza a refrescar algo, pero en el interior hace calor.

Como habéis podido leer ha sido otro día de experiencias increíbles. Ahora toca descansar.

Besos y abrazos según corresponda.


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