Nos levantamos a las 8, hemos quedado a las 9 con Igor para desayunar. La zona del desayuno es al aire libre, un sitio muy chulo.
Nos ponen huevo duro, quesitos, mermelada y miel, una especie de ensaladilla, tomate, pepino, aceitunas y alubias pintas, café o té. Yo no soy capaz de meterme para desayunar unas alubias, Beatriz dice que están buenas. Café o té.
Desayunamos tranquilos y pensamos que hacer. Al final decidimos ver hoy todo lo que hay en los alrededores de Siwa. Como hay varios sitios de agua, nos vamos a la habitación a ponernos el bañador y coger la toalla.
Vamos caminando hasta el centro, pasamos por la Oficina de Turismo, pero está cerrada.
Vemos que hay mercado. Mucha gente entre puestos de verduras y comestibles. Muy poquitas mujeres.
Hay muchos motocarros y carros tirados por burros. Me encanta observar a la gente y sobre todo a los niños.
Tras callejear un poco decidimos primero ver Shali, la ciudad Antigua. En el camino nos encontramos a un chico que nos ofrece un tour por todo lo más representativo. Nos pide 750 Le. Le decimos que es mucho. Que hablamos cuando bajemos.
Subimos a la Ciudad Antigua, hace mucho calor y eso que tenemos suerte y hay alguna nube. Así que, el ascenso y la visita no es tan dura.
La fortaleza de Shali fue levantada hace unos mil años por tribus bereberes a base de una mezcla de sal y barro llamada kershef, un material utilizado por los locales para aislar sus hogares de las temperaturas extremas del desierto. Sin embargo, el material no aguantó las fuertes lluvias que en 1926 arrasaron la fortificación de la misma forma que una ola engulle un castillo de arena, dejándola en ruinas y condenando al olvido al icono de la antigua Siwa.
Vemos que están reconstruyendo o mejor dicho consolidando para que las ruinas no vayan a más. Para su reconstrucción se ha utilizando la técnica ancestral del kershef, pero modificada con un añadido de hojas de palmera y de olivo para que los muros sean impermeables y evitar así el desastre de hace cien años.
Nos recuerda a Al Qasr, un pueblo de este estilo que vimos en nuestro anterior viaje por Egipto, cuando también estábamos visitando otros Oasis más al sur.
Antaño, las murallas se alzaban unos 35 metros para prevenir ataques de tribus invasoras, la ciudad tenía estrechas calles de menos de un metro de anchura y las viviendas se elevaban en vertical a modo de estrechas torres. Todas las construcciones dependían unas de otras. Incluso había un profundo pozo que conecta con uno de los tantos acuíferos que riegan el oasis.
En un primer momento Shali solo tenía una puerta de acceso, pero con el paso del tiempo y el crecimiento de su población, se abrieron otras dos entradas, una de ellas dedicada exclusivamente a las mujeres debido a la cultura conservadora bereber.
Recorremos sus estrechitas calles y construcciones derruidas. Es un lugar muy fotográfico.
En su tiempo tuvo que ser una verdadera belleza. Vemos algunos muros de algunas casas rehabilitados, es difícil hacerse a la idea de como fue esto, pues era todo un enjambre de edificaciones unas sujetas con otras.
Desde arriba se ve una panorámica de todo el Oasis de Siwa. Es impresionante lo que hace el agua en mitad del desierto.
Bajamos y decidimos buscar al chico que nos ha ofrecido el tour para apretarle un poco más. Al final nos encuentra él. Dice que 550 es su última oferta. Hacemos que nos vamos y al final viene y aceptar 500 Le los 3. Damos el Ok, se llama Mohamed. El techo de la furgoneta no tiene desperdicio.
MONTAÑA DE LOS MUERTOS
Subimos en un pequeña furgoneta y a las 12:30 horas y nos lleva primero a la Montaña de los Muertos. Cuesta 50 Le por persona. Nosotros no pagamos, es viernes y el de la taquilla está en la mezquita rezando. No obstante creemos que solo se paga si quieres ver las 4 tumbas cerradas. 2 de ellas las hemos visto, pues hay reja y se aprecian bastante bien. Las dos tienen pinturas.
Es una necrópolis que data del período faraónico tardío y el período grecorromano. A veces, las cuevas servían como refugio para los beduinos; y por esa razón, la mayoría de las tumbas están en mal estado. La mayoría de las tumbas consisten en solo una o dos cámaras.
Recorremos todo a nuestro aire, estamos solos. Está toda la montaña agujereada. La mayoría de las tumbas están medio derruidas y llenas de plásticos.
Subimos hasta arriba del todo para obtener mejores vistas.
ORÁCULO DE AMÓN RA
Siguiente parada, Oráculo de Amón Ra. La entrada cuesta 50 Le. A mi con el carnet de prensa la mitad, a Igor con el de estudiante también la mitad , así que Beatriz por añadidura, también paga 25 Le. Habíamos leído que tenía poca cosa y es verdad, pero merece la pena entrar, a parte que desde fuera no se ve nada.
Estaba consagrado a Amón. Según la leyenda, dos sacerdotisas negras del Templo de Amón de Tebas fueron expulsadas y abandonadas en medio del desierto, y como una de ellas habría fundado el Templo de Dodona, en Grecia, y la segunda llegó a Siwa, en donde creo este santuario.
Amón, que significa "oculto", invisible a los hombres y a los dioses, era un antiguo dios egipcio que personificaba el poder creador. Los griegos lo asociaron con Zeus.
En el templo permanecían más de cien sacerdotes pero solo los más ancianos estaban en condiciones de predecir oráculos.
Este oráculo era muy famoso, incluso entre los griegos. Llegó a ser consultado por Hércules y Perseo. En el año 331 a.C., Alejandro Magno, después de conquistar Egipto, hizo una peregrinación al templo de Amón, buscando que los dioses lo reconocieran como su hijo. Al parecer logró convencer a todos que el oráculo lo había declarado hijo de Amón, y por analogía de Zeus.
Cruzamos por debajo del minarete de la mezquita de barro y vemos de frente arriba en la colina, las piedras que conforman lo que queda del templo del Oráculo de Amón Ra.
Nos acercamos y nos adentramos en él. Aún se puede ver algún jeroglífico y alguna figura.
Desde aquí arriba podemos divisar todo el palmeral que rodea la ciudad de Siwa.
LAGO SALADO
Siguiente visita el lago salado. Tardamos una media hora en llegar. Es un paisaje muy peculiar. Agua salada y suelo seco. La carretera también es de sal.
El color azul turquesa del agua es una pasada, el conjunto de colores hace inolvidable el lugar.
Al fondo vemos lugares de extracción y camiones para el transporte.
Nos lleva hasta una pequeña laguna para bañarnos. El sitio es increíble. El color del agua hace que nos queramos bañar ya. Nos quitamos la ropa y al agua.
Mohamed saca una alfombra y se tira a la sombra del coche a dormir. Nos turnamos para hacernos fotos. Las heridas escuecen bastante, pero puede más la hermosura del lugar.
La salinidad es tal, que cuesta ponerse recto ya que flotas todo el rato. Tiene más concentración de sal que el Mar Muerto. En medio del silencio se oye el agua chocando contra los bordes de sal, es como un crujido que parece que se va a romper.
La temperatura del agua es maravillosa. Hay que tener cuidado que no entre agua en los ojos. A Beatriz le ha entrado y no podía abrirlos de lo que escocia. La echamos lo poco que nos queda de una botella para lavarle los ojos y se la pasa.
Estamos unos 45 minutos disfrutando del paisaje. Igor prueba una gota del agua y dice que está saladísima.
Intentas secarte pero es muy extraño, pues tienes la piel como aceitosa. Estamos un ratito al sol y la piel se va tiñendo de blanco.
A Beatriz la cae algunas gotas del pelo en los ojos y no tenemos agua dulce, como escuece!!!. Nos vamos y paramos en un lugar donde nos dan agua y se los lavamos bien. Uffff, así mucho mejor.
Deshacemos el camino y vemos en la laguna una docena de flamencos y algunas otras aves. Le digo que pare y me voy con la cámara a intentar hacer algunas fotos. Pero el suelo es inestable y la capa de sal se rompe y me hundo en el fango. Media vuelta que esto se pone mal.
TEMPLO DE AMON O TEMPLO DE OM OBEYDA
Pasamos por el Templo de Amón o Templo de Om Obeyda. Del formidable templo de Amón, de la dinastía XXX, sólo quedan un muro decorado con bajorrelieves y un gigantesco montón de ruinas. Probablemente, el templo fue construido por Nectánebo II en el siglo IV D.C. Es uno de los templos más antiguos del mundo.
Mohamed nos cuenta que hace varias décadas las autoridades locales por desconocimiento, cogieron de aquí las piedras que necesitaron para la construcción de la mezquita un par de edificios oficiales. Para matarlos....
De aquí hemos ido a bañarnos a las Fuentes de Cleopatra y así quitarnos la sal del cuerpo, que se nos ha quedado blanco.
BAÑO DE CLEOPATRA
Baño de Cleopatra, también se le llama (Ojo del Sol) y su nombre se remonta al siglo V a.C., cuando el historiador Heródoto lo describió con este nombre. Es uno de los manantiales naturales del Oasis de Siwa. Se trata de un estanque alimentado por agua natural.
El lugar tiene su encanto. Muchos chavales bañándose. Allá vamos!!!! Saltamos y que el agua dulce se lleve todo el salitre que tenemos. Tiene 5 metros de profundidad. El agua un poco sucia, pero nos vale.
Estamos en el mismo lugar en el que se cree que la misma reina Cleopatra se sumergió hace más de 2,000 años. Baño rápido y nos vamos a comer.
A las 4 regresamos a la ciudad para comer en Abdu Restaurant, donde cenamos anoche. Es el restaurante más famoso de Siwa y siempre está a tope. Yo creo que todos los extranjeros acabamos aquí. Barato y raciones muy grandes. Lo único malo que tiene, es que son muy lentos en servirte.
Nos hemos pedido Bea cuscus de pollo (45Le) y yo cuscus mixto de carne (55Le). Simplemente buenísimos. Vienen en cazuelitas de barro, llenas de cuscus, verduras, patatas y pollo. Hecho en horno de barro. La bebida la llevamos nosotros.
Habíamos quedado con el conductor a las 17 y cuando ha llegado aún no habíamos terminado. Se va y a los 10 min estamos para irnos. Él ahora tarda más. Salimos sobre las 17:20, vamos!!!, que no llegamos a ver el atardecer.
ISLA DE FATNAS
Llegamos rápido, está a unos pocos kilómetros de la ciudad. Aparcamos y vemos un hotel con asientos y columpios sobre el agua.
Nosotros vamos caminando por un camino hasta llegar a la orilla del lago. Hay un bar con multitud de mesas repartidas por toda la orilla y un pequeño muelle de madera que se adentra unos metros en el agua. Hay gente alquilando barquitas de pedales, 120 Le 20 minutos.
Recorremos todo haciendo fotos en diferentes puntos. Están todo el rato preguntando que queremos. y como decimos que nada, intentan echarnos de todas partes. Hacemos poco o nada de caso y disfrutamos del lugar y del momento.
El atardecer merece la pena. Estamos una media hora haciendo multitud de fotos.
Con las mismas regresamos al coche y nos deja en el centro. Intenta vendernos hacer el safari por el desierto para mañana. Hace alguna llamada para pedir precio y ver si hay más gente y está en la misma que Senusi, pero nos da precio más caro. Tomamos unos zumos, dos de caña de azúcar (5 Le cada uno) y uno de mango (10 Le).
Tras un rato de relax nos volvemos caminando al hotel a descansar. Bajo una gran carpa vemos un montón de hombres rezando. Al día siguiente Senusi nos dice que nos vio, era por una boda. Lastima no haberlo sabido en el momento.
Besos y abrazos según corresponda.