Hoy tiene pinta de que va a ser un día muy chulo. Nos vamos al Parque Nacional Ras Mohammad para hacer snorkel. Nos hemos levantamos a las 7:15 y desayuno a las 7:45. A las 8:30 hemos quedado con Hamet, el taxista, que nos viene a buscar. El desayuno igual que ayer, contundente.
Preparamos todo lo que tenemos que llevar ayer por la noche, mascaras, tubos, cámaras, etc. Así que, bañadores puestos, toallas y no hace falta más.
Llega puntual. Nos trae aletas, que no tenemos. Metemos en el coche y nos vamos.
Hacemos una breve parada en un super, pues Hamet quiere comprar alguna cosa. Todo alrededor nos llama la atención, es todo tan diferente, la vida aquí nada tiene que ver con España. Aquí desde muy jóvenes ya están trabajando.
Cruzamos el muro de la paz. Es un muro que está construyendo el Gobierno de Egipto de 36 kilómetros de longitud alrededor del enclave turístico de Sharm el Sheikh, para protegerlo como uno de los principales destinos turísticos del Mar Rojo. La barrera de seguridad esta hecho con bloques de cemento y alambre de espinos para separar la la zona turística del desierto de alrededor.
Quienes pretenden entrar en Sharm el Sheikh por carretera, tienen que pasar por una de las cuatro puertas de seguridad que hay. Todos los vehículos grandes pasan por un gran escáner y el resto quedan registradas todas las matrículas. Mucha policía armada intentando que no entre nadie para armarla. Con este refuerzo de las medidas de seguridad, las autoridades de Egipto pretenden revitalizar el turismo en esta región. La verdad es que impresiona.
Se tarda unos 15 minutos en coche llegar hasta el Parque Nacional. Al llegar a la autopista, le interrogan a Hamet a ver donde vamos. Luego parada en el peaje para pagar. La autopista son 15 LE.
La entrada al parque cuesta 80 LE. Paramos en la entrada para pagar y a Hamet le registran el coche, miran un poco el maletero. muchos controles, mucha policía armada. Esta claro que quieren evitar por todos los medios que el turismo no se pierda por inseguridad.
Para entrar al Parque, Hamet debe dejar su carnet, a la salida se lo devuelven. El Parque está abierto desde las 8:30 hasta las 16:30 horas. A partir de esta hora queda todos los accesos cerrados.
PARQUE NACIONAL DE MOHAMMAD
Se encuentra a unos 12 km de Sharm el Sheikh. Todo está bajo la supervisión de la UNESCO. En 1983 se estableció como el primer Parque Nacional en Egipto. Se considera que son los lugares más atractivos del mar rojo en su conjunto. La parte sur de Ras Mohammad está considerada como uno de los diez mejores lugares para bucear en todo el mundo. En la parte acuática del parque, hay más de 1000 especies de peces, además de más de 150 tipos de arrecifes de coral. Solo el 12% del parque es accesible para los visitantes.
Empieza enseñándonos una cala de aguas turquesas desde arriba. Las vistas son fantásticas, que agua más increíble. Unas fotos y seguimos. Hace muchísimo calor.
Seguimos hasta lo más al sur del parque. Un canal de manglares, es un pequeño canal donde hay vegetación y un color de agua transparente. Está prohibido meterse en el agua en este lugar.
Aquí hay unos árboles, que crecen directamente del agua salada del Mar Rojo. Este es el único mar en el hemisferio Norte del planeta donde existen esta clase de árboles.
Siguiente parada, Earthquake Crack, una grieta con agua que se formó en el terremoto de 1969. Tampoco se puede tocar el agua.
Ya por fin parada para hacer snorkel, nos estrenamos nosotros solos, la otra vez en Hurgada, estábamos con guía. No es fácil, aletas, gafas, tubo, relajarse y dejarse llevar, intentando respirar... Ponernos las aletas ha sido lo más complicado, te desequilibras. También nos resulta complicado ponernos de pie, sobre todo sin dañar nada del arrecife de coral. Una vez cogido el truquillo, todo nos resulta más fácil.
Como comentábamos el otro día, hemos cogido un seguro de viajes con Iati, concretamente el mochilero, ya que a parte de todo, incluye también deportes de aventura como el snorkel. Ante todo siempre viajar tranquilo. Y si lo contratas a través nuestro te beneficias de un 5 %.
Empezamos....nos entra agua....y eso? Cómo puede ser? La primera bocanada, nos tragamos medio Mar Rojo. No entendemos nada, nos las han dejado expertos en buceo. Creemos que están mal las membranas, intentamos hacer una ñapa con unos guantes de látex , pero no funciona. Que decepción!!! Creemos que es más bien porque no sabemos respirar con estos tubos.
Volvemos al coche para decirle a Hamet que nos vamos a la siguiente. Él nos comenta que donde vamos a comer nos pueden dejar gafas y tubo. Vamos!
Primero nos tomamos un té beduino. Nos traen máscaras para snorkel, de esas que son integrales y nos dicen donde están los mejores arrecifes. Cruzamos los dedos.
Todo un éxito, ahora si. Estamos un buen rato. Es un espectáculo ver toda esa vida sólo metiendo la cabeza. Vemos mucha variedad de peces, aunque no sabemos los nombres. Luego mirando un poquito en internet, algunos de ellos han sido el pez Globo Enmascarado del Mar Rojo, peces Mariposa, un pez payaso, etc
Los corales también son una pasada, de todos los colores y formas. Estamos alucinados.
Llevamos algo más de una hora dentro del agua y la batería de la cámara hace rato que se ha acabado. Tenemos hambre, a comer toca. Buscamos a Hamet y pide que nos preparen mesa.
Menú: Ensalada variada (que no probamos, por evitar verdura cruda lavada con agua no mineral), arroz muy rico, pollo a la barbacoa, patatas con verduras (buenísimas), y salsa tahina (muy rica también). Agua, pepsi y otro té. 300 LE.
Volvemos al agua otro buen rato. Disfrutamos como niños nadando por encima del arrecife. Rápidamente la pendiente cae en picado y el azul del agua se vuelve mas oscuro, debido a la profundidad. Acojona un poco, pues nunca sabes que puede surgir, jeje. Yo pensaba, y si ahora aparece un tiburón?, tiene que dar una sensación....jajaja como se nota que somos aprendices y peliculeros.
Tengo la suerte de ver una manta raya de arrecife, de motas azules. Si lee esto cualquier buceador dirá, son mantas fáciles de ver, pero para nosotros que es la primera vez en verla, ha sido la leche.
Ya es tarde, son casi las 16:00 horas, hay que irse a la última parada. Nos lleva a una playa, de la que nos dice que es la mejor. Llegamos y un policía le dice que es tarde. Hamet le responde que solo vamos a verla, nos deja acceder. Es una playa de guijarros rosa, no hay arena.
Solo hay una chica musulmana sentada en la orilla. Las mujeres aquí se bañan con trajes de baño tapando de los pies a la cabeza, con pañuelo incluido.
Muchos barcos atracados a 100 metros de la orilla llenos de turistas haciendo snorkel y bañándose. Demasiada actividad para un sitio mas menos pequeño. Esta cala tiene que tener mucha vida.
No nos atrae nada. Hacemos alguna foto y le decimos a Hamet que cuando quiera nos vamos, él se está tomando un té.
Le preguntamos qué cuanto llueve aquí. Nos comenta que una o dos veces al año, unos 10-15 min, media hora como máximo. Es todo puro desierto. Lo que parece increíble es que pueda haber algo de vida por aquí.
Volvemos al hotel, antes paramos en el super grande, compramos algo para la cena. Unos vasos de pasta que sólo con echar agua están, una cocacola grande y unas patatas(60 Le). Lo malo que tiene el alojamiento es que ahora con el covid y las consiguientes cancelaciones de ultima hora no dan mas que desayuno. Y en los alrededores solo hay un restaurante chiquitín y puramente local. Daisy nos da la opción de poder encargar comida para llevar y nos la tren con deliveroo.
Antes de llegar al hotel, Hamet nos invita a un café en su casa. Tiene 3 hijos, dos chavales y una niña (Masmala). Su mujer nos prepara un café turco muy rico. Un ratito de charla y nos lleva al hotel. Le pagamos los 700 LE acordados.
Ya en el hotel, ducha, que estamos llenitos de arena. Colada, cenamos y a descansar. Esto de estar tanto tiempo en el agua agota, jeje. Alguna heridita de rozamiento y quemados en algunas partes del cuerpo y eso que hemos llevado camiseta para no quemarnos la espalda.
Besos y abrazos según corresponda.