Muchas ideas, muchos planes de viaje y todo ha ido cambiando por diferentes circunstancias. El mundo está muy complicado, lleno de restricciones, al menos para los españoles. A una semana de empezar las vacaciones decidimos irnos a la Península del Sinaí, Egipto, entre otros lugares, y lo preparamos todo en tiempo récord.
PENÍNSULA DEL SINAÍ
La península del Sinaí es la porción de Egipto (África) que se encuentra en el continente asiático. Tiene forma de triángulo invertido. El nombre Sinaí significa "tierra de la Luna", y proviene de Sin (dios de la Luna).
Limita al norte con el Mar Mediterráneo, al oeste con el istmo de Suez, al este con la frontera de Israel, al noreste con la Franja de Gaza y al sur con el Mar Rojo. Su vértice meridional se introduce en el citado mar definiendo dos golfos en el mismo, al oeste el golfo de Suez, y al este el golfo de Áqaba
En 2016 estuvimos recorriendo durante otros 21 días Egipto, en el que hicimos también un recorrido increíble. Nos dejó tan buen sabor de boca y unas cuantas espinitas, que hemos decidido volver.
Volamos directamente al sur de la Península del Sinaí, a Sharm el Sheik, donde estaremos unos días en el Mar Rojo descansando y haciendo snorkel y alguna excursión. Otros 4 días nos iremos a Dahab, que esta 80 km más al norte, ya en el Golfo de Áqaba, donde seguiremos haciendo más de lo mismo. Después en un bus nocturno nos iremos a Alejandría donde estaremos 3 días. Con otro bus nos iremos al desierto del Sáhara, cerca de la frontera con Libia, concretamente al Oasis de Siwa. Un lugar aislado de todo, pero considerado un paraíso y uno de los mejores sitios para visitar de Egipto. Aquí pasaremos 5 días y regresaremos en bus al Cairo para alojarnos junto a las pirámides los últimos días antes de regresar a España. Tiene pinta de super viaje, no? A ver si podemos hacer todo lo previsto, o el destino nos lleva por otro lado. Como dirían por estos lares " INSHALA"
Siempre cogemos seguro de viaje con Iati, pero este año con más razón por todo el tema del coronavirus. Han ampliado las coberturas y todo lo relativo al Covid está cubierto. Es un seguro que siempre han respondido fenomenal y está muy bien de precio. Además si lo contratas a través nuestro te hacen un 5% de descuento, bien no?.
Llega el día; Próximo viaje Egipto, próxima parada Madrid.Son las 7:15 horas de la mañana cuando con legañas aún, entramos en la estación de autobuses de Burgos. A las 7:30 tiene la salida y somos unos cuantos madrugadores los que allí nos encontramos para ir al aeropuerto de Madrid.
A las 10:10 horas llegamos a la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Cogemos el bus gratuito entre terminales hasta la 1. Solamente hay una puerta abierta para entrar en la Terminal 1. En la puerta nos piden enseñar los billetes de avión. Solo dejan entrar a personas que vayan a volar, acompañantes no. Son las restricciones que hay por la pandemia, para evitar aglomeraciones.
Nos sorprende la cantidad de gente que hay dentro. Si no fuera por las mascarillas, bien podría parecerse por ejemplo, a un domingo cualquiera de hace 2 años.
Hemos tenido que coger un autobús muy temprano en Burgos para venir, ya que casi no hay frecuencia de buses. Esto hace que tengamos unas cuantas horas de espera.
Nos sentamos en el suelo a esperar a que abran los mostradores de facturación. Volamos con Pegasus y hacemos escala en Estambul. Facturamos sin problemas. Nos piden el certificado de vacunación y la chica que nos atiende comprueba que no nos exijan nada más al llegar. Palabras textuales suyas "como cada día cambian las restricciones, voy a mirar, para que no tengáis problemas". Y afortunadamente todo está como sabíamos, con certificado de vacunación vale para entrar en Egipto, no ha cambiado nada.
Nos da los 2 billetes de los dos vuelos. En Estambul no tenemos que hacer nada, genial. Como anécdota comentar que el otro día, cuando cogimos los billetes por internet, te saltan mil extras que tienes que ir aceptando o denegando. Uno de ellos era si queríamos reservar asientos, por lo que lógicamente te piden una cantidad por cada asiento en cada uno de los cuatro vuelos, ida y vuelta. Y otro extra era si queríamos que la compañía intentara asignarnos asientos juntos, por lo que también había que pagar. De esas cosas sin sentido que a traído la pandemia; digo yo, y no será mejor ir sentados juntos convivientes, que no todos mezclados?. Pero esta claro que el negocio es el negocio, la pandemia es secundario.
No aceptamos ninguno de estos extras y hoy al darnos los billetes vemos que nos han puesto juntos en los dos vuelos. Esta claro que cada vez más, las compañías aéreas te dan lo justo en el precio del billete y por todo lo demás te van cobrando suplementos. Cosa que puede hacer que en caso de aceptar todo, seguros, comida a bordo, facturación de equipaje, asignación de asientos y un largo etcétera, puedes llegar a pagar más del doble del precio inicial.
Nos comemos unos bocatas que hemos traído y pasamos los controles de equipaje sin nada que reseñar.
El control de policía es biométrico, es la primera vez que pasamos algo así. Se pone el pasaporte en un escáner a la vez que te tienes que quitar la mascarilla y mirar una pantalla con cámara. Una vez te detecta que eres tú, hay que poner un dedo en otro sensor que te lee la huella digital. A mi no me lo reconoce bien y me tiene que ayudar un chico y a Beatriz no la pide la huella del dedo. Muy moderno todo, pero no se si es del todo seguro por lo que hemos visto.
Después de recorrer medio aeropuerto, como siempre, llegamos a nuestra puerta de embarque. Nos llaman, agrupándonos por filas y vamos entrando en el avión. Despegamos en hora a las 14:50 horas rumbo a Estambul.
El viaje tranquilo, con muy buen tiempo. Todo a bordo, bebidas, comida, etc es de pago. Si se paga con tarjeta, es más barato que pagar en metálico. El avión, un Airbus A320, es incomodísimo, pues no se reclinan los asientos.
Aterrizamos en el Aeropuerto Sabina Gokcen de Estambul a las 19:40, hora local, 1 más que en España. Un aterrizaje un poco rápido y brusco.
Atravesamos un pequeño control de equipajes y llegamos a la zona del Dutty Free. Buscamos un lugar donde sentarnos para pasar las 4:30 horas que nos quedan de espera hasta volver a embarcar en el avión que nos lleve a destino.
Leer, escribir, siesta, paseos y cenar son algunas de las actividades que hacemos para pasar estas horas muertas.
A las 23:00 horas anuncian en los monitores cual es nuestra puerta de embarque y casualmente estamos en la contigua. Anda que..., de decenas de puertas nos hemos ido a sentar en la de al lado.
La puerta abre puntual y hacemos el embarque en hora. El avión es un Boeing 737-800. Un avión un pelín mas pequeño pero más cómodo, al menos los asientos se reclinan. El avión va con poco mas de la mitad de pasajeros.
Despegamos a las 00:30 hora de Estambul. Nos entregan un formulario de salud por Covid 19, que tenemos que entregar rellenado en el aeropuerto. Datos personales, de donde vienes y a donde vas, si has tenido síntomas o has estado con alguien con Covid en los últimos 14 días. 2:40 horas dura el vuelo y conseguimos dormir algo.
Llegamos puntualmente al Aeropuerto Internacional de Ophira de Sharm el Sheik a las 02:10 horas. (en Egipto con el horario de verano hay el mismo huso horario que en España). Ya estamos en la Península del Sinaí.
Nada más entrar en el aeropuerto nos piden el documento que hemos firmado. Esta todo bien seguimos (el que no lo tiene bien hecho le apartan y le hacen rellenar otro). Siguiente parada, enseñar el certificado Covid de vacunación, ok. Sacar y pagar el visado, 25 euros. Control de inmigración, pasaporte, nos hacen una foto, ok. Volver a enseñar pasaporte y certificado de vacunación. Recogemos las mochilas que ya están dando vueltas en la cinta. antes de salir del aeropuerto tenemos que pasar todo el equipaje por un escáner y mientras, otro policía nos vuelve a mirar de arriba a abajo los pasaportes. Al llevar tantas cámaras me preguntan si llevo un dron, respondo que no y no me mandan abrir la mochila.
Al salir hay un hombre con un cartel con mi nombre esperándonos. Al llegar de madrugada pedimos al hotel que nos mandara un taxi (250 LE). Comentar que el cambio en estos momentos, a 13 septiembre de 2021, es de 1€ = 18,50 LE (libras egipcias). Ni cambiamos dinero ni compramos la tarjeta SIM, eso lo dejamos para mañana, que en el aeropuerto es mas caro todo. Como el taxi es de confianza del hotel, ya lo habíamos hablado previamente que le pagamos al día siguiente.
Han sido algo más de 20 horas de viaje, al salir del aeropuerto nos recibe un vendaval caliente que dice "Bienvenidos a la Península del Sinaí". Si a estas horas hace esta temperatura, que será por el día, ufff. Nos montamos en el taxi. El conductor se llama Hamet y es muy hablador. Hay muy poca circulación, una autopista de varios carriles nos acerca hasta la ciudad. Empieza a meterse por lugares de poca iluminación y obras. Parece que están modernizando esta zona. El se conoce los truquis y llegamos a una zona donde hay un gran control policial. Pasamos sin parar y tras callejear y sortear baches y obstáculos, llegamos después de 20 minutos al que va a ser nuestro alojamiento las próximas 4 noches.
El alojamiento se llama Sinai Old Spices Hotel. Está apartado de todo, a unos 4,5 km del centro de la ciudad. El porqué hemos elegido este lugar ha sido por lo diferente que es del resto. La valoración en booking es altísima. Es un alojamiento para gente que busque tranquilidad y no quiera un resort de tropecientas habitaciones. Aquí solo hay 5, y tiene piscina. La dueña, Daisy, es un cielo y se desvive por ayudarte y porque tengas una estancia lo mejor posible. Es una chica italiana que vino hace 25 años, se enamoró de este lugar y decidió quedarse.
Cuando llegamos esta Daisy esperándonos fuera. Nos despedimos de Hamet hasta mañana. Daisy nos lleva hasta la habitación y nos enseña un poco por encima las instalaciones. Nos dice que descansemos, que mañana ya haremos el checking y todo lo demás. Lo único que nos pregunta es a que hora queremos desayunar. A descansar, que ha sido un día muy largo.
Besos y abrazos según corresponda.