La ciudad de Vannes es muy interesante por sus casitas de estructura de madera, es una de esas ciudades con un casco histórico medieval en el que merece la pena perderse. En esta catedral sí que pudimos entrar aunque había partes que estaban en obras.
Después de comer hicimos una excursión opcional al Golfo de Morbihan. Es el típico paseo en barco, el sitio es bonito, pero tampoco espectacular, aunque nuestro guía aderezó el viaje con muchos datos interesantes.
El cabo lo vimos más tarde desde tierra y me parece un espectáculo mucho más interesante que desde el agua, sobre todo al atardecer.
Como la excursión estaba pasada de precio, decidieron completarla con una visita a la basílica de Santa Ana d'Aurai, uno de los lugares de peregrinación más importantes de Francia. La basílica no es especialmente grande pero tiene muchos detalles interesantes, igual que el entorno. En él hay una escalera sagrada y monumentos conmemorativos por la guerra.
Después, tocaba la parte no opcional, la visita a los alineamientos de menhires de Carnac. Nos llevaron no solo a la más conocida, sino también a otras de la zona, incluido un dolmen desnudo y el gran dolmen roto, del tamaño de un autobús. Es impresionante ver esas miles de estructuras megalíticas alineadas durante kilómetros y kilómetros.
Empezamos el día siguiente en Concarneau, un precioso pueblo medieval amurallado y con puerto. Son apenas un par de calles y un parque gigantesco para pasear, pero merece la pena. Además, a primera hora de la mañana está bastante despejado. En este pueblo fue donde encontré los libros de Lupin, por cierto.
*:-☆-:*:-☆-:*:-☆-:*:-☆-:*:-☆-:*:-☆-:*
¿No quieres perderte más entradas como esta?