Las aldeas armonizan con el paisaje
A pocos kilómetros al norte de Ioannina se encuentra una región montañosa llamada Zagoria que, honestamente, desconocía totalmente antes de organizar este viaje.Los tres encantos de esta provincia son los pueblos, los puentes y la naturaleza.
Casa en Tsepelovo
Hay 46 pequeñas aldeas distribuidas por unos 1.000 km2, lo que hace que la densidad de población apenas ronde los cuatro habitantes por km2. Están construidas con la piedra del lugar y actualmente se encuentran en muy buen estado de conservación o totalmente reconstruidas, ya que durante la 2ª Guerra Mundial algunas fueron demolidas por los alemanes en venganza por su apoyo a la resistencia griega.Farmacia en Tsepelovo
Tsepelovo (a unos 50 km de Ioannina) es el más grande de los pueblos de Zagoria. Sus calles empedradas y sus casas edificadas en el estilo tradicional pueden verse por cada una de las aldeas de la región. En consecuencia, todos los pueblos parecen iguales; pero la quietud y el paisaje la convierten en una excursión tan relajante, que merece la pena dedicar al menos un día para recorrer lo que nos de tiempo.
Esta provincia tuvo entre los siglos XVIII y XIX un florecimiento del comercio que permitió un gran desarrollo, de modo que se llegaron a construir hasta 45 puentes para facilitar el transporte de bienes y personas.
Puente de Kokori
La iniciativa para la construcción de los puentes podía partir del conjunto de una población, de un monasterio cercano o de un residente rico, y el puente solía adquirir el nombre del donante.El material básico de construcción era el esquisto, tan abundante en la región, trabado mediante cal, piedra pómez, agua, hierbas secas, pelo de animal y clara de huevo. A pesar de tratarse de una mezcla bastante extraña, ha demostrado ser muy resistente a las bajas temperaturas de invierno.Podemos encontrarnos con diferentes tipos de puentes, dependiendo del espacio que tuvieran que salvar y del número y la forma de los arcos, como los ligeramente apuntados de reminiscencia islámica.
En la vertiente de la naturaleza, aparte de las montañas y de la rica vegetación, el principal interés es el profundo lecho de un río llamado "la garganta de Vikos". Se trata del cañón con la mayor diferencia anchura/profundidad que existe. Por él corre el río Voidomatis, que es de carácter estacional, por lo que resulta fácil recorrerlo a pie en verano. Es un verdadero paraíso para los senderistas.
Garganta de Vikos