En 2007 viajé a la India, más concretamente visité los estados de Rajastán y Utarr-Pradesh, además de la capital Delhi. Ha sido uno de los viajes más interesantes que he realizado. Me fascinaron los paisajes, el colorido de los templos y, sobre todo, la cordialidad y hospitalidad de la gente. De todas formas, no me sentí atrapado por esa mística especial que muchos dicen sentir en ese país, más bien me pareció que la pobreza y la falta de expectativas hace que sus habitantes se abracen a lo único que creen que puede salvarles, que en su caso es su fuerte tradición religiosa.
En la imagen aparece una sonriente familia de Jodhpur que posó para mí. Jodhpur es la segunda ciudad de Rajastán, al noroeste del país. Su mayor particularidad es que la mayoría de las casas están pintadas de azul, al parecer porque este color las preserva del calor y ahuyenta los insectos. Otro de sus atractivos es el impresionante fuerte de Mehrangarh, desde donde se divisa una preciosa panorámica de la ciudad.