En el artículo de hoy quiero hablarte sobre idas y venidas, lecciones, aprendizajes y paridas de mi viaje a la India.
Si llevas siguiendo este blog desde hace un tiempo sabrás que hace un par de semanas volví a España después de 2 meses viajando por India (si eres nuevo por aquí puedes suscribirte haciendo click aquí y recibir un curso muy chulo de meditación como bienvenida)
Y aunque esto no es un blog de viajes muchas personas me habeis pedido que escribiera acerca de mis experiencias por allí, así que ¡Allá vamos!
Un viaje a la India: Idas y venidas
¿Por qué idas y venidas?
A parte de porque he pasado más horas en tren que en toda mi vida anterior porque India es un país tanto de idas como de venidas a partes casi iguales.
A veces la odias y desearías salir corriendo de su caos, su sobrepoblación y la basura de sus calles y otras veces la amas y tus retinas no dan crédito al paisaje que se está abriendo frente a tus ojos.
Puedes pasear y en menos de un par de kilometros ver desde chavolas en las que viven familias enteras a hoteles de lujo y grandes palacios que llevan en pie como mínimo varios cientos de años.
India es un país de contrastes, no se puede explicar, hay que vivirlo.
Considero que visitar este país debería estar en todas las listas de cosas que hacer antes de morir.
Y eso no significa que te vaya a gustar, puedes odiarlo, puedes amarlo o hacer ambas cosas por partes iguales pero no te dejará indiferente.
Viaje a la India: Lecciones, aprendizajes y paridas
Si de cualquier cosa que hagas puedes extraer algún tipo de aprendizaje cuando hablamos de viajes estos aprendizajes se multiplican exponencialmente.
Cuanda viajas (por un periodo de tiempo más o menos largo) desconectas de tu entrono actual, de tus comodidades, de tus familiares y conocidos y de quién eres tú con respecto a todo eso.
Tienes tiempo para pensar y para descubrir quién eres lejos de tu entorno habitual, cómo te enfrentas a las dificultades y a los retos que te surgen.
Si además viajas a un país con una cultura completamente diferente a la tuya (como ha sido el caso de mi viaje a la India) a tu cerebro comienzan a llegarle una serie de estímulos a la que no está acostumbrado.
Descubres que hay muchas maneras diferentes de interpretar una misma realidad y recuerdas la gran influencia (por no decir casi completa) que tienen las creencias en la vida de las personas.
Conoces un montón de gente diferente, con ideas diferentes y formas difererentes de ver la vida, por lo tanto va a haber momentos en los que tus esquemas mentales se tambaleen y no tengan más remedio que reajustarse.
Así que dejo de enrollarme y paso a compartir contigo algunas cosas que aprendí o simplemente recordé que ya sabía durante mi viaje por India.
1# Hay veces que la clave es aceptar que las cosas son como son
Es normal que cuando una situación no te guste lo primero que hagas es pensar en cambiarla y eso es estupendo, de verdad ¡Es estupendo!
Sin embargo ¿Qué ocurre cuando cambiar esa situación no depende de ti?
En ese caso tienes dos opciones:
- Rebotarte contra el mundo, maldecir al primero que pase por delante y frustarte por lo injusta que es la vida.
- Aceptar que esa situación (persona o cosa) te está suscitando emociones negativas que tienes todo el derecho del mundo a sentir pero entender que si te agarras a ellas y no dejas que fluyan no vas a conseguir otra cosa que frustrarte, sentirte mal pero no cambiar esa situación.
Con otras palabras, puedes cabrearte todo lo que quieras pero ten claro que el mundo no va a cambiar por ello.
Puedes cabrearte todo lo que quieras pero el mundo no va a cambiar por ello
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Si hay un hecho que es difícil de discutir es que el mundo tiene dos caras bien diferenciadas.
Tiene paisajes alucinantes, gente maravillosa, y puedes vivir experiencias tan increibles que son difíciles de describir con palabras.
Hay bondad, hay amor, hay felicidad.
Pero también hay gerras, hay maldad y hay personas viviendo auténticas pesadillas.
El mundo también tiene su cara macabra y la verdad es que puede llegar a ser muy pero que muy macabra.
Sin embargo tú tienes la capacidad de decidir en que cara quieres poner el foco.
Así que si decides poner el foco en la cara macraba que no sea para frustrate sino para poner un pequeño granito de arena con el fin de que poco a poco se vaya volviendo un poquito menos macabra.
India te enseña estas dos caras y también te enseña que hay veces que no te queda más remedio que aceptar que las cosas son como son.
Y si, no te voy a negar que:
- Me he rebotado con el mundo paseando por ríos llenos de botellas de plástico.
- He querido salir huyendo del país por la cantidad de personas por metro cuadrado que había en determinadas zonas.
- He visto algunas personas en condiciones tan pésimas que me han hecho dudar de la caridad humana.
Sin embargo aprendí a dejar de juzgar, dejar de intentar comprender o buscar el por qué de las cosas y simplemente aceptar y vivir las situaciones tal y cómo son, tal y cómo se presentan, sin intentar cambiarlas, sin intentar entenderlas.
Y gracias a ello pude:
- Disfrutar de paisajes realmente maravillosos.
- Conocer personas e historias de vidas fascinantes.
- Aprender un montón de cosas intersantes.
2# La importancia de parar
Durante mi viaje a la India decidí pasar por dos Ashram.
Un Ashram es un lugar dónde viven de manera permanente o temporal una comunidad de personas junto a un líder espiritual centradas casi exclusivamente en su desarrollo personal.
Aunque no puedo negar que en ambos vi un componente claramente sectareo y que ni loca me quedaría a vivir allí (esto es una opinión completamente personal) puedo decir que son lugares idales para para PARAR durante unos días (o meses) y limpiar tu mente de ruido.
Cuando hablo de PARAR me refiero salir de la espiral de preocupaciones y prisas cotidianas en la que te encuentras metido la mayor parte del tiempo y a centrarte en simplemente existir, respirar y disfrutar del paisaje.
Esto cuando viajas ya ocurre de manera casi natural, tus únicas precupaciones en ese momentos son dónde comer, dónde dormir esa noche y cuál será tu siguiente destino.
Sin embargo un Ashram está perfectamente organizado para que tu única tarea sea vivir en el momento presente.
Hay clases de meditación, yoga, masajes, charlas espituales y filosóficas, se respira una ambiente de paz y tranquilidad y en la mayoría de los casos están rodeados de naturaleza.
Digamos que son el lugar ideal para pensar, reflexionar, meditar y por qué no incorporar estas prácticas a tu vida fuera de allí.
Cuando paras, cuando eliminas el ruido, cuando quitas todo eso que no necesitas dejás espacio para un montón de cosas, que te aseguro que merece la pena dejarlas entrar.
3# La capacidad que tenemos de cambiar el mundo
Si alguna vez tienes la oportunidad de viajar a la India te recomiendo encarecidamente pasar unos días en la Fundación Vicente Ferrer.
A parte del excelente trato que nos dieron (3 días visitando todos los poryectos con un traductor, alojamiento y comida de manera completamente gratuita) fue una excelente manera de descubrir (más bien de recordar) la capacidad que tenemos para cambiar el mundo.
La fundación Vicente Ferrer en tan solo 50 años ha logrado progresos increibles en la India:
- Ha construido varios hospitales y colegios
- Ha instaurado programas de nutrición
- Ha configurado un sistema de microprestamos y programas de emprendimiento
- Ha creado grupos de mujeres para empoderalas y eliminar su desigualdad
- Ha consturido fabricas y dado trabajo a miles de personas
- Ha concienciado a parte de la sociedad en la importancia de la educación
- Está trabajando para eliminar el matrimonio concertado y para regular el control de natalidad.
- Construye miles de casas todos los años
Ha salvado vidas, ha ayudado a personas a conseguir sus sueños, ha creado esperanza…
Hace tan solo 50 años Vicente Ferrer llego a la Inida, solo, sin nada.
Y sinceramente no creo que fuera una persona de otro planeta o que tuviera cualidades descomunales.
Quizás lo único que le diferenciara de la gran mayoría de personas del planeta tierra fuera su tenazidad, su constancia y su capacidad de perseverar a la hora de seguir luchando por lo que creía.
Él decía que si cada persona del mundo cumpliera su cuota de responsabilidad social (aunque fuera dando un pedazo de pan a su vecino hambriento) el mundo segría un lugar completamente diferente.
Así que como he dicho anteriormente quizás haya cosas que no puedes cambiar (o si, quién sabe) pero siempre puedes aportar tu granito de arena.
4# A tener una relación más natural con la muerte
Una de las cosas que más me llamó la atención de India es la relación tan natural que tienen con la muerte.
Pueden hablar contigo acerca de ella como si estuvieran contandote lo que hicieron ayer por la tarde.
Entienden perfectamente que la muerte es parte de la vida y vivien muy acorde a ello.
En la mayoría de las culturas occidentales la muerte es un tema tabú, se evita hablar con los niños de ella, no se sabe muy bien cómo integrarla o cómo reaccionar cuando se aproxima.
Si algo está claro es que todos vamos a morir, sin embargo no queremos hablar de ello, no queremos pensarlo y nos limitamos a vivir como si la estancia por este planeta fuera a durar para siempre.
Nos preparan para vivir pero no tenemos ni las más remota ida de cómo afrontar la muerte.
Nos preparan para vivir pero no tenemos ni idea de cómo afrontar la muerte
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Uno de los lugares de India que más me impactó fue Benares (o Varanasi) allí era común ir andando por la calle y ver pasar una pequeña procesión con un muerto envuelto en sábanas así como ir paseando por la orilla del Ganges y ver como incineraban a los cadaveres.
Un hombre que se dedicaba a dar paseos en barca por el río a los turistas nos contó que estaba acostumbrado a ver algún que otro cuerpo flotando cada día.
Las mujeres embarazadas, los bebés y aquellos que morían por picaduras de serpiente no eran incinerados sino que eran arrojados al río atados a una piedra de la cual a veces se desataban y su cuerpo llegaba a la superficie (Yo tuve la suerte de no ver ninguno)
Sin embargo ese “espectáculo” al que es difícil ponerle cualquier tipo de etiqueta en lugar de crear una atomósfera tirste, crea un ambiente festivo en la que infinidad de personas se reunenen a hacer rituales en el río, bañarse o intentar ganar alguna rupia montando puestecitos o simplemente vendiendo té.
5# Las beneficios de una vida minimalista
No necesitas todo aquello que crees que necesitas.
Puedo asegurarte que viví durante dos meses en habitaciones pequeñas con una mochila de 40 litros y que no eché de menos absolutamente nada.
También vi muchisimas presonas que vivien con lo justo (o menos) reirse a carcajadas y con una expresión de felicidad dificil de encontrar.
Tengo que reconocer que mi tendencia (al igual que la de mucha gente) era interpretar el minimalismo como una vida de austeridad alejada de la soliciedad.
Sin embargo esto es un error.
Una estilo de vida minimalista se basa en ser consciente de lo que compras, de lo que tienes y de en qué invertes tu tiempo.
Forma parte de vivir de una manera consciente y de no llenar tu casa de bienes innecesarios o tu vida de presonas innecesarias que no cumplen otra función que llenarlo todo de ruido.
Vivimos en una sociedad que nos incita a comprar, a consumir de forma compulsiva sin necesitar ninguna explicación racional para ello.
Y se nos suele olvidar a menudo que comparar cosas (aunque sea un chalet de lujo con un jardín precioso) solo nos va a generar una felicidad efímera que durará tanto como tardemos en habituarnos a esa nueva posesión.
Algo que no ocurre tan a menudo con las experiencias, las cuales permanecerán en nuestra memoria durante toda la vida.
¡Ahora es tu turno!
¿Has realizado algún viaje a la India? ¿Quieres compartir algún aprendizaje que hayas obtenido de algún otro viaje o de cualquier otro evento? ¿Te apetece dejar una opinión o compartir alguna experiencia personal?
¡Te espero en los comentarios! Leo y respondo cada uno de ellos
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