Corto (14') realizado por Georges Méliès (1861-1938), en el que interviene como productor, guionista, actor, director de fotografía y creador de efectos visuales. Se basa en la novela "De la tierra a la Luna" (1865) de Julio Verne y en "El primer hombre en la Luna" (1901) de H.G. Wells. Se rodó en estudio, con un presupuesto de 10.000 francos. Se estrenó en 1902.
La película constituye la primera obra de Sci-Fi, con elementos tan característicos del género como las cápsulas espaciales, los viajes fuera de la atmósfera, la exploración de astros nunca vistos, descubrimientos sorprendentes y los amerizajes.
La obra rebosa imaginación, fantasía y humor, que se concretan en la forma de rostro humano que adquiere la Luna, la caída aparente de la cápsula en el lagrimal de uno de sus ojos, la observación de que son objeto desde las estrellas, la compañía que reciben de las constelaciones, el aspecto entre inocente y monstruoso de los selenitas, indefensos ante los golpes de paraguas, etc.
El tono del relato, impregnado de un amable sabor surrealista, juega con el absurdo y lo imposible, como elementos básicos de un relato fantasioso, movilizador del ensueño cinematográfico.
Los cortos de la época tenían una duración aproximada de 2 minutos y trataban temas de la vida cotidiana. Méliès ensaya con éxito innovaciones de duración y de contenidos. La realización de películas fue para Méliès una fuente de ingresos hasta que el negocio declinó por la presión de la competencia y el estallido de la IGM...