Durante los años precedentes a la crisis, los poderosos han sido los que han nadado en la abundancia, los que han hecho de este país, el país de las mil y una noche, donde habíamos adelantado a Italia y dónde Francia, a decir de nuestros gobernantes, estaba a tiro de piedra.
Hoy vemos --con el cinturón apretado y con indignación, que siguen ahí controlando el cotarro--, que lo que hemos hecho es un viaje a “La Nada”. Y existe, vaya si existe. Estamos rodeados por La Nada, que ha sido la obra de sus años de riqueza.
La Nada nos rodea. Son proyectos fallidos o interesadamente ubicados en desiertos lamentables, en sitios que o no tienen demanda o a los que hay que ir con macuto y cantimplora por encontrarse en sitios inconcebibles. El caso era construir, la utilidad o la viabilidad no entraba en sus cábalas.
En ese lugar llamado La Nada se encuentra esa Ciudad de la Justicia, un proyecto de nuestra querida lideresa que ha quedado en nada, a pesar de haber supuesto cuantiosos gastos en poner la primera piedra, publicitarlo y venderlo como la mejor ciudad de la Justicia del mundo.
También están en La Nada,
ciertas estaciones del AVE. Mientras en Madrid y en Barcelona el AVE llega al centro de la ciudad, en ciudades como Tarragona y Guadalajara, las estaciones están aisladas, a kilómetros de la ciudad y sin nada alrededor, lejos de la estación normal. Así es que si usted va a Tarragona, por ejemplo, en AVE, le llevarán a diez kilómetros de la ciudad y si tiene que tomar otro tren o ir a Tarragona, tendrá que esperar un autobús o coger un taxi que le lleve allí. Sales de la estación y no se ve nada. Nada de nada. No sé de quien eran los terrenos que ocupa la estación del AVE de Tarragona, pero huele a gato encerrado. En el caso de la Estación de Guadalajara sí sé que los terrenos eran de una tía política de Espe-rancia, pero vamos ya saben ustedes que eso ha sido pura casualidad.Una mega obra que está en quiebra y fue inaugurada hace poco más de un año, es el aeropuerto de Ciudad Real. Y es que las megalomanías llevan lejos. ¿De verdad alguien pensaba que podía ser rentable un aeropuerto en Ciudad Real? Una pequeña ciudad que está a una hora de AVE de Madrid.
El caso era construir, por ejemplo, había que construir una estación de metro y ferrocarril en Pitis, en el sureste de Madrid. Si ustedes van por allí, verán una estación en un lugar donde no hay nada, un secarral, un desierto. ¿Era necesario hacerla allí? ¿Qué intereses ocultos llevaron a tal hecho?
Seguro que hay más ejemplos, muchos más. Recalificaciones inconfesables e inentendibles. La abundancia ha producido “La Nada”. Ese lugar donde sólo habita la soledad, el vacio y algún edificio oficial rodeado de moscas en verano y escarcha en invierno. Ahora en tiempos de miseria La Nada ha tomado relevancia. Es el testigo de la indecencia, la ineficacia y la desvergüenza de quienes se hicieron más ricos a costa de intereses ocultos o de una ineficacia demostrada. Eso sí, como suele ocurrir, con dinero de los contribuyentes. Los famosos paganinis que nos quedamos estupefactos ante tanta insensatez e indecencia.
Salud y República