Nepal, el país de los Himalayas, la cordillera más alta del planeta tierra con diez de las catorce cimas de más de 8.000 m. Es un país pequeño (un rectángulo de unos 600×200 km), que está rodeado por la Índia en el Sur, Este y Oeste, y por China al Norte. En sus escasos 200 km de ancho pasa de los 60 msnm hasta los 8.848 m del Monte Everest, un país montañoso ideal para practicar trekking a todos los niveles, con rutas largas y cortas, por libre o con guía.
No son pocos los motivos para visitar Nepal, y es que a parte de esta vertiente más montañera y aventurera, posee un gran patrimonio cultural, y pese a los terremotos del 2015 todavía conserva muchos templos. Será por sus paisajes sorprendentes, el encanto de las personas, las antiguas y medio derrumbadas calles llenas de tiendecitas, la Nepal Ice, el intenso olor a incienso, la melodía del Mantra OM MANI PADME HUM tan sonada en los templos… que me quedé con la sensación de que algún día volvería a aquel país.
Nuestro viajé duró 16 días, y aunque lo ideal en un viaje de estas características es ir mínimo un mes, he de decir que para conocer el país y la cultura, las principales ciudades y hacer una buena ruta de trekking con esos días tuvimos suficiente, aunque está claro que a más tiempo, más se podrá conocer y disfrutar. Nepal es un país muy económico y al que se pueden encontrar vuelos a muy buen precio, por lo tanto lo hace un buen destino y si además te encanta la naturaleza y la montaña estarás en el paraíso.
Nuestra primera parada fue Kathmandú, y después de instalarnos en el Hotel fuimos a conocer un poco la ciudad. Como toda capital, y más Asiática, Kathmandú posee el caos característico: Pitidos constantes de Rickshaws, motos, coches y autobuses en lucha por hacerse hueco en la carretera. Principalmente callejeamos por Thammel, fuimos a visitar la Plaza Durbar y el antiguo Palacio Real (Hanuman Dhoka) e hicimos algunas compras de material que queríamos para el Trekking (allí está lleno de tiendas de material y ropa de montaña). Aquella tarde también quedamos con Dipak, el que iba a ser nuestro guía por el Annapurna. Aquí os dejo su contacto de FB por si alguien estuviera interesado, un tipo majo que habla español a la perfección.
Estuvimos hablando de cómo serían los días por las montañas del Annapurna (una de las zonas más famosas del Himalaya para realizar senderismo y trekking), y quedamos a la mañana siguiente en nuestro hotel para ir todos juntos a coger el Autobús que nos llevaría hasta Pokhara, punto de partida para muchos excursionistas.
Tardamos 9h30 en llegar a Pokhara, un precioso valle situado a 800msnm en el lado Sur del Annapurna y que se encuentra a 205km de Kathmandú. Viajar a Ásia es una experiencia muy enriquecedora y desde luego si algo te enseña este continente es a trabajar la paciencia jeje. Las carreteras y los propios medios de transporte no son lo más ideal, cosa que ralentiza los trayectos, pero aún y así yo prefiero mil veces vivir la experiencia en su plena esencia que no coger un avión y perderme todo eso. Estuvimos conociendo Pokhara durante un día y medio, uno de los principales atractivos es el Lago Phewa, precioso, se puede dar un paseo, sentarse a sus orillas a observar las montañas nevadas, atravesar al otro lado en una barca a remo y hacer una excursión a la Stupa de Pagoda. También hay mucha oferta de bares y restaurantes, centros para practicar yoga, darse algún masaje, hacer ala delta y parapente, y como no, tomarse una Nepal Ice bien fresquita.
Vista del Lago Phewa camino la Stupa de Pagoda, y de fondo el Annapurna nevadoYa en nuestro 4º día en el país nos dispusimos a iniciar el trekking. Escogimos una ruta corta y de dificultad media de 6 días, con ascenso máximo a 3210m. Partimos desde Nayapul (donde se consiguen las tarjetas de acreditación para entrar al parque del Annapurna) y fuimos pasando por Tikhedhunga a 1577m, Ghorepani a 2874m, Poon Hill a 3210m, Tadapani a 2630m, Ghandruk a 2050m . La experiencia es realmente chulísima, además de los paisajes, poder conocer los pequeños poblados y sus habitantes, ver la manera de vivir, alojarte en unas básicas habitaciones sin luz a partir de cierta hora y evidentemene sin wifi (eso es desconectar del mundo por narices jeje) cogerte el frontal y un libro, jugar a cartas con el guía, charlar con otros excursionistas, cruzarte con los niños que van al colegio y hacen cada día un recorrido que para ti está siendo algo extraordinario… La experiencia por el Annapurna es sin duda mágica, tanto que al acabar dijimos: Tenemos que volver, y la próxima vez será para subir hasta el Campamento Base, situado a 4200msnm.
Todo el recorrido es precioso, pero quisiera destacar el ascenso a Poon Hill para ver un amanecer panorámico, simplemente BRUTAL (si se tiene la suerte de que el día esté despejado como fue nuestro caso). No todo el mundo consigue ver ese amanecer en el Himalaya y sus picos, pero creo que merece la pena jugársela y sin duda volvería a intentarlo si estuviera allí. Ya de vuelta, el camino de Ghorepani a Tadapani también es precioso, las vistas a la cordillera del Himalaya siguen visualizándose todo el trayecto.
Amanece en Poon HillAl acabar el trekking pasamos un par de días más en Pokhara y volvimos a Kathmandú para conocer un poco más la ciudad y alrededores. Aprovechamos para visitar el Monkey temple y sus 365 escalones, Boudhanath Pashupatinath, visitamos Patan, Bhaktapur y callejeamos mucho por Thamel. Todos los trayectos los hicimos con Bus local, que a parte de ser super económico te mezcla con sus gentes y a mi eso me fascina (otros lo odian jeje).
Plaza Durbar (Kathmandú)Después de pasar unos días inmersas en el kaos decidimos buscar la calma y acabamos el viaje en Nagarkot, un pequeño y tranquilo pueblo en el que pasear y disfrutar de las preciosas vistas del Monte Everest y la Cordillera del Hymalaya, comer Dal bath: típico plato Nepalí compuesto por arroz cocido, sopa de lentejas, verdura y patatas. Básicamente es la dieta para ellos tanto para desayunar, comer como cenar.
A continuación os dejo el vídeo del viaje, espero que os sirva para haceros una idea y animaros a visitarlo si todavía no habéis estado allí.