Viaje a ninguna parte; Buceando en la memoria

Por Víctor Fernández.

Viaje a alguna parte (2021) es un interesante experimento fantasmal. La carta de amor de la cineasta Helena de Llanos a su abuelo Fernando Fernán Gómez respira libertad por los cuatro costados. Introduciéndose en la casa de Emma Cohen, inmensa actriz y última esposa de Fernán Gómez, la directora recolecta los recuerdos allí encerrados y acumulados por sus abuelos. Viaje a ninguna parte; Buceando en la memoria Consigue belleza buceando en la memoria. La también actriz y guionista recorre los pasillos y recovecos del inmenso chalet que está a punto de vender, mientras intenta dar forma a la vida de su abuelo, y de manera colateral, a la suya propia. Con un sorprendente y llamativo mecanismo de montaje, Helena de Llanos conversa constantemente con Fernán Gómez y Emma Cohen a través de ficciones del pasado y presente que se comunican a base de plano y contraplano.Transparencias sobre la imagen, actores de cuyo cuerpo sale la voz y frases de Fernán Gómez en otras películas, unión de ficción rodada para la película con escenas de otras obras protagonizadas por los míticos actores, recuperación de metraje rodado junto a Emma Cohen hablando de la película que estamos viendo... Viaje a ninguna parte; Buceando en la memoria
La docu ficción, sin duda alguna, resulta llamativa y sugerente en casi todo su cometido, aunque al final acaba reiterándose demasiado en sus usos e intenciones. No consigue plasmar ni introducir bien algunas de las performances que propone, situándose al borde de la pretenciosidad más narcisista. Por ello, Viaja a alguna parte se siente como un proyecto de salto al vacío con algunos hermosos aciertos, pero algo irregular en su conjunto, funcionando más en la fusión de los tiempos que en las recreaciones más performativas.