Después de acicalarme y pasar por el WC, cogimos las maletas y sin prisa pero sin pausa nos dirigimos a la estación. Llegamos muy bien de tiempo, mejor así, prefiero esperarme en la estación que ir con prisas y nervios.La verdad es que ese rato de tranquilidad me vino bien, pude desayunar un rico batido de cacao y una chocolatina. En otras circunstancias estaría muerto de sueño, incluso dormir a pierna suelta en mi bolsa transportín. Pero no, estaba muy despierto y atento a todo.Pronto se formó la cola para proceder al checkin del tren. Preparé los billetes, pasamos el control y descendimos al andén.Y allí estaba el tren. Era un tren de dos alturas, y para mis adentros, crucé las patitas para que nuestros asientos fueran en el nivel más elevado, así tendría mejor vista. Y así fue, mi dueño pensó lo mismo y reservó los asientos en ese nivel.







Una vez más con un horario casi inglés llegamos a la estación “Gare de Lyon” en París. ¡yuju! Ya estábamos allí.Ahora tocó andar un poco hasta el apartamento. No fue necesario ni coger el metro, un suave paseo fue suficiente.El apartamento pequeñito pero suficiente para nosotros. Lo primero y más importante, ir a comer, mi estomago estaba rugiendo y no era cuestión de asustar a los parisinos, jejeje.Después fuimos a comprar a un supermercado, había que llenar la nevera del apartamento, la idea era desayunar y cenar cada día allí.Y una vez ya estaba todo listo, había llegado el momento de explorar Paris, me esperaban unos días de caminar mucho y visitar un montón de sitios preciosos.¡París allá voy!
