En el mundo del siglo XXI, donde la globalización facilita el transito humano entre países y los medios de transporte consiguen que los viajes sean rápidos, los trabajadores de las empresas, cada vez más internacionales, han de realizar viajes con motivo de su actividad, sobre todo de tipo comercial. En el presente post trataré de dar algunos instrumentos necesarios para que, en caso de realizar un viaje de trabajo a un país extranjero, cuente con las indicaciones y recomendaciones sanitarias que se establecen desde Salud Pública. Sobre todo en viajes transoceánicos puesto que es en aquellos países exóticos donde podemos encontrar algún problema que otro de salud. Pero si queremos disfrutar (aunque sea trabajando) de nuestro viaje como dice la canción de la gran Orquesta Mondragón, tan sólo sigamos los sabios consejos marcados por el Ministerio de Sanidad.
Las recomendaciones sanitarias para las personas, que deban viajar a un país extranjero, dependen del tipo viaje y del viajero. Por tanto, hay que tratarlas de manera individualizada dependiendo del país al que se viaje y del área de dicho país que se visita, de la época del año, tipo de viaje y duración, medio de transporte utilizado y evidentemente características propias de cada trabajador (edad, sexo, etc.).
Antes de iniciar el viaje, el trabajador deberá poner en regla todo lo que tenga relación con documentación mínimamente requerida para este tipo de viaje: D.N.I., pasaporte en el caso de viajes fuera de la Comunidad Económica Europea, permiso de conducir (en caso que tenga que desplazarse con un vehículo alquilado) y la tarjeta sanitaria europea.
Necesitaremos planificar con la antelación suficiente el viaje y revisar todos los datos y direcciones asociados al mismo. Es de vital importancia el conocimiento de los lugares donde vamos a estar alojados, a donde tenemos que desplazarnos una vez en el país del destino. Incluso muy recomendable tener la prudencia de haber averiguado si existen hospitales y en el momento de llegar tener apuntados teléfonos de interés (taxi, urgencias hospitalarias, etc.)
La previsión es un arma infalible en este tipo de viajes y algunas de las páginas que es recomendable que el trabajador consulte, como es el caso de la página del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: Salud Pública-Sanidad Exterior (http://www.msc.es/profesionales/saludPublica/sanidadExterior/salud/home.htm).
También hay otra página muy útil que nos muestra la situación sanitaria mundial por países: http://www.msc.es/profesionales/saludPaises.do. Esta web es interesante pues podemos hacer una búsqueda por países indicándonos el tipo de vacunas exigidas y las que puedan ser recomendadas. Además también te da otros datos igualmente relevantes (ubicación de embajadas, moneda oficial, etc.)
Cada comunidad, dispone de Áreas Funcionales de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en las que se pueden tratar temas de vacunación internacional. En nuestra ciudad de residencia, si es grande, seguramente tendrá un centro de vacunación para estos casos. Podremos consultar su ubicación fácilmente en los portales sanitarios de las distintas comunidades.
Complementaria con la anterior también se puede consultar las recomendaciones en cuanto a vacunas y antipalúdicos en la página https://www.msssi.gob.es/sanitarios/consejos/datosViajero/iniciarConsejos.do
Como todo lo relacionado con la vigilancia de la salud y este aspecto no es menos, los gastos de la vacunación recomendada por Salud Pública, deben ser a cargo de la empresa y en ningún caso suponer un coste para el trabajador.
En caso de que el trabajador padezca alguna enfermedad, es conveniente que visite a su médico correspondiente con el fin de que le facilite un informe actualizado con las medidas a seguir. Dependiendo del tipo de patología, el facultativo, podrá incluso decirnos si es aconsejable no viajar o si es posible hacerlo con las precauciones que apunte.
Dependiendo del país al que se viaje, es aconsejable añadir a la maleta un botiquín mínimo de primeros auxilios (esparadrapo, vendas, repelente de insectos,…) y elementos sanitarios complementarios, dependiendo del destino y de las necesidades individuales de cada trabajador.
Las empresas cuentan de su correspondiente póliza de seguros que deberá de proteger a aquellas personas que viajan habitualmente fuera de la comunidad europea. Deberemos leer atentamente la cobertura de dicha póliza en cuanto a la duración (por ejemplo si cubre los viajes que se realicen de duración inferior a 90 días consecutivos en un ámbito mundial, sin necesidad de comunicarlos a la aseguradora o si puede no recoger en el caso que el país se encuentre en conflicto).
Con el fin de poder dar cobertura en estos casos, es necesario notificar a la aseguradora, con antelación a la fecha de inicio del mismo, el país de destino y la frecuencia, para que queden aceptados o, en su caso, para que la compañía de seguros indique la idoneidad de no viajar.
Aunque la compañía hace constar en la póliza los países de riesgo que deben ser comunicados, lógicamente estos se irán actualizando según su situación, pero como norma es necesario que el trabajador que va a viajar consulte con el departamento de prevención de riesgos Laborales (servicio de prevención propio o ajeno), si alguno de sus destinos figura en esta lista o podría ser susceptible de estarlo por su situación excepcional o dudosa.
Para el caso de personas que no viajan de manera habitual fuera de la comunidad europea, en caso de viajar fuera del ámbito de cobertura de la tarjeta sanitaria europea, los trabajadores podrían estar en condición de exigir, con el apoyo del responsable de área y Prevención de riesgos, que se ampliase la cobertura de la póliza por la excepcionalidad de la situación. La empresa tendría que dar la comunicación oportuna con la compañía de seguros.
Una vez en el lugar de destino debemos vigilar la ingesta de alimentos sólidos y los líquidos. Deberemos prestar especial cuidado con lo que comamos. Entre las medidas preventivas destacaría el no ingerir alimentos crudos (carnes y pescados deberán consumirse suficientemente cocinados), prestar especial atención a las ensaladas y preparados que contengas huevos crudos; ingerir sólo fruta pelada, o bien lavada con agua apta para el consumo humano y unas gotas de lejía y por último evitar los puestos callejeros y los lácteos de origen no seguro.
Especial precaución con el agua, puesto que puede ser un vehículo transmisor de enfermedades infecciosas. Por lo tanto será mejor consumir agua embotellada y evite los cubitos de hielo en las bebidas. Incluso en la higiene bucodental mejor utilizar agua bien tratada o embotellada a modo de prevención.
En caso de caer enfermos, deberemos de rechazar medicamentos fraudulentos no vendidos en lugares autorizados o por sistema on-line. Muchos de estos pseudofármacos han sido sintetizados en laboratorios que incumplen con medidas higiénicas mínimas e incluso pueden contener trazas de cultivos de bacterias, formas víricas o incluso otros componentes (LSD, etc.)
Se deberá de salvar el contacto con cualquier tipo de animales, incluidos los domésticos, puesto que son portadores de parásitos en algunos casos.
Recordar que para evitar problemas dérmicos por exposición solar, sobre todo en paises más cercanos al ecuador, deberemos usar cremas que tengan una protección superior a 25. Evite las horas de mayor calor, llevar gafas de sol e incluso en ciertas horas gorra.
Para las enfermedades de transmisión sexual, seguir las mismas pautas preventivas que en el país de origen que imposibiliten el contacto directo de órganos sexuales, por lo tanto el uso del preservativo ha de ser obligatorio.
Altamente útil es recabar información sobre las costumbres de la zona a donde nos dirijamos. Respete las costumbres locales puesto que pueden ser diametralmente contrarias a las de nuestro país de origen. Baste recordar que las normas de tráfico de cada país en caso de estar obligados a desplazarnos con un vehículo de alquiler puede darnos alguna que otra sorpresa.
Con el fin de gestionar adecuadamente los aspectos legales que eventualmente pudieran surgir o derivarse del hecho, no se debe realizar ninguna actuación que no haya sido autorizada por la empresa aseguradora. Así, ante cualquier accidente o siniestro o hecho con resultado de pérdida o daños a personas o bienes que afecte o involucre a cualquier máquina o equipo de trabajo suministrado, se ha de comunicar con un teléfono suministrado por la compañía aseguradora con el pleno conocimiento de la empresa.
Después del viaje, si se ha sufrido algún accidente o siniestro o hecho con resultado de pérdida o daños a personas o bienes que afecte a cualquier máquina o equipo de trabajo se ha de notificar al departamento de Prevención para su análisis.
El trabajador ha de notificar al médico de cabecera del viaje realizado en los 12 meses posteriores al mismo. Si alguna de las vacunas necesita dosis de recuerdo, se ha de contactar con el servicio de Vigilancia de la Salud del Servicio de Prevención Ajeno.
Todo los consejos apuntados anteriormente son medidas preventivas con el fin que tengamos un viaje de trabajo sin ningún tipo de problema que lamentar. Recordemos que el principal objetivo será conseguir la protección integral de la salud de todos los empleados, aunque estos estén a miles de kilómetros de nuestra empresa.