8 de febrero
Homo fugit velut umbra
(Passacaglia della vita)
Stefano Landi (1587-1639) (No sé a ustedes, me recuerda un poco a los progresivos italianos, ¡pero 350 años antes!)Además de compartir con nuestro compositor de ayer, Gregorio Allegri, el papel de cantor en el coro vaticano, Stefano Landi fue retórico, filósofo, músico especializado en varios instrumentos y autor de canciones. Dejó huella en la primera escuela romana del Barroco escribiendo la primera gran ópera de tema histórico (en este caso, sobre san Alejo, personaje del siglo V).Muy olvidado hoy, Landi contó en su día con mecenas realmente poderosos, como las ricas e influyentes familias de los Borghese y los Barberini, que, al igual que todos los ricos de la época, gustaban de rodearse de los músicos más prestigiosos (¡lo cual era más divertido que dejarse ver en un yate!) Dada la abundancia de brillantes artistas jóvenes que buscaban la atención de los mecenas, el ambiente tenía que ser tan inspirador como despiadada la competencia profesional.
Este «Pasacalles de la vida», Homo fugit velut umbra, «El hombre se va como una sombra», nos muestra a un Landi que absorbía las ideas de aquel crisol musical. Juntando laúd, tiorba, guitarra y arpa, más una serie de violines, una viola da gamba, una corneta y algo de percusión, escribe un pasacalles (especie de marcha viva y reiterativa) estilizado y rítmicamente cautivador que nos recuerda que la vida es breve y fugaz, y al mismo tiempo nos anima a gozar de ella:
Si more cantando, Se muere cantando,
si more sonando se muere tocando
la cetra o sampogna, la cítara o la zampoña,
morire bisogna. tenemos que morir.
Si muore danzando, Se muere bailando,
bevendo, mangiando; bebiendo, comiendo;
con quella carogna con esta carroña
morire bisogna. tenemos que morir.
Clemency Burton-Hill