Por Hilda Rendón Bautista
(Publicado originalmente en diario La Hora, Quito, el 13 de enero de 2011)
Foto Steen Jepsen (https://pixabay.com/photo-1181921/)
El autor de estas originalísimas novelas era Jules Verne (o Julio Verne, como lo decimos en español) un francés nacido en 1828, que acababa de realizar estudios de Derecho, pero cuya mayor preocupación fue la de investigar los adelantos técnicos de la época.
Pacientemente en sus lecturas en bibliotecas, había llegado acumular 25.000 fichas, en las cuales contenía una vasta cultura de información científica de su tiempo. Con este material y su grandísima información, Julio Verne construyó el Universo de Fantasía que refleja en sus novelas que le dieron renombre internacional.
No era Julio Verne ni el hombre ni el explorador que muchos se imaginan, lo único viajero en él era su “imaginación” gracias a esta condición humana, pudo el novelista descubrir múltiples sucesos, que habían de producirse años después. Innumerables personas se acostumbraron a leer con voracidad lo que Julio Verne contaba en las páginas de la prensa.
En una de las páginas que Julio Verne escribía para sus lectores; los hombres terrestres escudriñaban el mar para conocer sus secretos “veinte mil leguas de viajes submarinos”, o se remontaban a investigar el espacio (de la tierra a la luna).
En aquel centenar de libros que Julio escribió está su gran aporte a la humanidad, con ello no sólo despertó la vocación de miles de viajeros, exploradores y científicos, sino también formar esquemas, de muchísimos de los adelantos científicos, personajes de la historia que hoy nos resulta familiares.
Pero, además Julio Verne atrajo la atención de miles de jóvenes hacia sus obras, logró despertar en ellas el amor a la lectura y a sus libros. Generaciones enteras de personas de ayer y de hoy, encontraron en Julio Verne un sabio compañero que invitaba a seguir sus pasos del ingenio y la fantasía, cuyo encanto subsiste a través de los tiempos.
Amigos lectores y jóvenes: en este nuevo año haremos correr la imaginación para el progreso de sus aspiraciones.