Huesca, naturaleza en estado puro
Hace años, estuvimos una semana por Huesca y nos pareció incluso poco para explorar con precisión la zona del Pirineo y alrededores. Es sencillamente una maravilla. Nosotros elegimos la zona de Aínsa y alrededores, y el valle de Tena, y cada ruta, pueblo o plan que disfrutamos nos maravilló. No sabíamos que está provincia escondía tantos tesoros. Os lo recomendamos 100%. De hecho, nosotros quedamos tan encantados que pronto volvimos al Pirineo, esta vez a la zona de Cataluña, pero no descartamos volver a la zona y seguir explorándola. ¡Había muchos planes que se nos quedaron en el tintero!Rías Baixas, buscando el aire del norte
Viajar a Galicia en agosto nos parecía un tanto raro al principio, acostumbrados a buscar altas temperaturas y playas en verano. Pero paseos con la brisa fresca del norte, buen comer y la esencia gallega nos conquistaron cuando nos dejamos caer por las Rías Baixas. Además, nos sorprendió el ambiente que había en algunos pueblos, como Vilagarcía de Arousa; el paisaje de montaña, viñedos y playotes; así como las vistas de algunas zonas, como los alrededores de Vigo. Cambados, los escenarios de Fariña, Baiona, Illa de Arousa, Combarro, Noia o Padrón son algunas de las paradas que hicimos durante esta semana que os animamos a explorar con detalle en el post sobre este viaje.Lanzarote, la isla tranquila
Lanzarote me encantó por su calma. Durante seis días, recorrimos sus principales atractivos turísticos (fundamentalmente naturales), recorrimos playas y pueblos y nos dejamos llevar por el buen tiempo, paisaje volcánico y la gastronomía local. Si tienes algún día más puedes aprovechar e ir a La Graciosa, isla cercana especialmente llamativa por sus preciosas playas.Menorca, vacaciones en el mar
Una semana en Menorca dio para mucho, muchísimo. Para recorrer zonas en bicicleta, en barco y a pie. Para disfrutar por supuesto de sus playas (al norte, más salvajes, y al sur, paradisíacas). Para visitar algunos puntos naturales o localidades, como Ciudadela o Binibeca. Y en general, para disfrutar de las pequeñas cosas en una isla cotizada y cada día más de moda pero que sigue conservando bien su esencia y preservando sus tesoros naturales.