Viajes pecosos: isla de tabarca

 "Hay cosas que exigen ser peleadas."Valeria

 A Victoria.. 

 Hola Pecos@s!!!

Si por un casual estás por Alicante y, quieres pasar un día diferente, prueba ir a visitar la isla de Tabarca. Debes tener ganas de sol y de ser intrépid@ aventurer@.

Nosotros cogimos un barquito desde Santa Pola (creo que la compañía se llamaba Tabarkeras) y salen cada poco tiempo. Cuesta unos 10€ (ida y vuelta) por persona y llega en unos 20-25 min.

 Allí en la isla encontrará dos rutas: derecha zona de pueblo y playa con sombrillas, e izquierda, zona a explorar. Nosotros empezamos por la izquierda, para hacer la ruta a pie según llegábamos. Consejo: llevate un buen gorro pues Lorenzo pega bien y no hay ni una sombra en esa ruta.

 ¿Qué puedes ver por esta ruta? pues el faro de la isla, zonas rocosas y pequeños islotes que puedes ir nadando. Caletas más vacías de gente y tranquilidad, mucha tranquilidad. Más o menos este recorrido andando dura 1 hora ida y vuelta. 

Al final de la isla encontrarás un cementerio que realmente es un lugar de paz, pues solo se escucha el sonido de las olas.

 Por el camino encontrarás mucha gaviota, se ve que en esta isla están muy agusto, cosa que me encanta.

Volviendo de vuelta a la civilización (zona derecha de la isla) paramos en la zona de la playa grande donde es donde hay más gente y las sombrillas y hamacas. Precio de sombrilla y dos hamacas: 20€. Comimos bocatas en las hamacas y cuando te bañas en el mar, si llevas gafas de buceo y abres los ojos, el agua es tran cristalina que se ve genial a los pececines, eso sí es una pasada y por eso merece la pena ir a la isla, además de la compañía con la que vayas.

El pueblo cuando fuimos estaba en fiestas, como verás en la 1ª foto colgaron unos barquitos de papel: origami de la entrada amurallada, y me encantó. 

Bueno, espero que te haya gustado esta mini sintesis de Tabarca, anímate y pasa un dia diferente y divertido en esta bonita isla.

PD: os dejo un poema de esta isla:

"Isla gentil, que siempre te deseo,
de una guitarra tienes la figura,
donde se ata la larga encordadura
está la soledad de mi recreo.
Dibujada en mi espíritu te veo
igual que un instrumento de hermosura,
orlado de la mar por su bravura
que te azota con rudo bamboleo.
Para vivir, qué hogar tan venturoso,
para soñar, qué sitio tan dichoso,
para escribir, que mágico retiro.
¡Quién fuera el ancho mar, guitarra mía,
que retiene tu caja de armonía
como un inmenso estuche de zafiro!"

poema La Isla de Nueva Tabarca. Salvador Rueda

Sed felices.