de James Patterson.
Título: Vías Cruzadas.Autor: James Patterson.Editorial: Duomo Ediciones, 2016.Páginas: 496.
Resumen oficial.
Tras pasar más de treinta años en Washington, el célebre detective Alex Cross regresa a Starksville, su ciudad natal. Su presencia resulta incómoda para algunos, sobre todo cuando decide investigar el caso de su primo, acusado de cometer un horrible crimen.
Cada paso que da le acerca a un asesino abominable, de corazón frío, y a la verdad sobre su propio pasado. Las respuestas que encuentra pueden ser fatales. Pero el afán de justicia de Cross es insaciable.
LOS CASOS MÁS DUROS SON AQUELLOSQUE TE ENFRENTAN A LA VERDAD.
Impresión personal.
No había leído nada de este autor a pesar de lo famoso que es y la cantidad de novelas que produce anualmente. Tan sólo había visto la película de El coleccionista de amantes y varias veces porque es de esas que repiten una y otra vez en televisión.
Si algo destaca en esta novela es su sencillez a la hora de leerla y su agilidad. A pesar de tener varios hilos argumentales, el estilo tan sencillo y gráfico del autor unido a unos capítulos de corta extensión, hace que cueste mucho trabajo soltarla y que, por ello, avances muy rápido en su lectura. Es, por otro lado, una novela muy entretenida para estas fechas veraniegas en la que desconectar es una prioridad, al menos en mi caso. Una novela entretenida, lineal y llena de giros, que, sobre todo al final, me han resultado quizás algo excesivos y enrevesados, aunque cierra perfectamente todas las tramas y las piezas encajan a la perfección. No es que a una no le gusten los finales "felices", es que a veces, tantas casualidades sólo ocurren en las películas americanas. No obstante, estos giros tan rebuscados no han desmerecido mi opinión general sobre la novela porque reitero que me ha resultado entretenida, ágil y bien armada.
La novela consta de varios hilos argumentales. Uno primero, que aparece nada más abrir el libro sobre una serie de asesinatos perpetrados por un tal Coco, un travesti, en casas de un barrio pudiente donde además de asesinar a sus dueñas, les roba ropa de lujo y joyas. Esta parte me ha traído todo el rato a la memoria al asesino de El silencio de los corderos, una de esas películas difícil de olvidar.
El otro hilo argumental va unido a la propia vida personal del protagonista principal, Alex Cross y su familia en su ciudad natal, Starksville, a la que regresan después de treinta años de su marcha a Washington tras el fallecimiento trágico de sus padres. Un primo de Alex Cross, Stefan, está acusado del asesinato de un niño y de la violación de una chica, motivo por el cual la pena probable es la de muerte, ya que todas las pruebas apuntan a él como autor de hechos tan deleznables. A la vez, el regreso a su ciudad natal, le hace rememorar cuestiones olvidadas a corta edad sobre la muerte de sus padres, acudiendo a su mente muchos recuerdos perdidos que evidencian que las cosas no ocurrieron como le contaron. Toda una subtrama dentro de la trama principal donde su familia y el pasado de la misma y de su ciudad juegan un papel primordial. La droga, el racismo, el caciquismo existente en ciudades pequeñas y el silencio del miedo de los ciudadanos está en la base de todo lo que ocurre y ocurrió y nuestro protagonista no descansa hasta encontrar todas las ramificaciones de su pasado.
El cómo están unidos estos dos potentes hilos argumentales es una pregunta que te late en la cabeza durante la mayor parte de la lectura de la novela, debido a que son tramas muy diferentes que no parecen tener relación. Pero para saberlo, ya os digo que tendréis que leer la novela.
El protagonista principal es Alex Cross que es, sin duda, el personaje mejor perfilado porque no sólo lo conoceremos en plena acción investigadora, sino que, en esta novela conoceremos una gran parte de su pasado y el de su familia en su infancia. Me ha llamado la atención que Alex tiene una familia "feliz", sin los típicos dramas que conocemos en casi todos los policías protagonistas de series policíacas. Tiene una mujer, también policía, inteligente, compañera de investigación con la que forma un perfecto equipo; dos hijos que realizan sus actividades cotidianas con la participación normal de sus padres; y hasta una abuela a la que se encarga de cuidar y mimar; no hay un policía medio alcohólico, desesperado, solitario al borde del suicidio. Es un profesional como cualquier otro que desarrolla su actividad sin obviar su vida privada, sin que una interfiera en la otra.
Hay muchos más personajes porque es una novela muy familiar y por ello aparecen tías, abuelas, primas, etc., pero los observas en su conjunto acompañando el desarrollo de los hechos y los recuerdos del pasado.
En resumen, una novela ideal para el verano. Entretenida, sencilla y muy ágil que te anima a seguir leyendo hasta el final. Un thriller en su máxima expresión.