La previa al debut de España en la Copa Confederaciones 2013 venía claramente marcada por un detalle al que, creo, que se le ha ido dando más importancia de la que realmente tenía: la portería. Con ello, la primera alineación tras algunos amistoso provocó que la titularidad de Iker Casillas hiciese demasiada sombra sobre dos puntos más relevantes a la hora de ver cómo evoluciona un equipo que está marcando una época.
El primero de ellos fue la apuesta por una referencia en ataque. Roberto Soldado ejerció de 9 algo que se barruntaba durante la previa pero que seguro que no de manera extrema pilló a Uruguay a pie cambiado. Bueno, quizás nunca se supo después de la brillante primera hora del equipo español que dejaba poco para que los charrúa mostraran sus virtudes. Pero volviendo al tema del 9, resulta que jugando con uno, el que hacía las veces de 'falso 9' con España, Cesc, se encontró más libre y firmó uno de sus mejores partidos en un tiempo.Porque resulta que esto del falso 9 acaba siendo una cosa no tan novedosa ni moderna como nos imaginábamos, sino que no deja de ser la de alinear a un centrocampista adelantado pero sin pisar el área, siendo un centrocampista más con mucha libertad para llegar. Bien hizo Del Bosque en volver a un dibujo más común, primero porque seguro que sorprendió a una Uruguay que esperaba poder salir a morder con su defensa más arriba y no pudo, y después porque 'oxigenó' a un equipo que lleva mucho tiempo con un sistema que exige mucho y que sin frescura parece provocar la pérdida de profundidad que ayer sí que existió.
Y otro punto más interesante era el del centro del campo. Del Bosque se ha pronunciado siempre en favor de jugar con Busquets y Alonso como timón de un equipo que tras pérdida debe tener siempre a uno de ellos cerca del balón para frenar la salida del rival. Sin el tolosarra y con un Javi Martínez en un nivel de forma muy bueno, todo parecía indicar que el del Bayern sería de la partida y su no alineación sorprendió a más de uno.Porque lo que tanto se había demandado, la ruptura del doble pivote para, parece, ver una versión de España de recurso absoluto con el balón también pilló a más de un aficionado por sorpresa.También es debatible la elección de Busquets en lugar de Martínez. En un torneo donde también se habían pedido probaturas de cara a comenzar una serie de relevos y hacer evolucionar el sistema en busca de una vuelta de tuerca que presente a los rivales nuevos problemas, el pivote con dos interiores no deja de sonar familiar y de fácil asimilación.Y en este apartado, Busquets es el mejor. Con su concurso, Del Bosque apostó por un jugador quizá no más fresco, pero que sí está totalmente familiarizado con todas las faenas que debe hacer para mantener el equilibrio en el equipo.
Javi Martínez tuvo sus minutos, que coincidieron con el momento en el que el equipo dejó de acelerar. No tuvo la oportunidad de probarser como barómetro de un equipo que bordó el fútbol durante una hora, pero es indudable que en este torneo tendrá minutos de calidad para medirse en la exigencia y no dudo que respondera.
No hace mucho Del Bosque dijo que 'pobre del que no dude'. Hace más o menos un año en una brillante intervención televisiva invitó a opinar con 'el fútbol es debate'. Tenemos la fortuna de tener un entrenador que se aleja de los extremos, que presenta un equipo con mucho que analizar y que suele explicar sus decisiones. Ni el torneo con menos prestigio de las selecciones se escapa al análisis.