Vicente Vallés es un periodista odiado por la izquierda y que hace su trabajo sin casarse con nadie, algo que contraría a cibervoluntarios podemitas y sociatas. Tantos años de mamporrerismo periodístico es lo que tiene.
Las preguntas a Santiago Abascal le convirtieron en pijoprogre, prosoviético, feminazi y mercenario de la izquierda. Las preguntas a Pablo Iglesias le convirtieron en franquista, neonazi, machirulo, mercenario de la derecha de y un ultraderechista cómplice de las “cloacas del Estado”.
No se deja intimidar por las presiones de Podemos y el resto de la izquierda extrema y se ha convertido por méritos propios en el látigo del Gobierno socialcomunista a pesar de la campaña de R2D2-Echenique azuzando a sus cohortes a que le llamasen Cloaquito a pesar de que también criticaba con la misma dureza a los gobiernos anteriores. Pero, claro, entonces era otra cosa.
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