Vicepresidenta bocazas.

La verdad es que el nivel de los presidentes y vicepresidentas/es de gobierno que hemos padecido en España da más ganas de llorar desconsoladamente que de alegrarse, pero dentro del descalabro y la corrupción generalizadas los hay que tienen rasgos peculiares que les dan cierta personalidad.

Una de las más peculiares es la actual vicepresidenta Carmen Calvo, cuyo rasgo característico lo tiene en la boca porque es raro que la abra sin soltar un enorme rebuzno.

En una entrevista publicada por El Periódico suelta nada menos que lo siguiente:

“Un gobierno democrático no saca a los presos de la cárcel”.

“El derecho a la autodeterminación no existe en las democracias”.

Recomienda a los independentistas “no seguir alimentando la idea de que existe el derecho a la autodeterminación, porque no existe ni Naciones Unidas lo prevé”.

Algunos de estos rebuznos son repetidos porque ya los había soltado con anterioridad.

Yo no creo que, aunque esté dentro de lo posible, esta señora sea una terrible ignorante, porque si se va por este camino además se ha de concluir que no sabe leer porque con haber leído un par de periódicos sabría que la mayor parte de su discurso es enormemente falso. Claramente la única conclusión es que es tan falsa como todos los políticos que han pasado por el gobierno central con la particularidad que le gusta la chulería de decir falsedades y todo el mundo callado y la pocilga mediática aplaudiendo.

No todas sus idioteces se refieren a temas relacionados con presos políticos y autodeterminación. En octubre se entrevistó con el Secretario de Estado del Papa Pietro Parolin en el Vaticano  y a su regreso manifestó triunfalmente que había llegado a un acuerdo con la Iglesia para que la tumba de Franco no se situase en la Almudena, pero no pasó ni una hora hasta que el Vaticano emitió un comunicado desmintiendo a la señora vicepresidenta y rechazando cualquier implicación en el problema.

En cambio, no parece preocuparle que ayer domingo 18 cientos de personas celebrasen en Madrid una manifestación falangista al más puro estilo de los primeros años de la dictadura, y tampoco parece preocuparle que en todos los países que lo padecieron, como Alemania e Italia, está prohibida la exaltación del fascismo con la excepción de España donde no solo no está prohibida sino que se produce con frecuencia y varias de las organizaciones que defienden el fascismo están subvencionadas por el Estado.

Esta señora no es ni mejor ni peor que los vicepresidentas/es que la precedieron sino igual de desastrosa, pero al menos los otros no rebuznaban tanto.