Hoy es viernes y no toca entrada, pero como he tenido un error con las publicaciones, no quería dejaros sin nada hasta el lunes 25 que re-publicaré mi colaboración con las chicas de ItHuelva, así que os muestro uno de mis últimos protectores solares. Este verano he estado viendo en las farmacias promociones en protectores solares y demás productos solares de la línea Capital Soleil de Vichy. No tenía pensado comprar ningún protector solar este verano porque estaba terminando el de la firma Ladival para pieles sensibles y lo alternaba con el de Hawaiian Tropic.
Sin embargo, un día en la playa me robaron el bolso con todo mi arsenal de protectores solares para el cuerpo, la cara y los labios, así que decidí aprovechar la promoción y comprar este de Vichy. No es la primera vez que pruebo esta línea, sin embargo desde entonces la han cambiado, tanto el envase como la formulación. El producto anterior me gustaba. ¿Me gustará este también? Vamos a verlo.
Puesto que la promoción consistía en comprar 2 productos solares de la línea Capital Soleil para conseguir uno a mitad de precio junto a un neceser de plástico de color naranja transparente, elegí una crema protectora facial, pero la tengo cerrada para el año que viene. Este protector tiene un FPS de 30 frente a rayos UVA y UVB. No contiene parabenos, es hipoalergénico, resistente al agua y según el envase, está indicado para rostro y cuerpo, aunque yo sólo lo he usado en el cuerpo. Contiene 300 ml y su precio no llegaba a 15 €.
PROS: Al ser una leche hidratante no resulta nada pegajoso. El olor que tiene no resulta desagradable, pero se nota en la piel. Una vez que se extiende no tarda mucho en absorberse, dejando un tacto suave, no pegajoso pero con aspecto ligéramente jugoso. Además cuando me ducho tras usarlo noto la piel bastante suave, por lo que también hidrata evitando la sensación de piel tirante tras tomar el sol.
Hasta ahora parece perfecto, sin embargo, lo hemos estado usando tanto mi chico como yo y ambos le hemos encontrado los mismos Contras:
1.- Hay que tener mucho cuidado con extenderlo bien para que no queden zonas blancas y como se absorbe bastante rápido, puede resultar más complicado de lo que parece. Si pones más cantidad, tarda más en absorberse, pero entonces mientras lo aplicamos seremos los primos de Cásper.
2.- Cuando reaplicamos el producto, ya sea después del baño o bien tras varias horas al sol, con los roces salen grumos, como si el producto no terminase de absorberse nunca y resulta bastante desagradable.
Por eso, a pesar de cumplir lo que la mayoría de nosotros solemos buscar en un protector solar, y a pesar de que cumple su función ya que al usarlo no nos hemos quemado, no lo volvería a comprar porque la sensación de tener grumos es muy desagradable y prefiero otros protectores con los que esto no me pasa.