Hubo una cagada que me lastró durante años. Llevaba una mochila de plomo allí a donde iba.
Todo me estresaba, me lo tomaba todo demasiado en serio.
Hasta que la cuenta no estuviera repleta no podía relajarme.
Cada email recibido, cada proyecto y detalles que solo me importaban a mí. Y cuando veía el nombre de un cliente en la pantalla de mi teléfono me subía el cortisol.
Tardé en darme cuenta. De que cuando la diversión le abre la puerta el dinero llega por su propio pie.
Mi consejo: trabaja por dinero pero sobre todo, trabaja por vicio.
Cuando trabajas por dinero las cosas pueden salir, pero cuando trabajas por vicio no pueden fallar.
No sé tú, pero yo tengo por delante un 2026 clarísimo.
Duplicaré mi vicio y obviamente, todo lo demás le seguirá. Dicen que el dinero es miedoso, no sé de eso, pero que es un juerguista pervertido te lo garantizo.
Enséñale dónde está el jolgorio y acudirá.
El lunes destriparé mi estrategia para 2026. Contaré todo lo que haré y hasta te puedo adelantar lo que conseguiré.
Unos mirarán, otros envidarán, otros copiarán sin entender.
Y unos pocos, harán lo mismo.
Te puedo adelantar sin miedo a equivocarme quienes, de todos esos, tendrán un año más interesante:
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La entrada Vicio y dinero, amigos íntimos. se publicó primero en Luis Monge Malo.
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