Mi buen amigo Joan Mateu, nuestro querido 007, porque es el encargado de realizar los trabajos más complicados del hospital (ése justamente su número para localizarle) me ayuda en muchísimas ocasiones. Yo no le encargo misiones arriesgadas pero sí le doy bastante el latazo de enviar muestras, libros, ejemplares a otros médicos del resto de fuera del hospital. Y, como un auténtico James Bond, nunca falla. Uno de los lugares a los que acude regularmente; y no a tomar una copa, es a la Oficina de Correos de Esplugues que es la correspondiente a nuestro hospital . Siempre me habla maravillosamente de Vicky, Elena y sus compañeras, empleadas en ella, de lo bien que le tratan y lo diligentes que son.
Yo no las conozco pero puedo dar fe de que mis paquetes llegan con una precisión suiza al lugar escogido. Ni un retraso ni una pérdida. Da gusto trabajar con personas que hacen bien su labor diaria. Si todo el mundo fuera así, iríamos mucho mejor.
Desde aquí quiero hacerles llegar mi agradecimiento. Si pudiera se lo diría personalmente a su jefe que, si no es tonto, ya se habrá dado cuenta de que tiene unas colaboradoras excelentes.