“En aquellas organizaciones donde no se escucha ni a clientes ni a empleados, donde hay miedo a hablar sobre los problemas, donde los errores se ocultan, donde se prefiere no pensar en la posibilidad de fallar, donde en lugar de renovación hay acostrumbramiento al éxito, donde no se cuestionan las formas de pensar, donde las personas son sólo recursos, donde la ética es sólo una palabra… en organizaciones donde esto ocurre el fracaso es su destino irremediable.”
Víctor Raiban.