Revista Economía

Victoria pirrica

Publicado el 09 abril 2014 por Torrens

El martes 4 de Abril se consumó la puesta en marcha del choque de trenes cuando el Parlamento desestimó la autorización al Parlament catalán para realizar la consulta. Creo que, aunque esperada, es una pésima noticia. Yo soy de los que sin ser independentista creen que el referéndum es la mejor solución al problema y que la mejor estrategia que podrían seguir en Madrid es permitirlo, dejar de insultar y de decir estupideces y ponerse a convencer a los catalanes que su mejor alternativa es España, cosa no tan difícil como parece porque con dejar de decir tonterías tendrían mucho ganado, pero como siempre ocurre con nuestros altos funcionarios y políticos prefieren escudarse en leyes reales o inventadas y en el B.O.E. antes que gestionar los problemas del país.

Estoy de acuerdo con Pilar Rahola cuando dice que los resultados del pleno podrían ser peores para España que para Catalunya, y con Lopez Burniol cuando afirma que tarde o temprano se tendrá que votar para solucionar el problema y que cuanto más tardemos mayor será el daño.

La rumorología de mucha de la prensa madrileña en el sentido que se está cocinando una propuestas de financiación, que incluso aventuraron que podría producirse a consecuencia de este pleno, de ser cierta no supone solución alguna porque una de las cosas que los catalanes, independentistas o no, ya estamos más que hartos es de los incumplimientos de todos y cada uno de los acuerdos a los que se ha llegado con el gobierno central, en especial en materia de financiación.

Hubo cuatro cosas que no me gustaron nada.

Primero. El discurso de Rajoy, aunque eso era más que previsible. Parece que Rajoy es incapaz de hacer un discurso sin soltar un montón de chorradas. Es este caso situó a la Catalunya independiente en la isla de Robinson Crusoe, lo que es de agradecer porque esa isla debe ser mucho más agradable que el espacio exterior donde nos mandó Margallo hace semanas. También comparó la Constitución con un testamento, que no deja de tener sentido porque si él dura mucho más como Presidente del gobierno de tanto usarla, manipularla, tergiversarla y apretarla va a matar la Constitución. Después de que afirmase que nos gusta la “feina ben feta” los diputados catalanes perdieron la oportunidad de decirle que precisamente por eso queremos perder de vista a su gobierno, a su partido y a él mismo.

Segundo. El vergonzoso espectáculo de Coscubiela, diputado de ICV, callando en el estrado mientras Rajoy y Sáenz de Santamaría mantenían sendas conversaciones telefónicas y la vicepresidenta de la cámara Celia Villalobos, por desgracia en funciones de Presidente, encima pegándole la bronca a Coscubiela. Que algún diputado cometa la grosería de hablar por teléfono mientras otro diputado está en el estrado es grave, pero que los groseros sean el Presidente y Vicepresidenta del gobierno al alimón, que además están sentados en primera fila justo delante del orador, es un indicador del lamentable nivel de nuestros gobernantes y políticos, como también lo es que un personaje sumamente mal educado, faltón y sin el más mínimo criterio como Celia Villalobos haya llegado primero a Ministra de Sanidad y hoy sea primera Vicepresidenta de la Cámara.

Tercero. Los rebuznos de la mula Rosa Diez, buscando desesperadamente los votos de la catalanofobia. (Si ya sé que el calificativo es grave, pero después de la retahíla de insultos y barbaridades que vomitó totalmente fuera de sí sobre nosotros los catalanes y sobre nuestros dirigentes me siento totalmente calificado para usar este lenguaje). Si alguno duda de si la catalanofobia existe y de que esté muy arraigada en el resto de España, que se lo pregunte a Shakira. Al equiparar, entre muchas otras inmensas burradas, la autorización de la consulta con permitir la ablación del clítoris la tipa se olvidó que hace unos años manifestó alto y claro que si algún día la mayoría de los vascos se decidían por la independencia no quedaría más remedio que aceptarlo, aunque debe tenerse en cuenta que este comentario se refería a su querida Euskadi y no a los malditos catalanes, de los que todo el mundo sabe que solo tienen dos derechos: callar y pagar.

Hace bastantes años Xabier Arzalluz, uno de los políticos más maquiavélicos, inteligentes y con mala leche que ha tenido el país, dijo de Rosa Diez que había entrado en el PSE como mujer de la limpieza y había llegado al Comité Ejecutivo. Desconozco si la afirmación del viejo zorro vasco es cierta, entre otras cosas porque la gran mayoría de las mujeres de la limpieza son bastante más educadas que Rosa Diez.

Cuarto. La inmensa ovación final que daba la impresión que celebraban una gran victoria del equipo de futbol local olvidando que el equipo contrario era otro Parlamento tan legal y representativo como ellos.

En el extremo opuesto a Rajoy y Rosa Diez, el orador que más me gustó fue Alfred Bosch de ERC porque al menos tuvo la inteligencia de enfrentarse a tanto absurdo con mucho y fino sentido del humor.

Para empeorar todavía más las cosas me ha vuelto a dar un nuevo y terrible ataque de envidia como el que me dio cuando Camerón y Salmond llegaron a un acuerdo sobre el referéndum en Escocia. El nuevo Primer Ministro francés, el barcelonés Manuel Valls va a aplicar las reformas que le exige la U.E., pero en vez de limitarse a pegar todos los palos posibles a la ciudadanía como han hecho en España va a empezar por aplicar una drástica reducción de las estructuras burocráticas y administrativas que incluyen una reducción del número de departamentos, combinada además con claras medidas de crecimiento y de apoyo a empresas y empresarios. Eso en un país cuya Administración Pública funciona muchísimo mejor que la española.

Por cierto, hablando de Cameron. Parece ser que hizo caso a algún asesor bien remunerado de los que van dejando desastres a su paso y hace unos meses rompió el consenso con los escoceses para evitar el mercadeo de análisis y criterios sobre la eventual independencia a base de emitirlos conjuntamente y empezó a presionar a los votantes escoceses con las políticas del miedo en relación con la libra esterlina y la deuda externa. Resultado: en las encuestas la intención de voto independentista empezó a subir y ya ha crecido casi un 20%. O sea, el gobierno de Londres utiliza una ínfima e insignificante fracción de las políticas y actitudes que practican en Madrid sobre el independentismo catalán y en pocas semanas se les estropea el cuadro. Fantástica lección para quien tenga ojos, oídos y cerebro que quieran aprender de los errores ajenos, pero desgraciadamente ni PP, ni PSOE, ni UP y Down, ni… etc. los tienen.


VICTORIA PIRRICA.


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