Si te acercas a cualquiera de esos entrañables abuelos que están sentados al solete en la Plaza del Pilar, y le preguntas:
- Caballero, ¿un sitio de toda la vida donde tomar tapas de las buenas?
- Claro que sí maja, Los Victorinos, aquí al lado de la calle Don Jaime, no tiene pérdida.
Calle Jose De La Hera, 6. Zaragoza
976394213
Precio: $$$$$
Sábado: de 12:00 h. a 14:00 h. y de 19:00 h. a 24:00 h.
Fiestas del Pilar: prácticamente 24 horas.
Lo de “no tiene pérdida” es un eufemismo, porque más escondido no puede estar. Pero eso nunca ha sido un impedimento para que su fama se propagara entre vecinos y foráneos durante años. Y es que los Victorinos fue fundado en 1969, pero después de 3 generaciones ha sabido conservar la misma esencia, la misma cocina y la misma ambientación que entonces.
Cruzar su puerta es como dar un salto en el tiempo. Es un local pequeño de techos altos y barra castiza, custodiado por cuatro guardianes: cuatro cabezas de toro de la Ganadería de Victorino Martín que dan nombre a este lugar y que fueron lidiados en el Coso Zaragozano en el 13 de octubre de 1976. De sus paredes también cuelgan inmensos carteles originales de las corridas de toros de aquellos años, cuando los carteles eran pintados a mano y se convertían en obras de arte únicas. Raúl, el fundador, era un apasionado del arte taurino, por eso no es de extrañar que llenara su negocio de estas reliquias y le pusiera ese nombre.
Pero que todo esto no te abrume, porque los Victorinos no es un museo taurino, es un museo de las tapas. Aquí no sirve otra cosa. Pequeños platos en miniatura hechos como antes, con un sabor tan auténtico que han traspasado la frontera del tiempo. Desde las clásicas croquetas de brandada de bacalao, las migas a la aragonesa o el pulpo a la gallega, hasta las novedosas croquetas de rissotto de oliva negra, el queso de cabra al caramelo o una de las estrellas de la casa, la tapa mudejar: un rollito de cordero especiado con ciruela confitada que es una delicia.
Marimar Sisamón, actual encargada del local, nos recomienda 4 tapas con las que acertaremos seguro:
· La croqueta de cocido (imprescindible)
· La tapa de la casa: boletus edulius con salsa de Oporto y foie (ganadora del concurso de tapas de Zaragoza)
· La de boletus con trufa negra
· Y la joya de la corona: el Huevo escalfado con trufa blanca de Piamonte, plato estrella y el más caro, 12 €.
El resto de montaditos cuestan 2,80€, pero os aseguro que 4 estaréis más que satisfechos. Y por supuesto, toda buena comida debe ser regada por un buen vino. Marimar nos comenta que los vinos aragoneses son su debilidad, por eso en la bodega además de Rioja y Ribera del Duero, cuentan con las 4 Denominaciones de Origen de Aragón: Calatayud, Somontano, Campo de Borja y Huesca. Me dejé llevar por su recomendación y probé la Garnacha Blanca de Aragón. ¡Qué gran descubrimiento! ¡Me he vuelto una fan incondicional!
Este es uno de mis sitios de referencia, uno de esos que te sirven para decir “te voy a llevar a un sitio…” y nunca te deja en mal lugar. Así que ya sabes, seas partidario o no de los toros, si sencillamente quieres disfrutar de una buena tapa y un buen vino, con el sabor de siempre, no dudes en pasarte por allí y dejarte aconsejar.
Victorinos: solera, tradición y sabor.
Muchas gracias a Marimar y a Yolanda por su tiempo y su gran atención.