Vida blogger: Rutina Matutina

Compaginar la vida laboral, personal y social es ya de por sí algo que a veces resulta complicado. Intentar mantener un equilibrio entre las obligaciones y los placeres parece difícil en ocasiones, pero me atrevo a afirmar que en la gran mayoría de los casos es cuestión de energía y motivación. Añádele a eso llevar un blog, no hacen falta muchas explicaciones, quien lleva uno sabe lo que supone a nivel intelectual, emocional y temporal.

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Verdad que cuando tenemos más energía y cosas buenas en el horizonte todos los inconvenientes se convierten en retos superables? y si no son superables tenemos esa calma que nos permite aceptar que a veces las cosas no van como queremos, pero no hay drama: mañana más y mejor.
Es sencillo aceptar intelectualmente que si estamos mejor por dentro todo lo de fuera pesa menos, el trabajo viene cuando hay que ponerlo en práctica y "no tenemos tiempo" de sentirnos mejor o de hacer algo al respecto.
Si empezamos el día mal, todo va de mal en peor y si empezamos el día bien podemos resolver situaciones sin mucho esfuerzo emocional (que al final, creo yo, es el que te drena más)
Hoy quiero compartir con vosotras mi rutina de mañanas, que sí, al principio se me olvidaba, luego me lo apunté, después se trata de mantener la disciplina y en pocos días es una cosa más que te ayuda a sentirte mejor y si tiene esos resultados, pues es absurdo saltártelo.
La lógica es aplastante: cuerpo oxigenado y bien alimentado, mente despierta y abierta y entorno en equilibrio. Es una rutina en la que inviertes menos de media hora y resulta gratificante y productiva. Te lo he vendido bien? 
Voy a dividirlo en cuatro pasos en los que acabarás llena de energía, desayunada, duchada y con la casa ordenada y relativamente limpia, te apuntas?
Paso 1: oxigena cuerpo y mente

Yo me pego una sesión completa de yoga que incluye la secuencia del saludo al sol y algunos estiramientos extra. Vale, soy bailarina y necesito poner el cuerpo en su sitio, una persona de a pie con cuatro rotaciones de cuello y hombros, unos ligeros estiramientos de piernas y torso hay suficiente. Tardas dos minutos (de reloj) y lo más importante es que respires profundamente para llenar de oxígeno esos músculos aletargados  y de paso esa cabecita que aún está medio grogui. Respirar profundamente despierta la mente y si le añades abrir mucho los ojos y mirar de un extremo a otro en las cuatro direcciones también activas el nervio ocular y con eso estás servida.
Hacer esto evita que pases de la cama a la actividad diaria en formato zombie, te lo prometo, es pura ciencia.
Paso 2: Motivación

Los pasos 2 y 3 son intercambiables en orden, pero yo prefiero hacerlo así, ya cada cual que elija cómo le va mejor.El momento ducha es perfecto por varios motivos. El agua estimula la circulación sanguínea y tonifica los músculos y durante ese ratito tienes aún unos minutos a solas con tu mente. Sé lista y úsala de manera proactiva y positiva. No es momento de recordar todo lo que tienes que hacer, lleva una agenda o apúntatelo por la noche. Empezar el día recordándote a ti misma todas las obligaciones que acometer no es la mejor manera de liberarte de tensiones... y no acabas ni de despertar.Así que ten una lista de lo que debes hacer y olvídate. Usa la ducha para escuchar tu mente, para disfurtar del agua, para agradecer que tienes salud, un techo y comida, familia que te quiere y una infinidad de posibilidades de creación a tu alcance. No, no es un juego de autosugestión y poco tiene que ver con la espiritualidad, es simplemente pasar a un primer plano lo bueno de la vida: tu vida.
Paso 3: Aliméntate sabiamente

Ya sé que si vas con la prisa un café frente al ordenador o de camino al trabajo parece la mejor opción para despertarte, pero bueno, no tengo que explicarte por qué no lo es.Desayunar en silencio o con musiquita buenrollera (sin tele, sin telefono, sin ordenador) es uno de los momentos mejores invertidos del día.Es muy importante darle a tu organismo lo que realmente necesita despues de 6, 8 ó las horas que sea que hayas dormido: minerales, agua y vitaminas. Tu cuerpo al despertar necesita lo más básico, así que desayunes lo que desayunes, no olvides añadirle una generosa dosis de fruta.Tardas cinco minutos en desayunar, diez si te pones generosa, merece la pena... mucho.
Paso 4: Equilibra tu entorno

La verdad es que yo prefiero irme a la cama con la casa mínimamente ordenada, pero aunque sea doblar el pijama, hacer la cama, pasarle un paño al baño y recoger los platos del desayuno es algo que hago justo después de desayunar. Bueno, vale, primero le doy al play a algo buenrollero que suene de fondo, enciendo unas velitas de olor y me pongo al lío.Yo trabajo de tardes así que dedico la mañana a hacer la casa, pero estas cuatro cosas que he escrito arriba consumen cinco minutos de mi tiempo, no más.
Entonces, recapitulemos:
1. Oxigenarte: 2 minutos2. Motivarte: 10 minutos3. Alimentarte: 5 minutos4. Equilibrar tu entorno: 5 minutos
Esto es lo que tardo yo, claro que una rutina correspondiente antes de acostarme va de la mano, esa ya la contaré otro día.Aún si eres de velocidad caracol en menos de media hora estás feliz y contenta, con el cuerpo despierto y la mente abierta, la casa limpia y lista para ponerte mona y salir al mundo a regalarle lo mejor de ti misma.

Probadlo, en serio, desde que abres los ojos hasta que sales por la puerta tardas una hora más o menos. Creo que una hora es lo que todas usamos por la mañana (y si no levántate antes, ya te contaré como conseguirlo en la rutina para dormir mejor), así que no es cuestión de cantidad si no de calidad.
Esta es mi experiencia personal, experimentando desde hace tiempo he llegado a esta conclusión. Me encantará leer otras alternativas con los mismos resultados.
Feliz día!
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