Hoy, fiesta de la Presentación del Señor, celebramos la Jornada de la Vida Consagrada. Esta tarde, con una Eucaristía en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el papa Francisco clausurará el Año que la Iglesia ha dedicado a la Vida Consagrada, en el marco de un Encuentro Internacional.
Nos unimos a esta celebración, y lo hacemos con el testimonio de una heredera del carisma teresiano, una carmelita descalza del Monasterio de San Ignacio Mártir de Loeches (Madrid), la Hna. Olga de la Cruz.
Al hilo de sus palabras, se nos recuerdan los tres objetivos que los consagrados han querido que guiaran este año dedicado a ellos: “Mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza”.